Alarico I, rey visigodo desde el 395 al 410
MIGRACIÓN A LA PENÍNSULA IBÉRICA
Nacimiento: Año
370 o 375 en la Isla de Peuce
(Rumanía)
Fallecimiento: Año
410 en Cosenza (Italia)
Padres: (desconocidos)
Reinado: Desde
el año 395 al 410
Fue uno de los
cabecillas de los ejércitos visigodos, que fueron aliados de los romanos, durante
el reinado de Teodosio el Grande, a la muerte del cual, la rebaja de las
pagas que recibían los mercenarios visigodos y el no reconocimiento de los
servicios prestados, indujeron a Alarico a rebelarse, siendo elegido rey de los
visigodos, situación que dio comienzo a la dinastía Baltinga. Los
ejércitos visigodos, capitaneados por Alarico, comenzaron una campaña, en la
que atravesaron, por el paso de las Termopilas, Macedonia y Tracia, incendiando
las poblaciones que encontraban a su paso, y esclavizaron a sus habitantes.
Atenas se salvó de ser arrasada, gracias a que pagaron una importante cantidad.
Pero, otras ciudades griegas no corrieron la misma suerte: Corinto, Esparta,
Argos y Megara fueron saqueadas y sus habitantes, esclavizados.
Al verse amenazados
por el ejército romano, mandado por Estilicón, Arcadio firmó un
tratado con Arcadio. Situación que aprovecho Alarico para armar a sus ejércitos
a costa del erario romano. Hecho lo cual, en el otoño del 400, aprovechando la
ausencia de Estilicón, penetró en Italia, recorriendo su territorio
durante más de año y medio.
El 19 de marzo del
año 402, su ejército fue sorprendido y derrotado por Estilicón en las
proximidades de Polenza, aunque Alarico se pudo retirar y cruzar el Po. Pero, de
nuevo fue derrotado, en el año 404, por Estilicón en las proximidades de
Verona, por lo que se vio forzado, a cambio de una fuerte suma, a abandonar
Italia, lo que fue celebrado en Roma, levantándose un arco conmemorativo del
hecho. Asesinado, en el año 408, Estilicón, por orden de Honorio,
las condiciones de vida de los visigodos que residían en territorio romano se
recrudecieron, lo cual fue el pretexto para que Alarico atacara de nuevo
Italia. Saqueó, sin apenas oposición, las ciudades que iba encontrando a su
paso, hasta llegar a las puertas de Roma, que se libró del asedio a cambio de
pagar fuertes cantidades de plata, túnicas de seda y libras de pimienta. A
continuación, se dirigió a Rávena, donde se encontraba el emperador Honorio,
al que reclamó ser nombrado general de los ejércitos del Imperio, y permiso
para establecerse en los territorio de la actual Austria.
Esperando la contestación
del emperador, fue atacado por las tropas de Sarón, que llegaba con un
ejército desde Constantinopla. Alarico levantó el campamento, y se dirigió, de
nuevo, a Roma, donde tras forzar la puerta Salariana en la noche del 24 de
agosto del 410, saqueó la ciudad durante seis días, lo que conmocionó a todo el
Imperio.
Decidido a hacerse
con el trono del Imperio Romano, y necesitado de los suministros de trigo que
proveían de África, se dirigió al sur; pero no logró su propósito de conquistar
las provincias romanas del norte de África. En primer lugar, porque una
tormenta destruyó la flota anclada en Sicilia, y segundo porque Alarico enfermó
y murió a los pocos días. Su muerte fue llorada por todos los godos, y su
cuerpo llevado a las cercanías de la ciudad de Cosenza, donde fue enterrado en
el lecho de un río, siendo los cautivos que realizaron el enterramiento
sacrificados para que no revelasen el lugar.
Comentarios
Publicar un comentario