María Isabel de Braganza de Vicente López Portaña


Realizado hacia 1816, es un óleo sobre lienzo de 70 x 59 cm. 

Retrato en óvalo, de busto corto, con la cabeza ligeramente inclinada, peinada y vestida a la moda imperio, con el cabello rizado ceñido por una diadema. Viste traje de terciopelo rojo, de talle alto y amplio escote, bordeado de encaje como las mangas, adornadas con rosetas bordadas, también con encaje. Luce collar de perlas, placa y banda de la orden portuguesa de Cristo y banda de la española María Luisa, además de la insignia ovalada de la orden femenina austriaca de la Cruz y la Estrella de Isabel Teresa de Austria

María Isabel de Braganza fue la segunda esposa del rey Fernando VII, con quien casó el 28 de septiembre de 1816. Tuvo una hija, María Isabel Luisa, nacida el 21 de agosto de 1817, que murió pocos meses después, el 9 de enero de 1818, por cuyo embarazo el ayuntamiento le regaló el edificio conocido desde entonces como Casino de la Reina, para el que López pintara una complicada alegoría. Falleció en Madrid el 26 de diciembre de 1818 sin ver abierto el Real Museo de Pinturas, empresa en cuya creación se ha subrayado tradicionalmente la voluntad de esta reina, y que inmortalizaría Bernardo López en su Retrato de la reina Isabel de Braganza como fundadora del Museo del Prado, pintado en 1829 por el hijo y discípulo de Vicente López, copiando precisamente la presente efigie. Este retrato hubo de ser el que inaugurara la serie de efigies de la Familia Real realizada por López en este formato que guarda el Prado, y que se rompería con el de la última esposa del rey, María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, de diferente tamaño y composición. Realizado con toda probabilidad en los meses inmediatos a sus bodas con Fernando VII



Fuente: Museo del Prado Imagen: WIKIMEDIA COMMONS

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