Teobaldo II, rey de Navarra desde 1253 a 1270



    Nació el 6 o el 7 de diciembre de 1239 en Champaña (Francia), era hijo de Teobaldo I y Margarita de Borbón. Al suceder a su padre en julio de 1253, era menor de edad, por lo que su madre fue la encargada de negociar su alzamiento con los estamentos de Navarra. Su padre Teobaldo I había relegado, políticamente, a los ricoshombres e infanzones, por lo que, tanto la nobleza como la burguesía creyeron llegado el momento de frenar el autoritarismo monárquico. La regente firmó una alianza con Aragón, ante la amenaza de invasión castellana y un acuerdo con Bayona, asegurando la salida al mar.

    Teobaldo II fue proclamado rey el 27 de noviembre de 1253, jurando colocarse bajo la tutela de un amo y de doce consejeros hasta cumplir veintiún años. Una de sus primeras acciones fue, renovar el acuerdo con Aragón. Pudiendo marchar a Champaña, dejando como gobernador al ricohombre navarro, Sancho Fernández de Monteagudo. Nada más llegar a Francia pidió al Papa que le desligara de sus juramentos y se casó con la hija de san Luis.

    Cuando regresó a Navarra en 1255, ejerció un gobierno personal, inspirado por el rey de Francia: exigió juramentos de fidelidad a los ricoshombres, firmó la paz con Castilla por separado de Aragón y llegó a un acuerdo con el obispo de Pamplona. A pesar de estos cambios, la alta nobleza no dio muestras de inquietud hasta 1264.

    Teobaldo II, en agradecimiento, reforzó el prestigio político y económico de la burguesía. Dio fuero de francos a Tiebas, Torralba, Lanz y Aguilar de Codés, además de actualizar el fuero de Estella y otorgar el privilegio, a la feria anual de Olite. Solamente los infanzones, agrupados en la Junta de Obanos, no se doblegaron ante el monarca.

    Continuando la obra emprendida por su padre, mejoró la situación de los campesinos de realengo: fundó una nueva villa cerca de Roncesvalles, El Espinal, confirmando los fueros a Tafalla, Soracoiz, Valle de Arce y Murillo de Yerri. El convenio con el obispo de Pamplona de 1255 era ventajoso para ambas partes, pero los canónigos protestaron ante el Papa y éste lo anuló. Destacan los privilegios concedidos a Roncesvalles y la fundación de nuevos conventos, en Estella, Sangüesa, Tudela y Pamplona. Trató de crear una universidad en Tudela, en 1259, obteniendo del Papa las oportunas licencias, pero el proyecto no prosperó.

    Las relaciones de Navarra con los reinos peninsulares muy complejas, Navarra, aliada de Inglaterra y Aragón, con Teobaldo I, termina acercándose a Castilla, tras el fin de los castellanos con Inglaterra y antes de firmar la paz con Aragón. Castilla y Aragón ven en Navarra una baza política, los castellanos frente a Inglaterra y los aragoneses frente a Castilla. A partir de 1255 el firme apoyo del rey de Francia y el fortalecimiento del poder regio repercuten en el exterior: san Luis impuso la paz con Castilla y estrechó los lazos de Navarra con Inglaterra. La amistad con Castilla y Aragón no se interrumpió y los conflictos fronterizos se resolvieron mediante composiciones amistosas.

    Llegado 1265, Teobaldo aceptó los derechos que Simón de Montfort, vasallo del rey inglés, tenía sobre el condado de Bigorra. Como consecuencia, la guerra con Inglaterra a lo largo de 1266. Desde San Juan de Pie de Puerto, los navarros, con su rey al frente, llegaron hasta Lourdes. San Luis medió, y en diciembre, se firmó una tregua, pasando el castillo Lourdes a manos del navarro. La paz se renovó en 1269, pero el pleito llegó al Parlamento de París, que falló en 1291 a favor de Felipe IV, rey de Francia y Navarra.

    La expedición en la cruzada de Túnez de 1270, partió de Francia, con el objetivo de cortar los suministros que los musulmanes tunecinos enviaban al sultán de Egipto. San Luis pretendía también, convertir al emir. La campaña duró cuatro meses, los cristianos tomaron la fortaleza de Cartago, retirándose cuando el rey de Francia, murió a consecuencia de la peste.

    En 1259, María de Brienne, esposa de Balduino II, emperador de Constantinopla, llegó a Navarra; siete años después, lo hizo su hijo Felipe. Desconocemos si Teobaldo II, les prestó algún socorro, con el fin de sostener su causa en Oriente, ya que en 1269 el propio Balduino negoció el apoyo del rey de Navarra, ofreciéndole en compensación, la cuarta parte de su perdido reino y de las tierras que se pudieran reconquistar. Teobaldo aceptó el acuerdo, pero la donación quedó sin efecto.

    El terreno institucional se caracteriza por la continuidad de las reformas iniciadas por Teobaldo I. La alta nobleza fue compensada con rentas de la Corona, que fueron incrementadas en 1266 con ocasión de la guerra de Gascuña. Debió de seguir ocupando algunos puestos en el consejo real, pero bajo la dirección de un senescal champañés. Ejercieron este cargo Geoffroy o Joffre de Bourlemont y Clemente de Launay. El puesto de tesorero lo desempeñan, Miguel de Undiano Creste de Sezanne. El canciller fue el obispo de Calahorra y el vicecanciller Pedro Jiménez de Roncesvalles. La diplomacia se adaptó a los modelos franceses. El romance es la lengua escrita de la cancillería y el latín para textos eclesiásticos y acuerdos internacionales. La contabilidad está perfectamente desarrollada. Mediante las cuentas de 1266, es posible conocer los mecanismos administrativos y hacer un balance de ingresos y gastos del reino. El presupuesto de este año fue deficitario por la guerra de Gascuña, pese a los préstamos pedidos por la Corona. Es posible calcular la población de Navarra en unos 150.000 habitantes, Tudela es el núcleo más poblado, seguido de Pamplona, Estella y Olite.

    Se perfila en este reinado el primer emblema heráldico de Navarra. Partiendo de la bloca o armazón del escudo en triángulo curvilíneo, procedente del sello ecuestre de Teobaldo I, Teobaldo II fija las armas con la bloca ocupando la parte derecha del blasón, mientras que en la izquierda figuran las bandas con cotizas de Champaña.

    A lo largo de su reinado Teobaldo viajó seis veces a Champaña, donde permaneció 15 de los 17 años y medio que duró su mandato. En Navarra, sus sedes preferidas fueron Estella y Olite, seguidas de Pamplona y Tudela. Como conde de Champaña ocupaba un lugar destacado entre los barones franceses.

    Teobaldo, que se había casado en 1255 con Isabel de Francia, no tuvo descendencia legítima. Su única hija bastarda, Juana, profesó en las clarisas de Santa Engracia de Pamplona. Murió en diciembre de 1270 en Trápani al regreso de la cruzada, le sucedió su único hermano varón, Enrique. Al monarca se le enterró en las clarisas de Provins y su corazón en la iglesia de los dominicos de la misma ciudad. Destruido el sepulcro durante la Revolución Francesa, sólo subsiste hoy el monumento de piedra que encerraba el corazón, depositado en el convento de Clarisas.



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