José Giral Pereira. 157º Presidente en 1936, 164º en 1945-1946, y 165º en 1946-1947

Tercer Presidente del Consejo de Ministros bajo la presidencia de don Manuel Azaña Díaz (1936-1939) durante la Segunda República (1931-1939), desde el 19 de julio al 4 de septiembre de 1936.

Primer Presidente del Consejo de Ministros bajo la Presidencia de don Diego Martínez Barrios (1945-1962) durante la Segunda República en el Exilio (1939-1977), desde el 21 de agosto de 1945 a abril de 1946; y segundo desde abril de 1946 al 26 de enero de 1947. 



    Nacido en Santiago de Cuba, el 22 de octubre de 1879. Realizó estudios universitarios en Química y Farmacia y obtuvo en 1905 la cátedra de Química Inorgánica de la Universidad de Salamanca. En 1928 se trasladó a Madrid para ocupar la cátedra de Química Biológica de la Universidad Central.

    Fue uno de los miembros más destacados del grupo de los novecentistas de la Unión Escolar, que contaba con la simpatía de personajes tan relevantes como Unamuno o Giner de los Ríos. Su militancia republicana y masona le llevó por primera vez a la cárcel en 1917, debido a su actividad en favor de la huelga general. Volvería a la cárcel en otras tres ocasiones durante las dictaduras de Primo de Rivera y Berenguer, por su apoyo a las ideas republicanas.

    Llegó a ser amigo íntimo de Manuel Azaña, participando junto con él en la creación del partido Acción Republicana. Tras la proclamación de la Segunda República el 14 de abril de 1931, ocupó los puestos de consejero de Estado y de rector de la Universidad de Madrid. Fue ministro de Marina en todos los gobiernos presididos por Azaña.

    Como diputado por Cáceres, representó en el Parlamento a Acción Republicana y posteriormente a Izquierda Republicana. Siguió siendo Ministro de Marina, en mayo de 1936, con el gobierno Casares Quiroga. Al conocerse la preparación de una sublevación militar contra la República, Giral, como ministro de Marina, fue responsable, en los días anteriores al levantamiento de julio de 1936, de la prohibición de las maniobras navales previstas en las costas marroquíes y canarias. Colocó en las estaciones radiotelegráficas, especialmente en la madrileña de Ciudad Lineal, a operarios de su absoluta confianza, con el fin de seguir de cerca cualquier movimiento de los militares rebeldes.

    El 18 de julio de 1936, tras el alzamiento de las guarniciones de Marruecos, ordenó a los destructores Lepanto, Sánchez Barcaiztegui y Almirante Valdés, atracados en Melilla, así como al destructor Churruca y al cañonero Dato, próximos a la costa de Ceuta, abrir fuego sobre campamentos, destacamentos regulares, centros militares o cualquier agrupación de fuerzas sospechosa de secundar la rebelión. Los comandantes de los navíos no cumplieron la orden.

    Ante el fracaso de las medidas adoptadas por el gobierno, el Presidente de la RepúblicaManuel Azaña, encargó a Giral la formación de un nuevo gabinete. Éste decidió dar entrada a sectores más moderados. Giral siguió ostentando la cartera de Marina, además de asumir la presidencia del gobierno.

    Como primera medida de su gabinete, Giral decidió armar a las masas obreras y a los sindicatos, para evitar que la sublevación se propagase sin resistencia. Esta medida resultó impopular entre los políticos, incluso entre los de su propio gobierno. Otra de sus disposiciones, fue ordenar la disolución inmediata del ejército sublevado. Giral se apresuró a solicitar la ayuda de Francia contra el avance del fascismo. Más tarde hizo la misma petición a la Unión Soviética. Sus siguientes actuaciones estuvieron encaminadas a normalizar la revolución libertaria que se estaba produciendo en muchos lugares de la zona republicana, mediante la incautación y expropiación de tierras e industrias. Destituyó a todos los funcionarios públicos sospechosos de apoyar el alzamiento y sustituyó a la Guardia Civil por la Guardia Nacional Republicana.

    La situación crítica de la guerra provocó finalmente la dimisión de Giral como presidente del gobierno, el 5 septiembre de 1936. El encargado de sustituirle fue el dirigente socialista Largo Caballero. En los dos gabinetes que formó este último, Giral participó como ministro sin cartera. Durante el gobierno de Juan Negrín, de 1937 y 1938, Giral dirigió el ministerio de Estado y más tarde participó en los consejos de ministros sin cartera definida. Asimismo, tomó parte en la comisión de representantes republicanos que negoció el intercambio de prisioneros con el gobierno rebelde de Burgos. Estas conversaciones apenas dieron fruto debido a la negativa contumaz de los sublevados.

    En 1939, Giral acompañó a Manuel Azaña al exilio francés. Ambos se refugiaron en la embajada española en París. Poco tiempo después, Giral se trasladó a México, país en el que residió hasta su muerte. Allí enseñó bioquímica en el Colegio de México, en el Instituto Politécnico y en la Universidad Nacional Autónoma. El 18 de septiembre de 1945 ocupó la presidencia del gobierno republicano en el exilio, con el reconocimiento único del gobierno mejicano. No dio entrada en este gabinete a los exiliados comunistas, apoyándose sobre todo en republicanos, socialistas moderados y algunos representantes del sindicato anarquista CNT.

    Ello hizo que el movimiento de los exiliados españoles se dividiera y enfrentara. Giral no pretendía reanudar una nueva lucha intestina, pero, pensando en el apoyo de los estados aliados para derrocar al franquismo, dejó fuera a los comunistas totalitarios. En 1947 abandonó la presidencia del gobierno republicano. La muerte le llegó en su destierro mejicano el 23 de diciembre de 1962.



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