Carlos X Felipe rey de Francia y de Navarra de 1824 a 1830
DINASTÍA DE LOS CAPETOS
Nacimiento: El 9
de octubre de 1757 en el Palacio
de Versalles.
Fallecimiento: El
6 de noviembre de 1836 en Gorizia.
Padres:
Luis, delfín de Francia y María Josefa de
Sajonia.
Reinado: Desde
el 16 de septiembre de 1824 al 30 de julio de 1830.
Nacido
en el Palacio de Versalles el 9 de octubre de 1757, fue el cuarto hijo
del delfín Luis y por tanto hermano menor del duque
de Borgoña, de Luis XVI y de Luis XVIII, al que sucedió tras
su muerte en 1824. Al nacer, recibió el título de conde de Artois,
dedicándose, en su juventud a una vida de lujos y placeres, que serían famosos
en la corte de sus hermanos. A los 16 años contrajo matrimonio con María
Teresa de Saboya, pero el matrimonio duró poco y Carlos regresó a su
vida anterior. A los 25 años su situación financiera era un verdadero desastre,
las deudas se acumulaban y el Estado tuvo que hacerse cargo de ellas.
Siendo
uno de los más altos nobles de Francia, asistía a las Asambleas de notables,
donde su carácter intransigente le hizo acumular muchos enemigos. En 1789, al
estallar la Revolución Francesa, marchó al exilio, desde donde, se
dedicó a conspirar con sectores de las monarquías europeas, para encontrar, el
apoyo necesario, que le permitiera tomar militarmente el poder en Francia. En
1791 su hermano Luis XVI le invitó a regresar
a Francia y jurar la nueva Constitución, a lo que se negó, alegando que su
hermano estaba cautivo de los revolucionarios. Cuando en 1793 Luis XVI fue ejecutado, accedió
al trono su hermano, Luis XVIII, cediéndole el
título de conde de Provenza. Carlos se encontraba en Londres intentando
obtener apoyos.
En el
tiempo que Napoleón I, ostentó el poder,
son pocas las noticias que se tienen de las actividades de Carlos, hasta que,
tras el fracaso de la campaña de Rusia, vio posibilidades de éxito y
regresó a la escena pública, dedicándose a lanzar proclamas y manifestaciones
en contra de Napoleón y de la República.
Al caer el emperador y entrar los aliados en París, Carlos, el oportunista, se
encontraba entre los vencedores. Luis XVIII recuperó el trono,
pero puso las cosas muy fáciles para el regreso de Napoleón y la consiguiente
instauración del denominado Imperio de los Cien Días. Entonces, Carlos,
se refugió en Gante con su hermano hasta que, en 1815, tras la derrota
napoleónica en Waterloo se produjo la segunda Restauración borbónica en
Francia.
Durante
todo el reinado de Luis XVIII, más liberal e
inteligente que Carlos, las disputas entre los hermanos fueron constantes, incluso
este último, intentó sin éxito, un golpe de Estado, aglutinando a su alrededor
a todos aquellos nostálgicos que pretendían restablecer el Antiguo Régimen.
Al fallecer Luis XVIII en 1824, Carlos X
fue reconocido como rey, reinado que se prolongó hasta 1830, con una marcada
tendencia reaccionaria y represora, imponiendo la censura de la prensa. Los
estudiantes universitarios de las grandes ciudades francesas se opusieron a las
medidas reaccionarias del rey. El responsable de llevar a cabo esta política fue
el ministro Villèle, al que la presión popular obligó a dimitir, siendo
sustituido por Martignac. Caía así, uno de los más férreos defensores
del Absolutismo.
El 25
de julio de 1830 la Cámara Popular fue disuelta debido a la hostilidad
que mostraba contra el soberano. El día 27 París amaneció llena de barricadas y
el pueblo en la calle, Carlos se negó a dar ningún tipo de concesiones y sacó
al ejército a la calle. El 30 de julio estalló la revolución liberal por toda
Francia, y Carlos X, fue derrocado y obligado a exiliarse, refugiándose en
Inglaterra, Escocia y finalmente en Gorizia donde falleció, el 6 de noviembre
de 1836. La revolución puso en el trono a Luis Felipe de Orleans,
que fue, inmediatamente, reconocido por todas las potencias europeas a
excepción del absolutista Fernando
VII. Luis Felipe instauró una monarquía constitucional.
Ramón Martín
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