Isabel de Henao, primera esposa de Felipe II rey de Francia
Nacida en Lille, el 23 de abril de 1170, era la hija mayor del
conde Balduino V de Henao y Margarita I de Flandes. Al
cumplir un año, su padre concertó su matrimonio con Enrique, futuro conde de
Champaña, que era sobrino de la reina de Francia, Adela
de Champaña, aunque en 1179, su padre acordó casarla con Felipe
II de Francia. Felipe
Augusto, en su afán por conseguir una alianza con los flamencos,
para compensar las presiones ejercidas por los Champaña, dirigidos por
su madre Adela
de Champaña, se casó con Isabel, que apenas contaba diez años
de edad, el 28 de abril de 1180 —inmediatamente después
de la muerte de Luis
VII de Francia—, boda celebrada en la abadía de Santa
Trinidad en Bapaume, por los obispos Enrique de Senlis y Roger Laon. La
dote de Isabel era el condado de Artois.
Un mes después, el 28 de mayo, Isabel fue coronada reina de
Francia. La ceremonia tuvo lugar en la basílica de Saint-Denis, en
París. Fue el arzobispo de Sens, con la asistencia de los obispos de París y
Orleans, quién ungió y coronó a la nueva reina, con el conde de Flandes
llevando la espada durante la procesión. Pero la boda no fue del agrado de la
reina madre, ya que había significado el rechazo de su sobrino y la consiguiente
disminución de la influencia de sus parientes.
Delicada y culta, se convirtió en protectora de los poetas; recibió
elogios de algunos analistas, y se ganó el afecto y amor de Felipe
Augusto debido a su dulzura y belleza, aunque fue incapaz de
proporcionarle un heredero. Entre tanto, el rey Felipe
entró en guerra, el año 1184, con Flandes, y enfurecido al ver como Balduino,
el padre de su esposa, apoyaba a sus enemigos, convocó un concilio en Senlis en
marzo de 1184 con el fin de conseguir el divorcio, aduciendo el pretexto de que
el matrimonio no se había consumado. Isabel, desde entonces, apareció
descalza y vestida como una penitente en las iglesias de la ciudad, ganándose
la simpatía de la gente; quienes, enfurecidos, fueron a palacio y comenzaron
a gritar. Roberto I de Dreux, el tío del rey, lo convenció para no
seguir con el repudio, ya que de seguir adelante, significaría la pérdida de
Artois para la corona francesa; además "no podía su Majestad permanecer
indiferente a tanto amor". Finalmente, el 5 de septiembre de 1187, dio
a luz al tan ansiado heredero, el futuro rey Luis VIII de Francia.
Todavía tendría Isabel un segundo embarazo, y el 14 de marzo de
1190, dio a luz a dos gemelos llamados Roberto y Felipe. Debido a las
complicaciones surgidas en el parto, la reina murió al día siguiente y fue
enterrada en la catedral de Nôtre Dame en Paris. Aún no había cumplido
20 años, siendo llorada por el rey y muchos de sus súbditos, ya que fue una
reina popular. Los gemelos sólo la sobrevivieron cuatro días, pues ambos
murieron el 18 de marzo de 1190.
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