Chintila, rey Visigodo desde el 636 al 639
REINO DE TOLEDO
Nacimiento: Se
desconoce la fecha.
Fallecimiento: El
año 639 o el 640.
Padres: Se desconocen.
Reinado:
Desde el 12 de marzo de 636 hasta su fallecimiento en 639/640.
Debió
pertenecer a una noble familia goda. Es posible que subiera al trono el 12 de
marzo del 636, mediante una elección llevada a cabo por los obispos nobles, tal
como se había establecido en el IV Concilio de Toledo, celebrado en
diciembre del 633. Pero el hecho de ser elegido, no quiere decir que no tuviera
enemigos y rivales; los cuales se concentraban en las provincias de Septimania
y Galecia, en las cuales había estado los principales apoyos del fallecido rey Sisenando.
Franca hostilidad, entre ambos linajes nobiliarios godos que se reflejarían en
las relaciones entre Fructuoso, un pariente galaico de Sisenando,
y el rey Quindasvinto y su hijo, y sucesor Recesvinto. Como
consecuencia de estas rivalidades, habría más de un intento de usurpar el Trono
de Chintila, que explicarían los esfuerzos realizados por éste para conseguir
anudar en torno a su persona y su familia un poderoso grupo de nobles, que les
fueran leales. Para conseguirlo, hizo donaciones, e incluso, concesiones, de
importantes propiedades a dichos fideles. Al mismo tiempo que
trataba de conseguir, para su familia, un extenso patrimonio.
En los
dos grades Concilios reunidos durante su reinado: el V Concilio de Toledo
del junio del 636, y el VI de Toledo de enero del 638, procuró obtener
el máximo apoyo de la jerarquía episcopal para que, ese movimiento patrimonial,
se perpetuara tras su fallecimiento. Para conseguirlo, no dudó en realizar
importantes donaciones de tierras y esclavos a la Iglesia. Pero esos esfuerzos
denodados de Chintila por crear un grupo nobiliario hegemónico en torno a él y
su linaje no ocultaban la debilidad de su posición. Ello le obligó a admitir en
el V Concilio de Toledo que, la protección canónica a ese trasvase de
propiedades no era extensible a las que se basaban en la confiscación a
miembros de la nobleza. Necesitado de medios económicos no procedentes de
confiscaciones a la nobleza, no tuvo más remedio que buscarlos por otros
medios, como fueron de las ricas aljamas judías. Por lo que, de esta manera, se
explica, la nueva puesta en vigor de las drásticas medidas de conversión
forzosa de los judíos dictadas hacía más de veinte años por Sisebuto.
A ello también contribuían factores ideológicos, como fueron los reproches del
papa Honorio I a la tolerancia del Reino godo para con los judíos.
El
éxito de la política de Chintila se reflejó, tanto en el hecho de que pudiera
terminar en paz sus días, como trasmitir la Corona a su joven hijo Tulga,
y por encima del breve y desgraciado reinado de éste, la continuidad de esta en
su linaje, con Quindasvinto. Un linaje que destacaba por la amplitud de
sus posesiones. Estas habían aumentado considerablemente en su reinado. Además,
éste había procedido a repartir gran cantidad de posesiones entre los nobles que
le eran adictos. Estas medidas, que trató de reforzar con la sanción
eclesiástica de los Concilios V y VI de Toledo, permitieron que, a su muerte, la
Corona goda pasara a su hijo Tulga, hecho que tuvo lugar el 20 de enero
del 639.
Ramón Martín
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