Ópera Estatal de Viena

 


La historia de la Ópera Estatal de Viena nos lleva a mediados del siglo XIX. Originalmente se llamó la Ópera de Viena. En 1920, al llegar al poder político, la primera república austríaca, fue renombrada la Ópera de Estado de Viena. Fue el primer edificio importante en la Viena Ringstrasse. Su construcción comenzó en 1861, dándose por terminada en 1869. Fue su proyecto obra de los arquitectos August Sicard von Sicardsburg y Eduard van der Nüll, y la construcción, en estilo neorrenacentista, obra del renombrado arquitecto y contratista checo Josef Hlávka. La primera piedra fue puesta el 20 de mayo de 1863.

El edificio, sin embargo, no gozaba de popularidad entre el público, ya que, no parecía tan grande como el Heinrichshof, una residencia privada destruida en la Segunda Guerra Mundial, y sustituido en 1955 por el Opernringhof; además, debido a que el nivel de la Ringstraße se elevó un metro, a la altura de la casa de la ópera, una vez comenzada su construcción, el edificio se asemejaba a un cofre del tesoro hundido y, en analogía al desastre militar de 1866 (Batalla de Königgrätz), se le llamaba, de manera desafortunada, el Königgrätz de la arquitectura. Apenas diez semanas más tarde, Eduard van der Nüll, se suicidó, y diez semanas más tarde Sicardsburg murió de tuberculosis, por lo que ninguno pudo ver la finalización del edificio.

La estructura fue planeada por el arquitecto vienés August Sicard von Sicardsburg, mientras que el interior fue diseñado por el interiorista Eduard van der Nüll. Moritz von Schwind, pintó los frescos del vestíbulo, y la serie famosa de «Zauberflöten» (flauta mágica) de la veranda. Ninguno de los arquitectos sobrevivió para ver la apertura: van der Nüll se suicidó, y su amigo Sicardsburg murió de un derrame cerebral. El estreno de apertura se representó Don Giovanni, de Mozart, y tuvo lugar el 25 de mayo de 1869. El emperador Franz Josef y la emperatriz Elisabeth (Sissi) estuvieron presentes.

La popularidad del edificio creció bajo la influencia de los primeros directores. Los años 1938 a 1945, bajo el dominio nazi, fueron un oscuro capítulo en la historia de la ópera, muchos miembros fueron expulsados, perseguidos y asesinados. El 12 de marzo de 1945, el edificio fue devastado durante un bombardeo, pero el 1 de mayo de ese mismo año, se inauguró la Ópera del Estado en el Volksoper con una actuación de Mozart, El matrimonio de Fígaro. El 6 de octubre de 1945, los Teatros an der Wien, restaurados apresuradamente, reabrieron con Fidelio de Beethoven. Durante los diez años siguientes, la Ópera Estatal de Viena operó en dos sedes, mientras se reconstruía la verdadera sede a un gran costo. Sólo la fachada principal, la gran escalera y el vestíbulo de Schwind se habían salvado de las bombas. Hubo discusiones sobre si el teatro debiese ser restaurado a su estado original, o si debiese ser demolido y reconstruido, ya fuera en el mismo lugar o en otro sitio. Finalmente, se tomó la decisión de reconstruir la ópera tal como había sido, siendo los principales expertos en restauración Ernst Kolb y Udo Illig.

El canciller federal austríaco Leopold Figl decidió en 1946 tener una casa de ópera funcionando en 1949. Se abrió un concurso, que fue ganado por Erich Boltenstern, que se decidió por un diseño similar al original con alguna modernización. Para lograr una buena acústica, la madera fue el material de construcción utilizado, por consejo de, entre otros, Arturo Toscanini; se redujo el número de asientos en el parterre y se reestructuró la cuarta galería, que había sido equipada con columnas; mientras la fachada, el vestíbulo y el vestíbulo Schwind fueron restaurados en su estilo original. Mientras tanto, la compañía de ópera, que se había presentado en el Volksoper, trasladó, ensayos y actuaciones al Teatro de Viena, donde, el 1 de mayo de 1945, tras la liberación de los nazis, se dieron las primeras actuaciones.

Debido a las terribles condiciones, la compañía de ópera trató de recaudar dinero para acelerar la reconstrucción. Fueron muchas las donaciones privadas, así como en materiales de construcción, por parte de los soviéticos, que estaban muy interesados ​​en la reconstrucción. A pesar de todo, en 1949, sólo había un techo temporal. No fue hasta el 5 de noviembre de 1955, que el Staatsoper podría ser reabierto con Fidelio de Beethoven, estando presente el Secretario de Estado estadounidense, John Foster Dulles. La cadena de televisión ORF hizo su primera retransmisión en vivo. El nuevo auditorio tenía una capacidad de alrededor de 2.276 espectadores, que incluían, 567 de pie.

En 1945, se formó el Wiener Mozart-Ensemble, el director austriaco Josef Krips fue el fundador y mentor, que, al finalizar la guerra, comenzó la renovación del Staatoper, con un sonido orquestal voluminoso, conocido, en adelante, como «típicamente vienés». En 1947, el Mozart-Ensemble tocaba en el Royal Ópera House de Londres, con Don Giovanni de Mozart. Hasta su muerte en 1974, Krips fue considerado como uno de los Maestri más importantes del Staatsoper. El 1 de julio de 1998 tuvo lugar una transmisión histórica, Austria asumía su primera presidencia de la Unión Europea, y Fidelio fue transmitido en directo desde la Ópera Estatal de Viena hasta las quince capitales de la Unión Europea.

Ramón Martín

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