Jimena Garcés esposa de Alfonso III



    También conocida como Gimena, Eximina o Scemena. Es muy probable que fuera hija del rey García Íñiguez de Pamplona. Casó el año 869 con Alfonso III, en un intento de fortalecer las relaciones entre Asturias y Pamplona. El matrimonio tuvo una extensa descendencia: García I, rey de León, Ordoño II, rey de Galicia y León, Fruela II, rey de Asturias y León, Gonzalo, Bermudo, Ramiro, Sancha y al parecer dos hijas más.

    La reina Jimena acompañó a su esposo a varias de sus actuaciones: asistió junto a sus hijos al II Concilio de Oviedo (893); también participó en el amurallamiento de la ciudad de Oviedo y en la creación de la fortaleza de la Peña Gozón, a orillas del mar, para evitar las incursiones marítimas de los vikingos. Además, junto con su esposo, donó la Cruz de los Ángeles a la catedral de Oviedo y otra similar a Santiago (874), que desapareció a principios del siglo XX. Ambas fueron forjadas en el castillo de Gozón por orfebres francos y asturianos y están adornadas con oro y piedras preciosas.

    En el año 909 García I, apoyado por su suegro Nuño, conde de Castilla y por sus hermanos, se rebela contra su padre. Alfonso III primero encarcela a García, pero al poco tiempo decide abdicar la corona. En las crónicas contemporáneas y en otras posteriores no se otorga ningún papel a la reina Jimena en estos hechos. Sin embargo, a partir de la obra del obispo Lucas de Tuy, Chronicon Mudi (1236), Jimena comienza a aparecer como instigadora de la rebelión y con imagen realmente perversa. A partir de este momento los historiadores se hacen eco de esta versión de la historia, aunque no existe ninguna prueba histórica que asegure que Jimena fuera la instigadora de la rebelión pues las únicas referencias son de casi 400 años más tarde.

    No se conoce exactamente la fecha y el lugar de la muerte de Jimena. Es posible que fuera en Zamora y sería antes del 30 de mayo del 912, pues su hijo Ordoño II firma un documento de esa fecha y dice Dominam meam et matrem, dive memorie, dominam Scemenam reginam.

    Los restos de Alfonso III y Jimena fueron depositados en un sarcófago romano de la catedral de Astorga. Allí permaneció hasta que en el 986 Bermudo II ordenó trasladar los restos al Panteón de reyes de la capilla de Nuestra Señora del rey Casto de la Catedral de Oviedo, ante el temor de que fueran profanados por Almanzor.

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