George H. W. Bush, presidente de los Estados Unidos de Norteamérica entre 1989 y 1993
George H. W. Bush nació el 12 de junio de 1924 en Milton,
Massachusetts, en una familia con una notable trayectoria política y
empresarial. Su padre, Prescott S. Bush, fue un influyente senador de
Connecticut, lo que introdujo a George en el mundo de la política desde
temprana edad. Bush se graduó en la prestigiosa Academia Phillips de
Andover, en Massachusetts, y más tarde cursó estudios en la Universidad
de Yale, donde se licenció en Economía. Durante la Segunda Guerra
Mundial, se unió a la Marina de los Estados Unidos, donde se destacó como
piloto, siendo derribado mientras cubría la invasión de Chichi-Jima, aunque
pudo ser rescatado por un submarino estadounidense en pleno Pacífico. Tras
finalizar la guerra, comenzó a trabajar en el negocio del petróleo, primero
como vendedor y luego en la explotación de campos en el Golfo de México, lo que
lo convirtió en multimillonario. A pesar de su éxito en los negocios, su
verdadera vocación estaba en la política.
La carrera política de George Bush comenzó en 1964, cuando se incorporó al Partido Republicano y se postuló para el Senado en Texas. Aunque no logró la victoria, su capacidad de organización y su creciente influencia en el partido le permitieron ganar relevancia. Entre 1967 y 1970, fue representante del séptimo distrito de Texas en el Congreso, lo que le permitió adquirir experiencia y forjar relaciones con importantes figuras políticas. A partir de 1970, su carrera despegó al ser nombrado embajador de Estados Unidos ante la ONU por el presidente Richard M. Nixon, un cargo que ocupó hasta 1973. Este periodo consolidó su perfil internacional y le permitió posicionarse como un líder global. Cuando Gerald R. Ford asumió la presidencia tras el escándalo de Watergate, fue nombrado Jefe de la Oficina de Enlace en Pekín, siendo el primer enviado especial estadounidense a China. En 1976, Bush se convirtió en director de la CIA, justo cuando la agencia enfrentaba críticas por sus operaciones extrajudiciales. Durante su mandato, abordó las controversias internas de la organización y trabajó en su reforma. Tras dejar este cargo en 1977, su carrera presidencial comenzó a tomar forma.
La presidencia de George Bush comenzó en 1989, cuando fue elegido presidente tras ganar las elecciones de noviembre de 1988, derrotando al demócrata Michael Dukakis. asumió la presidencia con una plataforma política que mantenía muchas de las políticas de su predecesor, Ronald W. Reagan. Entre sus principales logros como presidente destacan: La invasión de Panamá en 1989, cuando tomó la decisión de intervenir militarmente en Panamá para derrocar al dictador Manuel Noriega y restaurar el orden democrático en el país; la Guerra del Golfo entre 1990 y 1991, ante la invasión de Kuwait por parte de Irak encabezó una coalición internacional para expulsar a las fuerzas iraquíes, dando como resultado, la liberación de Kuwait y la consolidación del poder estadounidense en la región y, por último, la firma del acuerdo de reducción de armamento convencional en Europa de 1990, este acuerdo fue conocido como CFE, y fue un paso decisivo en la disminución de las tensiones de la Guerra Fría y el comienzo de una nueva era de relaciones internacionales.
La política
exterior de Bush también se destacó por su habilidad para formar alianzas
estratégicas y su enfoque pragmático en las relaciones internacionales. Su
gobierno jugó un papel crucial en la caída del muro de Berlín y el colapso del
bloque soviético, lo que marcó el fin de la Guerra Fría.
A nivel doméstico,
la presidencia de George Bush no estuvo exenta de desafíos. Uno de los
problemas más persistentes fue el déficit presupuestario, que obligó a su
administración a tomar medidas impopulares, como el aumento de impuestos y
recortes en programas sociales. Estas decisiones, aunque necesarias desde el
punto de vista económico, provocaron el descontento de muchos votantes, lo que
contribuyó a su derrota en las elecciones de 1992. En ese año, Bush se postuló
para la reelección, pero fue derrotado por el demócrata Bill J. Clinton, quien presentó una campaña
centrada en los problemas internos de Estados Unidos, como la economía y el
desempleo. La derrota de 1992 marcó el final de su presidencia, y dejó
oficialmente la Casa Blanca el 20 de enero de 1993.
Su legado es
complejo. Como presidente, enfrentó grandes desafíos internacionales y fue
testigo de una transformación global. Su enfoque pragmático en la política
exterior y su capacidad para unir a países de diversas ideologías en torno a
objetivos comunes son aspectos que siguen siendo recordados en la historia. Sin
embargo, sus políticas internas y sus decisiones económicas, como el aumento de
impuestos, fueron controversiales y afectaron su popularidad a nivel nacional.
A pesar de estos desafíos, el impacto de su presidencia en el ámbito
internacional es innegable. Su vida estuvo marcada por la dedicación al
servicio público, la diplomacia internacional y el liderazgo en tiempos de gran
incertidumbre. Su nombre quedará grabado en la historia de los Estados Unidos
como un líder que supo tomar decisiones difíciles en momentos cruciales.
Falleció el 30 de noviembre de 2018
en su casa en Houston 7 meses y medio después de la muerte de su esposa. El ex
secretario de Estado, James A. Baker, declaró que las últimas palabras del
presidente fueron para su hijo mayor, George W. Bush. El cuerpo del presidente fue llevado
a la rotonda del Capitolio para el funeral de estado. El 5 de diciembre,
su cuerpo fue trasladado a la Catedral Nacional de Washington, último funeral
de estado realizado antes de su entierro, el día 6 de diciembre en Texas.
Bibliografía
- WikipediA,
CNN en español y Biografías MCN.
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Ramón Martín
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