Isabel de Aragón, primera esposa de Felipe III rey de Francia

 

    Nacida en 1248, era hija de Jaime I y de Violante de Hungría. Su matrimonio con Felipe III, el Atrevido, hijo del rey Luis IX el Santo, se acordó como un pacto dentro del Tratado de Corbeil, que tuvo lugar entre la Corona de Aragón y Francia, el año 1258. Al morir su hermano mayor, Luis, Felipe III se convirtió en heredero, a pesar de sus deficiencias psicológicas. El matrimonio tuvo lugar el 5 de julio de 1262, en Clermont- Ferrand. Jaime I tuvo que vencer la oposición del rey de Francia, Luis IX, tras el matrimonio celebrado, pocos años antes, en Montpellier entre su primogénito Pedro, y la infanta Constanza de Sicilia, perteneciente a la familia de los Hohenstaufen, que era considerada por la Santa Sede enemiga de la Iglesia. Jaime I tuvo que comprometerse a no ayudar a los Hohenstaufen.

Isabel tuvo tres hijos: Felipe el Hermoso, nacido en 1268, Carlos de Valois, y Roberto, que murió al nacer en 1271. Isabel acompañó a su suegro, el rey, y a su marido en la expedición contra Túnez de 1270, donde san Luis encontró la muerte. De vuelta a Francia, a su paso por Italia, sufrió una caída de caballo, cuando estaba embarazada de seis meses; a consecuencia de la cual, se rompió la columna vertebral, lo que le causó la muerte. Su cuerpo fue llevado a Francia en mayo de 1271, y enterrado en la abadía de Saint Denis.

Isabel de Aragón fue reina sólo algunos meses, no pudiendo ser coronada solemnemente. Tampoco pudo, a causa de su prematuro fallecimiento, suavizar las tensiones entre ambas dinastías, que se agudizarían en los años siguientes, hasta desembocar en una terrible guerra y en la cruzada contra Cataluña de 1285.

Ramón Martín