Raúl I, rey de Francia desde el 923 al 936
DINASTÍA CAROLÍNGIA
Nacimiento: El
año 890.
Fallecimiento: El
15 de enero de 936 en Auxerre.
Padres: Ricardo I de Borgoña
y Adelaida de Borgoña.
Reinado: Desde
el 13 de julio de 923 al 15 de enero de 936.
Sucedió
a su padre el duque de Borgoña, Ricardo I el Justiciero. Ducado que
entregó a su hermano Hugo, cuando fue elegido, en una asamblea nobiliaria, monarca
de los francos occidentales, sucediendo el año 923, a Roberto
I.
Raúl
forma parte de la familia Bivinidas, siendo hijo de Ricardo I el Justiciero
y de Adelaida de Auxerre, que era hermana del rey Rodolfo I de
Borgoña. Ha sido el único rey de Francia cuyo linaje no se remonta a
ninguna de la tres grandes dinastías reales francas, aunque podría estar
emparentado con el linaje de Jerónimo (hijo de Carlos Martel), con lo que
pertenecería a una línea colateral de los carolingios.
El año
921, al suceder a su padre, se convierte en duque de Borgoña, conde de Auxerre,
conde de Autun y de Avallon, y abad laico de San Germán de Auxerre y de
Santa Columba de Sens. Contrajo matrimonio con Emma de Francia, que era
hermana del duque de los francos Hugo el Grande e hija del rey Roberto
I de Francia. Fruto de su matrimonio nace un hijo, al que llaman Luis, que
muere en 934.Tras la muerte de Roberto
I en la batalla de Soissons en 923, los grandes del reino lo
eligen como rey en lugar de Carlos
III el Simple, cuando, su cuñado Hugo el Grande rechazó el título de
rey por miedo a perder su influencia sobre los grandes, una vez que tuviera que
abandonar sus condados. La ceremonia de entronización se celebró el día 13 de
julio de 923 en San Medardo de Soissons.
Durante
los primeros años de su reinado, los desórdenes se extendieron por el reino, no
consiguiendo el reconocimiento como rey por los grandes vasallos. El año 924 tiene
que luchar contra los vikingos de Rollon en el río Oise, que habían sido llamados
por Carlos el Simple antes de que Herberto II de Vermandois lo hiciera
prisionero el 17 de julio de 923. Rollon, expulsado a Normandía, pide la paz y,
a cambio de cejar en sus invasiones, recibe los territorios de Hiemois y
Bessin.
El 6 de
diciembre de 914, mientras Raúl permanecía en el norte de Francia, en Chalmont,
los condes Garnier de Sens, Manases de Dijón, junto a los obispos
Josselin de Langres y Ansegise de Troyes derrotaron a Ragenold
de Nantes, un jefe vikingo que, tras haber llegado hasta Borgoña, se
retiraba hacia el norte con un gran botín.
Durante
el verano de 925 Raúl arma un gran ejército para luchar contra los normandos,
que habían violado los compromisos de paz. Con la ayuda de Herberto II de
Vermandois, de Helgaldo de Ponthieu, de Arnulfo I de Flandes y
de su hermano Adalolfo de Bolonia, los derrota en Eu, causándoles un
gran número de bajas. Pero al año siguiente, los normandos consiguen derrotar a
las huestes reales en la batalla de Fauquembergues en el río Aa, cerca
de Thérouanne, donde muere el conde Helgaldo de Ponthieu y Raúl es
gravemente herido, con lo que huye a Laon. A causa de lo cual, los vencedores
pudieron saquear el país hasta la frontera con Lorena.
Tras la
muerte del conde Rogelio I de Laon en 926, Herberto II de Vermandois
reclama el condado para su primogénito Odo, ocupando el condado, por lo
que, finalmente Raúl, cede temiendo que Heriberto liberase a Carlos
el Simple, que estaba retenido en Péronne, y que falleció el 7 de octubre
de 929 tras años de cautividad.
El año
930, recibe el homenaje de Guillermo Larga-Espada, y ese mismo año, Herbert
II de Vermandois se apodera del castillo de Vitry-en-Perthois, que pertenecía
a Boson, hermano menor de Raúl. Entonces, Raúl se alía con su cuñado Hugo
el Grande para poder combatir a Herbert II de Vermandois. El
año 931 entran en Reims y expulsan al arzobispo Hugo, hijo de Herberto
II, que es obligado a entregar varias poblaciones. Pero con la ayuda de Enrique
I de Alemania arrasa la región de Reims y de Laon. Finalmente, a
cambio de su sumisión, Raúl entrega sus dominios, excepto Reims,
Château-Thierry y Laon.
En 935 derrota
a los húngaros, que atacan en Champaña y Borgoña, con lo que, a partir de aquí,
el reino estará, durante un tiempo, a salvo de las invasiones. El 15 de enero
de 936, tras trece años de difícil reinado, el rey Raúl, que se encontraba enfermo
desde el otoño del 935, muere en Auxerre, a causa de una pediculosis corporal,
siendo enterrado en la iglesia de la abadía de Sainte-Colombe, cerca de
Sens.
A la
muerte de Raúl, Hugo el Grande apela al legítimo heredero de la
dinastía carolingia, Luis IV de Ultramar, que una vez reinstalado en el
trono, le concede la confirmación de sus cargos y el título de duque de los
francos. Hugo el Grande renuncia a pretender el trono, probablemente,
para evitar la oposición de otros grandes señores del reino, en particular de Hugo
el Negro y Herbert II de Vermandois.
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Ramón Martín
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