Judith de Baviera, tercera esposa de Luis I el Piadoso
Aunque
existen dudas sobre la fecha de su nacimiento —y también del lugar—, esta
se sitúa entre los años 795 y 807, siendo la tercera esposa del rey de los
francos y emperador carolingio Luis I el
Piadoso (Ludovico Pio). Era hija del
conde Welf y una noble sajona, llamada Eduviges, duquesa de Baviera.
Judith fue el primer miembro de la casa de los Güelfos, que tuvo un
papel importante en el reino de los francos. Su hermana Emma se
casó el año 827 con Luis el Germánico, un hijo de Luis I el
Piadoso. Tras la muerte de la primera esposa
de Ludovico,
sus consejeros le urgieron para que se casara otra vez, y poco después de las
Navidades de 819, Judith y Ludovico
se casaron en Aquisgrán, obteniendo Judith, como dote, el monasterio de San
Salvador, en Brescia.
El
papel de Judith en la corte se vería incrementado, notablemente, después del
nacimiento de su hijo, ya que ella buscó establecer una base política y cortesana
para Carlos, en contra de la amenaza que Lotario representaba
para su sucesión. La pareja tuvo una hija: Gisela, nacida en el año 820, además
de: Carlos el Calvo. El nacimiento del cual, originó una gran
disputa en la sucesión imperial, lo que causó tensiones entre Judith y los
medio hermanos de Carlos.
La ordinatio
Imperii consistió en una reconfiguración de la distribución de la
herencia de Carlomagno.
El hijo mayor de Ludovico,
Lotario, se convertiría en coemperador a la muerte de su padre y
recibiría toda Francia; mientras sus hermanos menores, Pipino, y Luis
el Germánico, heredarían Aquitania y Baviera. Uno de los puntos
problemáticos para Lotario fue el papel del sobrino de Ludovico,
Bernardo de Italia, que había gobernado Italia desde el año 810.
Pero la ordinatio Imperii no le designaba como inmediato
sucesor y gobernador de Italia. En consecuencia, éste, alarmado por que su
futura herencia estuviera en peligro, se alzó contra Ludovico.
Rebelión rápidamente aplastada, y Bernardo cegado y muerto el 17 de
abril de 818.
El
821 Carlos y Lotario, se encontraban luchando por el dominio, y
Judith realizo multitud de acciones en favor de su hijo, encaminadas a asegurarle
la sucesión al trono. Los futuros políticos de ambos dependían de ellos, ya
que, en el caso de que Judith enviudara, su futuro como emperatriz podría ser
amenazado por sus hijastros. Entonces los tres hijos de Ludovico Pío
se alzaron contra su padre a fin de controlar la sucesión carolingia. Era
necesario, para controlar al rey y su corte, reemplazar la corte actual, que
estaba controlada por Judith, por una propia. Entonces se acusó a la emperatriz
de tener una relación incestuosa con el ahijado de Ludovico,
Bernardo de Septimania, y como consecuencia, el año 830, la
exiliaran a Italia, al monasterio de Santa Radegunda. Pasada la crisis, regresó
a Aquisgrán y continuó con sus esfuerzos para que Carlos tomara el
control.
Muerto
Ludovico,
el año 840 en su palacio de Ingelheim, Judith ayudó a Carlos en contra
de Lotario. Enviando tropas para asegurarse Aquitania en 841. En abril
de ese mismo año, Carlos recibió su corona y todos los símbolos reales, siendo
considerado, por sus contemporáneos, como un acto divino. Judith cayó en
desgracia cuando la esposa de Carlos, Ermentrudis de Orleáns,
ascendió al poder. Judith perdió importancia, lo que llevó a un retiro forzoso,
así como a la entrega de las tierras y la riqueza que aún controlaba. Moriría
el 19 de abril de 843 en Tours, sobreviviendo a su esposo en solo tres años.
Finalmente fue enterrada, el año 843 en San Martín de Tours.
Ramón Martín
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