Isabel Bowes-Lyon, esposa de rey del Reino Unido Jorge VI

 


Elizabeth Angela Marguerite nació en Hertforshire el 4 de agosto de 1900, hija de Claude George Bowes-Lyon, futuro conde de Strathmore, y de Cecilia Nina Cavendish-Bentinck, una familia aristocrática escocesa, descendiente de la Casa Real de Escocia. Recibió sus primeras enseñanzas en el Castle Glamis, que era la casa familiar, convertida durante la Primera Guerra Mundial en un improvisado hospital. Junto a sus hermanas compartió juegos con los hijos del rey Jorge V. En 1923, se anunció su compromiso con el príncipe Alberto, duque de York, segundo hijo de los reyes; el matrimonio se celebró el 26 de abril de aquel mismo año en la abadía de Westminster. Seis meses después, tras asistir en Belgrado al bautizo del futuro rey de Yugoslavia Pedro II, viajaron por varios países. En 1926 nació la princesa Isabel, que, en 1953, subiría al trono con el nombre de Isabel II, y, en 1930, la princesa Margarita.



Al morir el rey Jorge V, el 20 de enero de 1936, le sucedió su primogénito Eduardo VIII pero, tras su abdicación el 11 de diciembre de aquel mismo año, el duque de York asumió el trono. El 12 de mayo de 1937 se produjo la coronación del príncipe Alberto con el nombre de Jorge VI. Lady Elizabeth se había convertido en reina consorte de Gran Bretaña. Los nuevos reyes continuaron sus viajes por los países de la Commonwealth y otros países como Francia, Canadá y Estados Unidos, reforzando los lazos de unión del Reino Unido con los aliados. En 1939 estalló la Segunda Guerra Mundial y en septiembre de 1940 el Palacio de Buckingham fue bombardeado por aviones alemanes, a pesar de lo cual, se negó a aceptar las recomendaciones de la Corte para que ella y sus hijas abandonaran Londres. Permaneció juntó a su esposo y se ganó para siempre el respeto de sus súbditos.



En 1948 los reyes celebraron sus bodas de plata y en 1951 aparecieron juntos por última vez en la inauguración del Festival Británico. El 6 de febrero de 1952, el rey murió. Tras la muerte de su esposo y la llegada al trono de su hija Isabel II, Elizabeth pasó a ser la Reina Madre de los británicos, continuó cumpliendo con todos los compromisos públicos para los que era requerida, convirtiéndose en un personaje muy apreciado por los súbditos de la Corona. En 1995 inauguró los actos conmemorativos del 50 aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial, junto a sus hijas, desde el balcón del palacio de Buckingham, repitiendo la escena que habían protagonizado en 1945. Con su carácter afable y una sonrisa permanente en sus labios, supo conquistar la simpatía de los británicos y, con el paso de los años, se convirtió en el miembro de la Casa Real, más respetado. Con motivo del centenario de su nacimiento, el Reino Unido organizó multitud de actos conmemorativos en los que el pueblo británico demostró su afecto a la madre de la reina Isabel II. Con su muerte, el 30 de marzo de 2002, la monarquía inglesa perdió uno de sus símbolos más populares.

Ramón Martín

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