Clotilde, esposa consorte de Clodoveo I, rey de Francia

 


Nació en Lyon, supuestamente el año 475. Era hija de Chilperico II de Burgundia y de su esposa Caratena. Chilperico, fue asesinado por su tío Gundebaldo, quién además ahogó a Caratena, el año 493.

Clotilde se había casado el año 492, con Clodoveo I, tras ser perseguida por sus parientes, de confesión arriana. Convenció a su marido, de la conveniencia de convertirse al catolicismo, a lo que éste accedió, siempre y cuando ganara la batalla de Tolbiac contra los alamanes, cosa que sucedió. Clodoveo recibió instrucción del obispo San Remigio, y en la Navidad de 496, recibió el bautismo, junto a una hermana y tres mil de sus hombres en Reims, lo que concedió a Francia el privilegio de ser llamada «Hija primogénita de la Iglesia». Aquel día, se convirtió en un día grande para la Iglesia Católica, y de enorme alegría para Clotilde, que veía así realizados sus sueños de tantos años.

En el año 511 murió Clodoveo y, Clotilde seguirá tratando de que sus hijos se comportasen de la mejor manera posible entre ellos. Sin embargo, la ambición del poder los llevó a hacerse la guerra unos contra otros, muriendo dos de ellos y varios de los nietos de Clotilde en aquellas guerras por la sucesión. La reina era admirada por su gran generosidad, por la pureza de su vida y sus largas y fervorosas oraciones; la gente decía que más parecía una religiosa que una reina. Tras la muerte de su esposo, vivió como una religiosa, retirándose a Tours, donde pasó el resto de su vida, dedicada a la oración y a las buenas obras.

Sus dos hijos Clotario I y Childeberto I se declararon la guerra, y cuando ya estaban los dos ejércitos listos para la batalla, Clotilde se dedicó a rezar por la paz entre ellos. Pasó toda una noche en oración, cuando estalló una tormenta tan espantosa que los dos ejércitos tuvieron que alejarse. Los dos hermanos hicieron las paces y se presentaron ante su santa madre, para prometer que se tratarían como hermanos y no como enemigos.

Santa Clotilde murió en Tours el 3 de junio de 545 y su cuerpo fue trasladado a Paris, a la iglesia de Santa Genoveva, hoy Panteón de Paris.

Ramón Martín

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