Monasterio de San Millán de Suso en San Millán de la Cogolla

 


La Villa de San Millán de la Cogolla nació hacia el año 1022, en tiempos del Abad de Suso Ferrucio y del rey Sancho III el Mayor de Navarra. En el Becerro Galicano, redactado en latín, se habla de los primeros pobladores del barrio de San Jorge, cercano al monasterio de Yuso. Cogolla procede del latín Aemilianus o Emiliano y Cuculla: “cima de monte”. El municipio está situado al norte de la sierra de la Demanda, entre la Meseta y el Valle del Ebro, a la izquierda del río Cárdenas.

El mayor atractivo de San Millán son sus dos monasterios, Suso y Yuso, que deben su existencia al Santo Millán, primer patrón de Navarra, de castilla y copatrón de España, nacido en el año 473 y muerto el 12 de noviembre del 574 con 101 años; y al rey don Garcia el de Nájera, que mandó construir el monasterio de Yuso tras el “milagro de los bueyes”, inaugurándose el 26 de septiembre del año 1067, día de la Traslación de las reliquias del Santo al mismo.

En San Millán de la Cogolla también nacieron en el siglo X, los primeros escritos en castellano, las “Glosas Emilianenses” y algunos en vascuence.

EL MONASTERIO DE SAN MILLÁN DE SUSO

 El Monasterio tiene su origen en la cueva adonde se retiró el anacoreta San Millán, junto a él se reunieron un grupo de seguidores, lo que sería el origen del monasterio. Se desconoce si el cenobio, de carácter doble, que fue establecido y se mantuvo tras la muerte del santo, tuvo continuidad durante los años en que el territorio fue ocupado por los musulmanes. Una vez recuperado el territorio empiezan a encontrarse documentos que mencionan el monasterio, el primero conocido es del año 942, en el que se hace mención al ingreso de un monje, el 947 se cita el abad Esteban, también se encuentran, durante la segunda mitad del siglo X algunos manuscritos realizados en este monasterio, estos documentos junto a otros traídos de otros lugares, se formó una importante biblioteca, que se iría enriqueciendo con el paso del tiempo.

La iglesia de Suso sufrió modificaciones con el paso del tiempo, siendo construcción mozárabe, cuando se efectúa la ampliación de esta, se cambia de orientación (este-oeste), transformándose en una iglesia de dos naves con una cabecera de la iglesia anterior (orientada norte-sur), además de añadirle una galería en la cara sur. A principios del siglo XI se alargó la iglesia con un añadido a la nave y modificado ligeramente su orientación.

A la muerte de san Millán, fue enterrado en el lugar donde había vivido y en el 1030, sus restos se depositaron en una urna de plata que se conservaba en la misma iglesia; en 1053, se intentó trasladar las reliquias a Santa María la Real de Nájera, pero milagrosamente éstas no pasaron de Yuso (monasterio de San Millán de Yuso), donde se quedaron. En Yuso, los restos se guardaron en una rica arqueta, hecha con marfil, oro y piedras preciosas. A finales del siglo XII se acondicionó una capilla en Suso, en una de las cuevas, poniéndose un cenotafio, con la figura del santo.

Desde el traslado de las reliquias a Yuso, la actividad de monasterio de Suso debió quedar muy limitada, manteniendo su carácter dúplice y siguiendo una regla visigótica mientras que en Yuso se observaba la Regla de San Benito. Hacia el 1100 debió desaparecer como monasterio, ya que desde esa fecha hay poca documentación de él, se sabe que estaba ocupado por algunos monjes de Yuso que allí residían.

En la Real Academia de la Historia se conserva gran cantidad de códices medievales precedentes de los monasterios de San Millán de la Cogolla. Entre otros documentos, tres "beatos", uno en dicha Real Academia, el segundo en la Biblioteca del Monasterio de El Escorial y el tercero en la Biblioteca Nacional. Hay que mencionar también las Glosas Emilianenses, un documento elaborado entre los siglos X y XI donde encontramos unos comentarios aclaratorios al texto principal que está en latín. Se considera que estos textos marginales son los más antiguos testimonios de las lenguas castellana y vasca, a pesar de las controversias existentes sobre ello.

 

Bibliografía

- MAESTRO PABLO, Ismael (1996). Reflexiones en torno a las iglesias y monasterios de San Millán de la Cogolla (siglos X-XI).
- OLARTE, Juan B. (1995). Monasterio de San Millán de la Cogolla.

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