Las dos amigas


Realizado en 1866, es un óleo sobre lienzo de 100 x 145 cm. 

Agrasot animado por su éxito se atrevió en la edición siguiente del certamen nacional a aplicar las fórmulas de Fortuny en figuras de canon natural en este delicioso lienzo. En él madura sus formulaciones anteriores, tanto por la amable elegancia de la composición, sugerida y amparada en su argumento pastoril, como en la vivacidad fresca y jugosa con que está representada la pequeña cabritilla que acompaña el sueño de la pequeña pastora y, sobre todo, en la pujante intención realista con que está resuelto el paisaje de pradera en que se insertan las figuras, en el que de nuevo puede verse la influencia de su íntimo amigo Fortuny en el tratamiento matérico de la naturaleza, las lejanías del horizonte y los celajes. 

En efecto, una pastorcilla duerme sobre la hierba de un prado, recostada la cabeza sobre una roca. A su lado reposa una pequeña cabra blanca con su esquila, que mira erguida hacia el espectador. Ambas descansan junto a una peña y el tronco cortado de un árbol, viéndose al fondo una arboleda montañas. Excelente muestra del período romano de Agrasot, es uno de los cuadros más conocidos del artista, testimonio, por lo demás, de un realismo bucólico con tintes costumbristas puesto de moda en Europa por esos años. Pantorba destaca su tendencia moderna (...) pintada de modo robusto, dentro de la trayectoria clásica y De la Puente su excelente verismo y densidad pictórica, reseñando la tradición –nada improbable- de que entre viejos artistas valencianos se decía que en esta obra había intervenido el propio Fortuny; en colaboración que, por lo demás, también se supone para otros lienzos de Agrasot. A la influencia de Fortuny, responde, en todo caso, la extraordinaria desenvoltura de la materia pictórica sujeta, sin embargo, a la disciplina de un dibujo preciso, elaborado todo ello con una agudísima observación del natural de los infinitos matices de luz y color que el sol provoca sobre las figuras y el paisaje. Enviado desde Roma a la Exposición Nacional de 1867, en la que obtuvo segunda medalla, fue también premiado en la Exposición Universal de Filadelfia de 1876. En 1990 se vendió en el comercio de Barcelona un presunto boceto de esta pintura de 19,5 x 29,5, firmado en Roma, pero difícilmente atribuible al pintor por su mediocre, conociéndose además algún otro ejemplar de semejantes características y dudosa autoría 



Fuente: Museo del Prado de Madrid 
Imágenes: Museo del Prado de Madrid

Comentarios

Entradas populares