Dos huertanos bebiendo vino

Realizado en 1896, es un óleo sobre lienzo de 44,5 x 55,5 cm. Colección Santander-Central Hispano. 

El costumbrismo valenciano, género que tiene su origen en Bernardo Ferrándiz, es en sus inicios un exponente claro del Romanticismo, con todo su interés por explorar el alma de los pueblos, Con los años, sin embargo, el costumbrismo se convirtió en un recurso pintoresco al servicio de una pintura preciosista que internacionalmente alcanzaba un extraordinario nivel de difusión entre una cierta clientela burguesa. Este preciosismo, servido a través de “tableautíns”, óleos de formato manejable y factura virtuosística, se impuso en el mercado internacional gracias, en buena parte, a la obra de Mariano Fortuny, precisamente compañero inseparable de Agrasot en su estancia en Roma, momento en el que éste trató también allí a Ferrándiz. 

Este óleo pertenece ya a la época en que Agrasot residía de nuevo en su tierra, donde aunó su preciosismo fortunyana con la temática huertana. Este tipo de escenas o conversaciones de personajes ataviados con indumentaria popular valenciana, a menudo ante una alquería, fueron muy frecuentes en la obra de Agrasot desde los primeros años ochenta, y gustaban a un público extranjero formado en las fantasías del folklorísrno hispánico puesto de moda en Europa por los viajeros románticos. 

El que ahora nos ocupa ha sido situado hacía 1880-90 por algunos autores, pero Hernández Guardiola lo sitúa algo más tarde, pues hacia 1897 el pintor expuso en Barcelona un cuadro con elementos idénticos a algunos de los que aparecen aquí. 

Fuente: pintoresalicantinos.wordpress.com 

Comentarios: Francesc Fontbona 

Imagen: pintoresalicantinos.wordpress.com