Pedro V el Esperanzado


            Nacido el 16 de septiembre de 1837, en el palacio de las Necesidades Fue el gobernante más precoz en la historia portuguesa y probablemente el más brillante monarca europeo de su generación, identificado plenamente con la causa progresista. Hijo primogénito de la reina María II y de Fernando II, pronto demostró una aguda inteligencia y recibió una cuidada educación de importantes maestros y especialmente de su madre. En noviembre de 1853 falleció la joven reina María II y el príncipe don Pedro fue designado sucesor, aunque al ser menor de edad asumió la regencia su padre, Fernando de Sajonia-Coburgo-Gotha, según lo dispuesto en la ley del 7 de abril de 1846. El regente mantuvo el gabinete del general Saldanha, y dispuso que sus hijos, don Pedro y don Luis, continuasen en Europa. Los príncipes visitaron Inglaterra, Bélgica, Francia, Holanda y Alemania. La mayoría de edad de Pedro V fue decretada el 10 de septiembre de 1855, día en el que Fernando II le entregó el poder en una sesión real con presencia de las Cámaras.

            El rey asumió el gobierno, no firmando ningún documento que no hubiese revisado personalmente. Seguía al pormenor las sesiones de las Cámaras, estudiaba atentamente las decisiones de gobierno y expuso su opinión sobre diversas cuestiones, participando bajo un seudónimo en varias publicaciones periódicas. Sin embargo el Estado se empeñó en grandes empréstitos mientras se descuidaban otros aspectos de la economía. Por ello la crisis agrícola de 1855-1856 tuvo unos efectos devastadores y el gobierno debió recurrir a la creación de nuevos impuestos. La negativa del monarca a secundar las directrices de Fontes Pereira, trajo consigo una dimisión en bloque del gabinete el 6 de junio de 1856. Los regeneradores fueron sustituidos por los históricos del duque de Loulé. Este gabinete también dimitió, presionado por una sociedad descontenta por la subida de los precios agrícolas. El segundo gabinete regenerador, del 16 de abril de 1859 fue presidido por el duque de Terceira y estuvo compuesto por nuevos políticos que trataron de llevar a cabo rápidas reformas, lo que les valió la oposición de las Cortes. El asesinato del duque de Terceira abrió una crisis ministerial que el rey resolvió entregando la presidencia del ministerio a Joaquim Antonio de Aguiar. Pero una acusación de prevaricación hizo de nuevo dimitir al gabinete y el 4 de julio de 1860 volvieron a asumir el gobierno los históricos.

            En agosto de 1857 Pedro V envió al conde de Lavradio como embajador ante el rey de Prusia, para que solicitase para él la mano de Estefanía de Hohenzollern Sigmaringen, hija del príncipe Carlos Antonio. El matrimonio por poderes se celebró en Berlín el 29 de abril de 1858, siendo el representante de Pedro V el príncipe Leopoldo, que pasaba a ser su cuñado. La ceremonia religiosa tuvo lugar en Lisboa el 18 del mes siguiente. La reina murió al año siguiente de una angina diftérica y el rey hizo levantar en su honor el Hospital doña Estefanía, en Lisboa.

            Una de las cuestiones de más importancia y más ruidosa del reinado de Pedro V fue la de las Hermanas de la Caridad, de origen francés, sobre las que se desataron corrientes anticlericales y xenófobas, llegándose a prohibir su magisterio. Aunque se trató de nacionalizar la congregación en vez de extinguirla, su disolución fue decretada el 22 de julio de 1861. Pedro V también tuvo problemas con Roma por lo referente al patronato sobre las diócesis de Oriente, pero que se resolvieron favorablemente con la celebración de la convención del 21 de febrero de 1857.

            Pedro V ganó una enorme popularidad entre el pueblo portugués cuando, durante las mortíferas epidemias de cólera de 1856 y de fiebre amarilla de 1857, el rey, contrariamente a los reyes del absolutismo, permaneció en Lisboa, recorriendo los hospitales y ayudando a los enfermos. En 1857, tras la creación por ley de dos cursos superiores de letras, Pedro V mandó deducir de su propia dotación el dinero necesario para la creación de tres cursos públicos: uno de Historia, otro de Literatura antigua y otro de Literatura modera, especialmente portuguesa. Además Pedro V promulgó medidas para la abolición de la esclavitud y los castigos corporales.

            En octubre de 1861 el rey y sus hermanos, los infantes don Augusto y don Fernando, viajaron a Vila Viçosa; cuando regresaron a Lisboa los tres enfermaron gravemente. En menos de un mes don Pedro y don Fernando murieron. Los médicos dijeron que la causa habían sido las fiebres tifoideas, pero la imaginación del pueblo especuló con el envenenamiento, lo cual causó un motín popular contra los presuntos autores, el duque de Loulé y otros nobles. Pedro murió en Lisboa el 11 de noviembre de 1861.

Fuentes; WikipediA, MCNBiografías
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