Palacio de Benicarló en Valencia
El palacio
de Los Borja, como también es conocido, se construyó a finales del siglo XV, para ser
utilizado por la familia Borja, como residencia en sus viajes a Valencia. La
construcción se hizo sobre unas casas, entre las que se encontraba la Escuela
de Arte y Gramática desde 1408, cuando Consell
de la Ciudad había comprado varias casas a Pere de Vilaragut y Martina
Pérez Dorries, para instalar en ellas dicha Escuela. Posteriormente, en 1414
el Consell, se las vende a mosén Aymerich
de Centelles, señor de Llombai. Más adelante, podemos constatar que, los
terrenos, había pasado a ser propiedad de la familia Guillem Catalá. El 24 de agosto de 1484, Pedro Luis de Borja, primer duque de Gandía, se los compra a Joan Guillem Catalá, barón de Planes.
Las obras
del palacio, dan comienzo bajo la dirección del maestro de obras de albañilería
Francesc Martínez, "Biulaygua", pero éste murió a
finales de 1484, siendo sustituido por diversos maestros de obras, como Joan Vilar, Francisco Agras y Juan Agras,
todos albañiles, también participaron, como carpinteros, Joan Perales y Guillem
Gilabert, mientras que los trabajos de cantera, estaban a cargo de Joan Corbera y Pere Compte. Por cierto éste último fue el encargado de hacer la
escalera volada de piedra del patio interior, también participaron pintores
como Joan Guillem y Pere Guillem.
Pere
Compte también es el autor de los dos arcos de piedra, situados en la entrada
de la casa. Hacia 1487 trabajaría en la construcción de cuatro ventanas en
piedra, dos en el estudio mayor "dels
Raims" y otras dos en el estudio de la torre. Además realizó otras más
en distintas partes del edificio, dos para el segundo estudio que daba hacía la
plaza y otra para el estudio llamado de las
Rosas que daba al patio. En 1494 el palacio estaba sin concluir, siendo la inauguración
oficial del palacio en 1520 con un gran banquete, cuando era dueño del palacio Juan de Borja y Enríquez de Luna, III
duque de Gandia, el mismo año en que era elevado a la categoría de Grande de España.
Destaca la
amplia fachada del palacio y lo escaso de su profundidad. Tengamos en cuenta
que en la Baja Edad Media, la importancia de una familia estaba, en parte,
medida por la grandeza de su palacio, por lo que era muy frecuente dotar a los
palacios, de grandes fachadas. En uno de los extremos de la fachada, está esta limitada
por una torre, no demasiado alta, y que en su origen debió estar almenada, en
la actualidad tal defensa ha desaparecido, quedando plana y con poca altura con
respecto al resto del palacio. A pesar del lujo con que fue dotado el palacio,
además de la importancia de Los Borja, pocas veces estuvo habitado, ya que la
familia residía habitualmente en el Palacio
Ducal de Gandía. Años más tarde al ser expulsados los moriscos, el
ducado de Gandía fue entrando, paulatinamente, en franca decadencia, en
consecuencia el palacio fue poco a poco abandonado.
Del primitivo
palacio gótico se conserva la portada, constituida por un arco de medio punto y
la "logia" o galería de
ventanas con arcos mixtilíneos del último piso. Por encima de esta galería
de ventanas corre un alero de madera en cuyas vigas se puede leer la
procedencia de la madera con que fueron construidas: "soc del pinar de Campanar".
Extinguido
el linaje de Los Borja, a mediados del siglo XVIII, el ducado de Gandia pasa
por herencia a los condes de Benavente y duques de Osuna, que abandonaron totalmente
el cuidado del palacio, quedando en estado ruinoso y utilizado para diversos
usos. Entre 1796 y 1797 fue utilizado como cuartel. En 1846 el XVI duque de
Gandia, don Mariano Téllez Girón
vende el palacio a Francisco Pujalt
para establece en el una fábrica de hilaturas de seda (Pujalt y Cía.). El
arquitecto Salvador Monmeneu, a fin de adecuarlo para dicha función, realizó
una importantísima reforma interior. Posteriormente, al cesar esta actividad,
se utilizó como almacén de granos, teatro operístico o viviendas particulares. En
1905 Juan Pérez de Sanmillán y Miquel,
consta como titular del palacio, al casarse con Emilia Fontanals, que lo había
heredado de la familia Pujalt. Es entonces cuando, Juan Pérez de Sanmillán
recibe el título de marqués de Benicarló,
por lo que, a partir de entonces, el palacio será conocido como Palacio de Benicarló. El nuevo propietario
acometió diversas remodelaciones que alteraron su fisonomía anterior. En esta
etapa renace la vida del palacio, recibirá la visita de del rey Alfonso
XIII.
Años más
tarde, durante el periodo en que Valencia fue la capital de la Segunda República,
el palacio fue la sede del gobierno Republicano. Acabada la guerra, es devuelto
a su propietario, Guillermo Pérez de Sanmillán
y Fontanals, II marqués de Benicarló. En 1973, durante los años de gobierno
del dictador Francisco
Franco, el Estado compra el palacio como sede de la Jefatura Provincial del Movimiento. En
la actualidad es la sede de las Corts Valencianes.
Para acondicionarlo a esta función los arquitectos Carlos Salvadores y Manuel
Portaceli efectuaron las reformas necesarias entre 1988 y 1994, recuperando,
en la medida de lo posible, los elementos originales del mismo.
Debido a
las numerosas reformas, en su interior contemplamos salones que van del gótico
hasta el modernismo pasando por el neoclásico, así como los cimientos de una antigua
casa de época romana, de la que se conservan muros, arcos, columnas y dos impresionantes
mosaicos descubiertos recientemente. No en vano su parte trasera linda directamente
con la Vía Augusta, que coincide con
la actual calle del Salvador.
En la
fachada principal se colocó una lápida conmemorativa que dice: En esta casa comprada por los jurados y
Junta de Muros y Valladares en 20 de marzo de 1408, a Mosén Pedro de Vilaragut
se instalaron las escuelas de Gramática y Artes de la ciudad y en 1412 las del
Cabildo Eclesiástico, mediando para esta unión el consejo de San Vicente Ferrer. Colocóse,
esta lápida por la Universidad
Literaria al celebrarse e IV Centenario de su erección. Año MCMII.
Fue declarado
Monumento Nacional, el año 1931. Recordemos, para finalizar que, Los Borja son
oriundos de Borja (Zaragoza), y se establecieron en Xátiva y Canals donde consiguieron
gran poder y prestigio. Recordemos que dos miembros de esta familia llegaron a Papas:
Alfonso
de Borja, como Calisto III, y Rodrigo
de Borja, como Alejandro VI, y que otro de los componentes de dicha
familia, fue elevado a los altares, San
Francisco de Borja.
Fuentes; WikipediA
y J. Diez Arnal
Imagen:
Pinterest
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