Manuel II el Patriota
Nacido en Lisboa, el 19 de marzo de
1889, fue el último rey de Portugal. Era el segundo hijo del monarca CARLOS I de Portugal, pronto se aficionó a los estudios sobre literatura portuguesa,
mostrando un fuerte apego a los libros; su educación le libró de mayores
responsabilidades políticas en tanto su hermano mayor Luis Felipe de Braganza era el heredero del trono portugués,
mientras Manuel no estaba destinado a ser rey. No obstante, su reinado se
inició repentinamente en 1908, año en el que radicales republicanos asesinaron
a su padre, el rey CARLOS I y a su hermano mayor.
El joven rey, carente de preparación
política, tuvo que salvar la posición de la dinastía de Braganza, forzando
la dimisión del primer ministro Joao
Franco y de todo el gabinete en 1908. Inmediatamente se declararon
elecciones libres en las que los republicanos y los socialistas no
obtuvieron la mayoría, pero el desprestigio de la Casa de Braganza durante los
últimos veinte años difícilmente podían ser revertidos por el inexperto monarca,
aun cuando personalmente el propio rey no era impopular.
La revolución republicana se inició
el 4 de octubre de 1910, con una pequeña revuelta militar en Lisboa, la cual se
amplió a unidades de la marina de guerra que bombardearon el palacio real desde
el estuario del Tajo. Aunque la revuelta republicana no disfrutaba de apoyo
popular masivo, los monárquicos tampoco gozaban de simpatías suficientes para
una oposición armada a la sublevación. Ante la falta de apoyo, Don Manuel,
refugiado en el Palacio de Mafra, huyó desde las playas de Ericeira, al norte
de Lisboa, a Gibraltar con toda la familia real el 5 de octubre. Ya en
Gibraltar supo que las guarniciones de Oporto y el norte de Portugal,
tradicionalmente monárquicas, habían acatado la recién proclamada República,
por lo cual el ex-monarca se dirigió a Gran Bretaña, donde fue recibido por el
rey Jorge V.
Vivió exiliado en el Reino Unido. El
4 de septiembre de 1913, se casó con la princesa alemana Augusta Victoria de Hohenzollern-Sigmaringen,
mostrando interés en los acontecimientos políticos portugueses, aunque sin
estimular un movimiento insurreccional que restaurase la monarquía, lo cual le
alejó de los monárquicos residentes en Portugal. No obstante, Manuel II rechazaba
la inestabilidad de la joven República, temiendo que ello amenazaría la independencia
del país o la conservación del imperio colonial. También mostró su apoyo a la
participación de Portugal en la Primera Guerra Mundial, así como a la
intervención portuguesa en las negociaciones de posguerra. El rey murió, en
Fulwell (Inglaterra), el 2 de julio de 1932, joven y sin hijos por lo que los movimientos
realistas que querían restaurar la dinastía de Braganza fracasaron en sus intentos,
ante la ausencia de heredero.
Al no dejar descendencia, la
sucesión en los derechos al trono de Portugal, pasaron a la línea de don MIGUEL I, en la persona de don Duarte
Nuño de Braganza, que pasó a ostentar el título de Duque de Braganza,
siendo reconocido como tal por el resto de Casas Reales y por la República
Portuguesa. Al mismo tiempo, el título fue disputado infructuosamente por María Pía de Sajonia-Coburgo Braganza
que se decía hija de CARLOS I.
Manuel II escribió durante su exilio
una importante guía sobre la literatura portuguesa medieval y del renacimiento,
la cual fue ampliamente aceptada y elogiada por los académicos portugueses,
aunque aún pensaba escribir una obra semejante por el periodo desde 1640 hasta
fines del siglo XVIII. Al morir, el gobierno del Estado Novo permitió que fuera
sepultado en el Panteón de los Braganza en Lisboa.
Fuentes; WikipediA,
Esacademic
Imagen:
Pinterest
Comentarios
Publicar un comentario