Anastasia Románovna primera esposa de Iván IV el Terrible
El origen de Anastasia lo encontramos en la familia
Zajaryin-Yuriev, que más tarde fue llamada de los Romanov. Su padre, Román
Yuryevich Koshkin-Zakharyev-Yuryev, fue asistente del monarca ruso Vasili
III. Aunque con dudas, parece ser que nació el 2 de octubre de 1531 o 1532.
Con motivo de su matrimonio con
Iván IV, la familia Romanov, escaló en la clase social, y en 1598, tras suspenderse
la línea moscovita de los Rurikovich, el parentesco existente con el último zar
Fiódor dio pie a los Romanov a reclamar un trono; con lo que sería elegido, en
1613, el primer zar de la casa Romanov, Mijail Fedorovich, que era sobrino
nieto de Anastasia, al ser nieto de su hermano, Nikita. Este hermano de Anastasia
fue el padre de Fiódor Romanov, el primero en tomar el apellido Romanov, que
era primo en primer grado del último zar de la dinastía Rúrik, Teodoro I. Esta
relación con la extinta dinastía facilitó la elección para el trono del hijo de
Fiódor, Miguel I de Rusia, después del Período Tumultuoso.
Anastasia era la menor de dos hijas,
y al morir su padre en 1543, vivió con su madre. Era famosa por su belleza; uno
de los motivos que decidieron a Iván el Terrible, a escogerla como esposa mediante
una selección efectuada en el Kremlin de Moscú entre todas las jóvenes
nobles en edad casadera. El matrimonio se celebró el 3 de febrero de 1547 en la
Catedral de la Anunciación, en el mismo año en que fue coronado como zar
el joven Iván IV con tan solo 16 años, el 16 de enero de 1547. La boda fue
oficiada por el metropolitano Macario. El matrimonio tuvo seis hijos: Ana, María,
Dimitri, Iván, Eudoxia y Teodoro I. De los que destacan, el zarevich Iván Ivanovich, que será asesinado
por su padre en 1581 y Teodoro I de Rusia.
Según algunos historiadores, Anastasia
tenía una discreta influencia para mitigar el carácter impulsivo y violento de
su marido. La zarina se dedicaba al bordado junto a algunas mujeres de la corte.
Bordados que se caracterizan por el lujo de los materiales empleados y el alto
mérito artístico, que atestiguan el gusto y el talento de la dueña del taller.
Algunas de sus obras se caracterizan por un cierto carácter histórico, en
conexión con los acontecimientos estatales o con la vida de la familia real.
Su salud se vio afectada por los
frecuentes partos y algunas enfermedades. En 1559 cayó gravemente enferma. A
causa de los grandes incendios que tuvieron lugar en Moscú en 1560 y tras el
ataque de un ejército de Crimea, la zarina fue trasladada a la aldea de Kolomenskoye,
donde fallecería el 7 de agosto de 1560, al parecer por las nubes de humo de
esos incendios. A causa de su muerte, Iván sufrió de serios problemas
nerviosos, aumentados por la sospecha de que Anastasia fue envenenada por los
boyardos. A pesar de no conseguir pruebas del crimen, ordenó que un gran número
de ellos fueran torturados y asesinados. La versión de dicho envenenamiento fue
respaldada por una serie de estudios de sus restos, realizados por la jefa del
departamento arqueológico de los Museos del Kremlin, Tatiana Panova, junto con
especialistas de la Oficina de Reconocimientos Médicos Forenses del Comité de
Salud de Moscú. Los geoquímicos realizaron un exhaustivo análisis espectral de
la trenza rubia oscura conservada de la zarina, donde se encontraron
concentraciones de mercurio, arsénico y plomo. Según las estimaciones, tal
cantidad de mercurio (principal veneno de la época), no podría haberse
acumulado ni siquiera con el uso diario de cosméticos, en los que era frecuente
el uso de un alto contenido de compuestos del metal venenoso. El mercurio se
registró no sólo en el cabello, donde apareció en una cantidad enorme, sino
también en los restos de ropa funeraria y en la caries.
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Ramón
Martín
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