Teodoro I Ivánovich (1584 - 1598)
Nació Teodoro I Ivánovich, también conocido como Fiódor
I Ivánovich, el 31 de mayo de 1557, siendo uno de los monarcas menos conocidos
de la historia rusa. Era hijo del zar Iván el Terrible.
Desde muy joven se hizo con la
reputación de ser poco ambicioso, además de mostrar desinterés por su condición
de príncipe. Es posible que esto se debiera a que no era el principal heredero al
trono ruso, del que sí lo era su hermano mayor, el zarévich Iván Ivánovich,
que había fallecido durante una riña con su padre en 1580. Su propio padre
dudaba de su capacidad para asumir el poder, razón que le llevó a disponer que,
a su muerte gobernara asistido por un consejo de regentes liderados por Boris Godunov, cuñado de
Teodoro. Ascendió al trono en un periodo tumultuoso marcado por la agitación
política y las luchas de poder en el imperio ruso.
Fue coronado zar de Rusia el 18 de
marzo de 1584, tras la muerte de su padre. En un ambiente plagado de intrigas y
conflictos, su gobierno se caracterizó por la falta de un poder que se pudiera
considerar efectivo. Debido principalmente a su naturaleza enfermiza y su
incapacidad para desempeñar un papel activo en la administración del país; lo
que se tradujo en una regencia ejercida por su madre y una serie de nobles
influyentes que supieron aprovechar la debilidad del joven zar. A pesar de su
limitada capacidad para gobernar, fue conocido por su inclinación hacia la paz
y la estabilidad. Sobre Godunov recayó la responsabilidad de defender a Rusia
de las incursiones tártaras y de asegurar las tierras conquistadas por su
padre, Iván el Terrible. Teodoro I, intentó acercar la Iglesia ortodoxa a la
influencia del patriarca instaurando el Patriarcado de Moscú en 1589, con
el que lograba un patriarcado de la Iglesia Ortodoxa rusa no sujeto a la
dominación otomana (a diferencia de los patriarcados de Alejandría,
Estambul, o Jerusalén), además de promover la tolerancia religiosa en un
periodo de creciente sectarismo. También destacó con algunas iniciativas para
mejorar el acceso a la enseñanza religiosa en el país.
Tuvo que enfrentarse a diversos desafíos,
que incluyeron problemas con los nobles y la creciente rebelión de la
población. Esta falta de liderazgo hizo que Rusia continuara experimentando una
notoria inestabilidad, lo que conduciría a la llamada "Época de los
Problemas". Tras la muerte en 1591 del zarévich Dimitri Ivánovich,
hijo menor de Iván el Terrible, Teodoro estaba obligado a tener un hijo
varón que heredase el trono ruso y asegurase la sucesión de la dinastía de
Rúrik. Cuando su única hija murió en 1594, cayó en una profunda depresión y
se apartó de las escasas tareas de gobierno que aún conservaba.
Muerto sin descendencia masculina el
20 de enero de 1598, su muerte provocó un vacío de poder que impactó
profundamente en la política rusa, siendo el catalizador de un período de caos
y desorden con la llegada de falsos pretendientes al trono y la guerra civil.
Su muerte marcó el fin de la vieja dinastía de Rúrik que descendía de Iván
I de Rusia.
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A pesar de su limitado papel en la
historia de Rusia, su legado se hizo notorio en el continuo esfuerzo por
estabilizar el país después de su fallecimiento. Su enfoque conciliador y sus
intentos de paz sentaron las bases para futuros intentos de unificar Rusia
durante épocas más turbulentas. En conclusión, puedo decir que, Teodoro I, a
menudo eclipsado por sus predecesores y sucesores, desempeñó un papel crucial
en un momento definitorio en la historia de Rusia.
Ramón Martín
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