Batalla del Puente de Alcolea de 1808
Vista de Alcolea |
A la
entrada de Alcolea, la cabeza del puente estaba defendida por don Pedro Agustín
de Echavárri, con un contingente de 1.400 soldados: dos batallones de
granaderos provinciales de Andalucía, el batallón de Infantería Ligera de Campo
Mayor, medio batallón suizo de Reding, un escuadrón del Regimiento de la Reina
y doce cañones en la orilla derecha, mientras en la orilla izquierda se encontraban
unos 5.000 paisanos armados. Pronto comenzó
el ataque por parte francesa, con fuego de artillería sobre la cabeza del
puente y la artillería española situada en la orilla opuesta. Mientras el
bombardeo seguía por parte francesa, acudió, al terreno de combate, una brigada
francesa, a lo que la artillería española contestó con nutrido fuego. Pronto, otra
brigada francesa, se sumó a la acción, dirigiéndose a los españoles situados en
la orilla izquierda. Dupont, envió a los Marinos de la Guardia, a la Brigada Suiza
junto con la caballería, a fijar en el terreno a dicho cuerpo español, en tanto
que se producía el ataque principal sobre el puente; al mismo tiempo, un
destacamento de la 3.ª Legión de Reserva, avanzó hacia la orilla derecha para
dividir los esfuerzos de los defensores mientras se desarrollaba la acción
principal en el puente. Advertidos
los españoles de todos estos movimientos del ejército francés redoblaron su
fuego. A consecuencia de lo cual, los franceses imprimieron mayor intensidad a
sus fuerzas contra la cabeza del puente, al tiempo que el primer Batallón de la
Guardia de París atacó los atrincheramientos. Fue entonces cuando, una compañía
de granaderos logró coronar el obstáculo y penetrar en el recinto, lo que
obligó a los españoles a replegarse. Con ello, el grueso de las fuerzas
francesas se apoderaba del puente y comenzaba a cruzarlo; el Regimiento de la
Guardia de París, apoyado por la 3.ª Legión de Reserva, atacó violentamente a
los defensores que se habían refugiado en Alcolea; con lo que, la caballería y
los marinos de la Guardia atacaron y dispersaron a los españoles situados en la
orilla izquierda. Este éxito permitió a los franceses cruzar el río
Guadalquivir. Los franceses entraron en Alcolea, donde pasaron a cuchillo a un
centenar de vecinos a los que encontraron armados. Los españoles tuvieron que retirarse
hacia Córdoba, donde se vieron forzados a abandonar la ciudad, dejando solo una
compañía de granaderos para entretener a los franceses, protegiendo de esta
manera, la retirada del resto hacia Écija. El ejército francés, tras vencer la resistencia de los pocos españoles que habían quedado
en Córdoba para permitir la retirada de sus compañeros, tomaron la ciudad el 13
de junio, y tras saquearla, continuaron hacia el sur hasta ser derrotados en la
Batalla de Bailén. Ramón Martín |
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