Lucha de Jacob con el ángel de Luca Giordano
Realizado entre 1694 y 1696
Óleo sobre lienzo de 251 X 112 cm
Museo de El Prado. Madrid. No expuesto
TEMA
Jacob luchó con un ángel hasta el amanecer,
momento en el que este le propuso acabar la pelea. Jacob, consciente de que
había peleado con Dios, le pidió su bendición.
DESCRIPCIÓN
Es
obra importante en el catálogo de Giordano, no solo por su incuestionable calidad,
sino porque en ella puso en práctica inteligentes recursos para crear efectos
nocturnos. Efectivamente, se trata de una escena escasamente iluminada, con luz
procedente de la parte superior, concretamente de la figura alada que
sobrevuela a los protagonistas y que parece ser la personificación de la
Aurora. Esta aparece precedida por una estrella que, junto con la primera
claridad del día que se vislumbra en el horizonte, constituye su única
iluminación. Todo ello da como resultado una luz extraña, preferentemente
cenital, intensa en el cabello de los dos personajes principales y muy escasa
en sus piernas, la cual otorga un mayor énfasis al rostro de los dos
protagonistas y al costado derecho del ángel. La luz se degrada en la parte
baja de la pintura y en el segundo plano, como los pies y piernas de Jacob, que
Giordano apenas esbozo. Las luces están pintadas
con pinceladas largas, rápidas y pastosas, mientras que los colores oscuros son
más líquidos y ligeros. Por esta razón su aspecto reseco y mate parece un
efecto pretendido por el artista, que buscaba con ello crear una ambientación
nocturna.
Giordano concibió esta pintura como pareja
del Sueño de Jacob, el
cual presentaba ya desde 1701 unas medidas sensiblemente diferentes; la Lucha
de Jacob con el ángel mide 251 x 112 cm, mientras que El Sueño de Jacob, de Patrimonio
Nacional, mide 248,5 x 89 cm. La razón que podría justificar estas diferencias
de tamaño entre dos pinturas que desde la primera referencia conocida se citan
como pareja, es que quizás fueron originalmente pensadas para espacios de
diferente tamaño, como puede también suponerse para otras pinturas de la ermita
de San Juan del palacio del Buen Retiro. Allí, pudieron situarse a ambos lados
de la puerta principal, la cual, por razones desconocidas, abría a dos huecos
asimétricos.
Texto: Museo del Prado (Madrid)






Estos temas sobre ángeles y arcángeles me fascina, así que cómo no me van a gustar estás pinturas. Son obras de arte impresionantes. Un abrazo
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