María Teresa de Saboya, esposa de Carlos X rey de Francia

 


María Teresa de Saboya, nació en el palacio Real de Turín —en ese momento perteneciente al reino de Cerdeña, el 31 de enero de 1756, fue la quinta hija del matrimonio formado por Victor Amadeo III de Saboya y de la infanta española, María Antonia Fernanda de Borbón. Su infancia transcurrió junto a su hermana María Josefina, que era tres años mayor que ella.

Con motivo de una serie de alianzas dinásticas, contrajo matrimonio el 16 de noviembre de 1773 con Carlos de Borbón, conde de Artois, (más tarde Carlos X de Francia). Aunque pareció que ambos estaban de acuerdo con la boda, la realidad es que no se querían. Carlos había intentado anteriormente, casarse con su prima hermana Luisa Adelaida de Borbón-Condé, matrimonio que no se llevó a cabo debido a que el rango de ésta, era muy inferior al de Carlos, el cual, como sabemos, era descendiente directo de un monarca francés, y nieto de Francia.

Esta unión fue la segunda de los tres matrimonios franco-saboyanos que tendrían lugar en cuatro años: En abril de 1771, su hermana mayor María Josefina se casó con el conde de Provenza, y en 1775 su hermano Carlos Manuel, heredero al trono de Cerdeña, se casó con la princesa Clotilde de Francia, hermana de Carlos.

Al ser Carlos nieto de un rey, María Teresa obtuvo el rango de Nieta de Francia, convirtiéndose en miembro de la familia real. Este rango le permitió mantener el título de Alteza Real que había disfrutado desde su nacimiento como nieta del rey de Cerdeña. Sin embargo, en Versalles se la trataba con el más sencillo de condesa de Artois. Fue uno de los personajes a los que más le disgustaba estar en la corte francesa de la época, por lo que, María Teresa, se mantenía callada y cansada en todas las fiestas que se celebraban. Además, no tenía una buena relación con su cuñada María Antonieta.

Un año después de su llegada a Versalles, quedó embarazada de su primer hijo, Luis Antonio, duque de Angulema y delfín de Francia, que más tarde sería pretendiente al trono francés, como Luis XIX; al año siguiente dio a luz a una hija Sofía, conocida como Madeimoselle como la princesa soltera de más alto rango en la corte, que falleció con 7 años; su segundo hijo, Carlos Fernando, duque de Berry; su última hija, María Teresa, Madeimoselle de Angulema, falleció con 5 meses.

Al estallar la Revolución Francesa, se exilió junto con su marido, por lo que nunca llegó a ser reina, ya que, exiliada en Graz, muere en el exilio el 2 de junio de 1805, siendo enterrada en Graz, en el mausoleo imperial existente junto a la catedral.

Ramón Martín


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