Ópera Real de Versalles
Diseñado por Ange-Jacques Gabriel,
la decoración de los interiores es obra de Augustín Pajou, fue
construida totalmente en madera, aunque pintada para parecer mármol. El
edificio está ubicado en el extremo norte del ala de los nobles. Algunas partes
—como los aposentos del rey—, son una de las primeras expresiones de lo que se
conocerá como «estilo Luis XVI». Fue inaugurada representando el Persée
de Jean-Baptiste Lully, que había sido escrita en 1682, el mismo año que
Luis XIV se trasladó al palacio, el 16 de mayo de 1770, cuando se
celebraba el matrimonio del delfín —futuro Luis XVI—, con María
Antonieta. En la ópera real, se pueden representar óperas, obras de teatro,
o interpretaciones de orquestas.
A medida que fueron aumentando los pensadores
ilustrados que cuestionaban los dogmas de la religión, muchos ciudadanos del
siglo XVIII comenzaron a reemplazar el púlpito con el escenario. La nobleza fue
decisiva en la promoción del teatro en
esta época. Luis
XIV, al que conocemos como El Rey Sol, por representar la alegoría
del sol en 1653, durante la representación de El ballet de la noche, trasladó su corte de París a Versalles, con la
clara intención de aumentar su control sobre el gobierno. La ópera no fue construida
hasta años después, reinando Luis XV. Fue su amante, madame de
Pompadour, patrocinó a artistas, actores y músicos. Mientras, la
aristocracia y la Iglesia no pagaban impuestos y era la burguesía la que pagaba
los gustos de la monarquía. Fue después de la muerte de madame de Pompadour,
cuando comenzó la construcción de la ópera.
A pesar de la necesidad de poder
disponer de un teatro permanente en Versalles, no será hasta 1681 cuando se construirá
una estructura permanente. El interior del teatro conocido como la Salle de
la Comédie contenía un semicírculo de filas de asientos con palcos en los
laterales. En la pared sur del teatro, colindando con la Escalier des
Princes, estaba el palco real, de forma octogonal y dos palcos más pequeños
a cada lado. La salle de la Comédie funcionaba como teatro permanente hasta
1769, cuando fue destruido para construir un acceso directo a los jardines
desde la corte real.
En 1688, Luis XIV construir
un Pequeño Teatro en el ala norte del Gran Trianón, estructura que fue
destruida en 1703 para ubicar un nuevo departamento para el rey. Pero Versalles
seguía careciendo de un teatro en el que poder montar producciones más
elaboradas. Los Ballet, óperas y efectos especiales requerían un teatro que
pudiera contener la complicada maquinaria utilizada en su producción. La salle
des Machines en el Palacio de las Tullerias en París, que había
sido diseñado por Carlo Vigarani, era el más cercano a Versalles. Debido
al desagrado que Luis XIV, sentía por París y su, cada vez mayor, deseo
de mantener su corte en Versalles, el rey aprobó la construcción de un teatro
más grande en 1685. Mayor que el teatro de las Tullerias, construcción muy
alabada. El edificio fue planificado en el extremo norte del ala de los nobles
y estaba en marcha al iniciarse la Guerra de los Nueve Años, en 1688, cuando hubo
que detenerlo permanentemente. No sería hasta el reinado de Luis XV que
sería retomada la construcción.
Al retornar la corte a Versalles en 1722,
los espacios usados por Luis XIV fueron, de nuevo, puestos al
servicio de la corte. En 1729, durante las celebraciones por el nacimiento del
delfín, se construyó un teatro temporal en la Cour de Marbre. La salle
de la Comédie y el Manège del Grand Écurie siguieron siendo usados
como durante el reinado de Luis XIV. En 1748, la Escalier des
ambassadeurs fue convertida en un teatro, en donde madame de Pompadour
montó y actuó en varias obras de teatro. Dos años más tarde, el teatro fue
desmantelado cuando la Escalier des ambassadeurs fue destruida para
edificar el departamento de madame Adelaida. Consciente de la necesidad
de un teatro más grande, además de permanente, en la década de 1740, Luis XV
consideró la reactivación de los planes de Luis XIV para construir una
sala de espectáculos permanente en el extremo norte del ala de los nobles. Pero
la Guerra de los Siete Años, impidió el comienzo de las obras. Al destruir un
incendio la Grand Écurie y el teatro del Manège en 1751 y puesto que la salle
de la Comédie se había convertido en un lugar inservible para producciones
teatrales, debido a su tamaño, Luis XV autorizó a Ange-Jacques
Gabriel el diseño de la ópera en 1763.
Los trabajos de construcción dieron comienzo
en 1765 y fueron acabados en 1770. Gabriel retomó un antiguo diseño de J.H.
Mansart y Gaspare Vigarani: la Salle des Ballets, situada en
el extremo norte del palacio, que había sido abandonada con el estallido de la
Guerra de Sucesión Española. El pabellón había sido llevado a su máxima altura
solo en el lado del jardín; por el lado de la calle, no había avanzado. En esa época, era el teatro más grande de Europa. Hoy en día, sigue siendo uno de los pocos teatros
del siglo XVIII que se mantienen en uso. El diseño de Ange-Jacques Gabriel fue
excepcional para su época, dado que contaba con un plano oval. El piso del
nivel de la orquesta podía ser elevado al mismo nivel del escenario, de forma
que era posible duplicar el espacio. En la transición del auditorio al
escenario, se introdujo un orden de columnas corintias. El proscenio se formó
por dos pares de columnas, unidas en profundidad. La ópera rompió con los teatros tradicionales de estilo italiano, fue proyectada para
servir no solo como teatro, sino también como un salón de bailes o de
banquetes. Fue inaugurada el 16 de mayo de 1770, con el Persée de Jean-Baptiste
Lully. El 1 de octubre de 1789, los gardes du corps du roi organizaron
un banquete para dar la bienvenida al Regimiento de Flandes, que había llegado
para dar protección de la familia real en vista de los rumores revolucionarios,
escuchados en París. En este banquete, Luis XVI, María Antonieta
y el delfín, recibieron el juramento de lealtad de estos guardias. Este fue el
último evento celebrado en la ópera durante el Antiguo Régimen.
Ramón Martín
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