Gerberga, esposa de Carlomán I, rey de Francia
Se
sabe muy poco de ella, desconociéndose su familia y ascendencia. Casada con Carlomán
I, tuvieron dos hijos, el mayor de los cuales recibió el nombre de Pipino.
Muerto Carlomán,
Gerberga esperaba que sus dos hijos heredaran el reino, y quizás pretendía ser
regente. En lugar de ello, Carlomagno tomó el territorio
de su hermano, y Gerberga huyó de Francia con sus hijos y el principal asesor
de Carlomagno, Autchar. En Lombardía fueron acogidos por el rey Desiderio
en Pavía.
Desiderio
y Carlomán
habían sido enemigos debido a la alianza entre Desiderio y Carlomagno.
Posteriormente, Desiderio, se había distanciado de Carlomagno
al repudiar este poco antes a la hija de Desiderio, Desiderata, y
ahora se había decidido a defender a la familia de Carlomán.
Se dirigió al papa Adriano I, pidiéndole que coronase a los hijos de Carlomán
como reyes de los francos y reconociera así su derecho a suceder a su padre. En
773, Carlomagno invadió Italia para poner fin a la amenaza que Desiderio
y Gerberga suponían. Desiderio fue sitiado en Pavía, y Gerberga se
refugió con sus hijos, en Verona, la ciudad más fuerte de los lombardos. Pavía
caería en junio de 774, mientras que, Verona ya había sido tomada, al no desear
sus ciudadanos presentar resistencia al ejército franco. Gerberga, sus hijos y Autchar
fueron llevados ante Carlomagno.
Se
desconoce qué fue lo que ocurrió después con ella, puesto que no hay más
referencias de ella. Algunos historiadores consideran que, lo más probable, es
que Gerberga y sus hijos fueran enviados a casas religiosas, pues tal fue el
destino de Desiderio y su familia. Aunque otros creen que las
exhortaciones de Carlomagno a sus propios hijos en la Divisio Regni,
donde ordena que ninguno de sus hijos debería dañar a los hijos o a los
sobrinos, sugieren que podía estar pensando en su propio tratamiento de sus
sobrinos.
Ramón Martín
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