Diana Frances Spencer
nació en Park House, Sandringham (Norfolk) el 1 de julio de 1961. Era la hija
menor de John Spencer, octavo conde de Althorp, y de Frances
Ruth Roche, una familia de la pequeña nobleza. Tenía dos hermanas, Sarah
y Jane, y un hermano Carlos. Los primeros años los pasó en la
residencia familiar de Sandringham, recibiendo su primera educación de manos de
institutrices.
En 1968, el matrimonio
Spencer, se divorcia, y la pequeña Diana quedó bajo la custodia de su padre. Aquel
mismo año ingresó en la escuela de King's Lynn, y dos años después se trasladó
al internado femenino de Riddlesworth Hall. En 1973 ingresó en el internado de West
Heath (Kent). Entre 1977 y 1978 estudió en Suiza y finalmente se estableció en
Londres.
Una vez en la capital, trabajó
para varias empresas hasta que en noviembre de 1977 conoció al príncipe Carlos,
primogénito de la reina Isabel
II y heredero del trono británico, con quien se unió
sentimentalmente dos años después. El 24 de febrero de 1981 el portavoz del Palacio
de Buckingham anunció el compromiso oficial de la pareja, y desde ese
momento Diana se trasladó a Clarence House, residencia de la reina
madre. La boda se celebró el 29 de julio de 1981 en la catedral de Sant Paul,
siendo oficiada por el arzobispo de Canterbury, convirtiéndose en un
acontecimiento de gran repercusión internacional, al que no faltaron los
principales miembros de la aristocracia europea y ciento setenta jefes de
Estado.
Por su enlace con Carlos
—por entonces príncipe de Gales—, Diana recibió el título de princesa
de Gales. Su familiaridad y simpatía pronto popularizó entre sus súbditos
el apelativo «Lady Di». El 21 de junio de 1982 la princesa dio a luz, en
el hospital Saint Mary de Paddington, a su primogénito, el príncipe Guillermo.
Aquel mismo año efectuó su primer viaje oficial en solitario, asistiendo al
funeral de la exactriz y princesa de Mónaco Grace Kelly. En abril de
1983, Diana acompañó al príncipe Carlos
a Australia y Nueva Zelanda, siendo el primer viaje oficial de los consortes.
El segundo hijo de los príncipes de Gales, Enrique, nació el 15
de septiembre de 1984.
Aunque siempre trató de llevar una vida familiar dedicada al
cuidado de sus hijos, eran muchos los compromisos oficiales que el matrimonio
estaba obligado a atender. Hasta 1985, los príncipes no mostraron desavenencias
en público, pero a partir de 1986 la prensa sensacionalista comenzó a divulgar
indicios de crisis matrimonial. A pesar de intentar ofrecer una imagen de
unidad, lo bien cierto es que, cada vez eran más frecuentes los viajes de Diana
en solitario, y en mayo de 1992, tras regresar de la India y Egipto, saltaron a
la opinión pública los primeros rumores de separación.
Andrew Morton, en un libro sobre
Diana, se reafirmaba en la tesis del fracaso matrimonial, además de confirmarse
la relación que Carlos mantenía
con su vieja amiga Camila Parker Bowles. A principios de diciembre de
1992 los príncipes se separaron, saliendo entonces a la luz la relación de
Diana con James Gilbey, desatándose una auténtica guerra de acusaciones
mutuas entre los defensores de la princesa y la casa real británica. Corrió el
rumor que, ambos príncipes, reclutaron periódicos nacionales para publicar sus
propias versiones sobre la ruptura. Por fin, en marzo de 1994, el matrimonio se
rompió de forma definitiva, y el 29 de febrero de 1996 Diana aceptó divorciarse
de Carlos.
En los años siguientes, ya separado el matrimonio, Diana prestó su imagen pública a diferentes organizaciones humanitarias, apareciendo en multitud de actos en favor de los sectores más marginados de la sociedad. Entretanto, la prensa sensacionalista continuó explotando la vida privada de Diana, y ésta llegó a reconocer su adulterio, y como consecuencia, la lista, de los amantes de Lady Di fue creciendo: a James Gilbey se unieron: Barry Mannakke, Philip Dunne, Oliver Hoare y James Hewitt. El último con quien se la relacionó fue el millonario egipcio Dodi Al-Fayed.
La noche del 30 al 31 de
agosto de 1997 ambos perdieron la vida en un aparatoso accidente de automóvil,
cuando trataban de evitar a los paparazzi, circulando a gran
velocidad por el túnel del puente del Almá en París. Al-Fayed murió en
el acto; Diana Spencer fue llevada al Hospital de la Pitié-Salpêtrière, donde
falleció pocas horas después. La casa real británica, que mostró muchas
reticencias, accedió a las reclamaciones populares y celebró en su honor un
soberbio funeral en Westminster, al que asistieron cerca de dos millones de
personas.
Ramón Martín
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