Teatro Tívoli de Barcelona

 


Para conocer los orígenes del actual Teatro, hemos de remontarnos a 1849, cuando se abren los llamados Jardines del Tívoli, situado en una zona sin urbanizar, fuera de la muralla de Barcelona. Estos jardines, de titularidad privada, ofrecían diversos espectáculos: conciertos, bailes... Era su propietario Bernat-Agustí de Las Cases, que procedía de una familia originaria de Francia, cuya hija se casó con el dramaturgo Federico Soler, conocido por Pitarra. Se tiene constancia de la existencia a partir de 1869 de un "teatro de verano", construido de madera donde se representaban zarzuelas, óperas y espectáculos musicales. En vista de que los conciertos y actividades escénicas cobraban importancia, en 1880 se edificó un teatro cubierto, donde se representaban algunas de las obras de Pitarra.

En 1919 se hizo una importante reforma que dio lugar al edificio actual; con una capacidad para acoger a 1643 personas, entre platea, club, anfiteatro, y los palcos laterales. Decorado a la moda existente en los principios del siglo XX, en su decoración abundan las molduras y los motivos vegetales en color dorado, así como el rojo de asientos y cortinas. Durante un tiempo se utilizó como cine, hasta que a mediados de los años noventa del siglo XX, se recuperó para el teatro, alternando sesiones de cine con funciones de teatro. De esta forma, por su escenario fueron pasando los más afamados artistas, no sólo del mundo del teatro o la danza, sino también de la música.



Ya cuando se inauguró, era uno de los teatros más grandes de Barcelona, y a partir de la reforma de 1919, pasó a ser el teatro de más capacidad después del Gran Teatro del Liceo.

A lo largo de la segunda mitad del siglo XIX fueron muy frecuentes las representaciones de ópera, zarzuela y opereta, al máximo nivel. En el cantaron y debutaron los más grandes cantantes de la última mitad del XIX y del primer tercio del XX: Mercè Capsir, Conchita Panadés, Cora Raga, Miguel Fleta, Emili Vendrell o Hipólito Lázaro, entre muchos otros. Así mismo su escenario acogió las primeras representaciones dadas en Barcelona de obras como: La Dolores, ópera de Tomás Bretón, en 1895, dirigida por él mismo; María del Carmen, ópera de Enrique Granados, en 1899; Curro Vargas de Ruperto Chapí, en el mismo año, Don Lucas del Cigarral de Amadeu Vives, también en 1899. Y el estreno en España de la ópera Marouf, de Henri Rabaud, en 1919; también en 1919 Pelléas et Mélisandre de Claude DebussyLa leyenda del zar Saltan de Nikolái Rimski-Kórsakov, en 1933; en 1973, Alcina de Georg Friedrich HaendelEl amor de las tres naranjas de Sergéi Prokófiev, en 1949; Zar und zimmermann de Albert Lortzing, en 1951, y Svanda Dudák (Svanda el gaitero) de Jaromir Weinberger, en 1954.



En 1950 tuvo lugar el estreno mundial de Merlín de Isaac Albéniz. En 1924 se representó Lohengrin de Richard Wagner traducida al catalán y cantada por Emili Vendrell. En 1901 actuó la compañía Teatre Líric Català, que estrenó una serie de obras de teatro en catalán de Apeles Mestres o Santiago Rusiñol con música de autores catalanes del momento como Granados, Morera o Gay.

    Debido a sus dimensiones y su céntrica situación, fue también utilizado en actos políticos. El 14 de abril de 1907, en un mitin celebrado en este teatro fue proclamada la Solidaritat Catalana.

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