Valentín González “El Campesino”

 


El Campesino nació el 4 de noviembre de 1904 en el pueblo pacense de Malcocinado. Con tan solo 8 años, trabajó como minero en Peñarroya con tan sólo ocho años. Al parecer, según leyendas, en 1927 fue el autor de la muerte de cuatro miembros de la Guardia Civil, por lo que tuvo que esconderse. No teniéndose noticias de él hasta unos días antes de la proclamación de la Segunda república en España. Por entonces, se ha convertido en un modesto contratista de obras. Según declaraciones propias ingresa en el PCE (Partido Comunista de España), aunque según algunas fuentes, esto no se produce hasta el momento de estallar la guerra, cuando ingresa en el mítico Quinto Regimiento, donde adquiere fama. Fama que va en aumento cuando está al mando de una unidad en la Sierra de Madrid, llegando a ostentar el grado de teniente coronel, en ese primer ejército de milicianos, de los primeros días de guerra.

Durante la contienda, participó en las principales batallas: Jarama, Guadalajara, Brunete, Belchite o Teruel. En esta última batalla, su prestigio decae, pues es la 46ª División, que en esos días estaba bajo su mando, la responsable directa de la pérdida de la ciudad.

Las opiniones sobre Valentin, son diversas: héroe para unos, para otros un anarquista encubierto, un torpe estratega e incluso un cobarde fanfarrón (calificativo con el que le describe Modesto en su publicación Soy del Quinto Regimiento. Es por todo esto una de las figuras más polémicas en el Ejército de la República.

Al acercarse el final de la Guerra escapó, desde el puerto de Adra (Almería) a Orán; desde donde se trasladó a la URSS, ingresando en la prestigiosa Academia Militar Frunze en Moscú, de la que fue expulsado y enviado a un campo de concentración en los Urales. De dicho campo de concentración, logró escapar y llegar a Irán. Pero poco tiempo pudo estar en Irán ya que, fue devuelto por las tropas británicas a la Unión Soviética, donde le encerrarían en el campo de concentración de Verkuta. De nuevo se fuga y llega a Moscú, donde fue recibido por Mijaíl Kalinin, jefe del Soviet Supremo, que le presta su ayuda para marchar de nuevo a Irán.

De Irán se instala en Paris, amenazando con pasar la frontera y regresar a España, con un poderoso grupo de guerrilleros, pero nunca llegó a realizar este proyecto. Continuó viviendo en Francia, en Metz, a pesar de haberle dado por muerto en Siberia en 1943. Desde allí, logrará introducirse, varias veces, en España. Carente de cualquier fuente de ingresos, estuvo viviendo gracias a la ayuda prestada por una sociedad benéfica.

De El Campesino se cuentan diversas anécdotas, algunas de ellas rocambolescas, como la que asegura su presencia en un juicio por su supuesto asesinato; o la autoría de un artículo de la Gaceta Ilustrada de 1976 en el que afirmaba ser el padre de la astronauta rusa Valentina Tereshkova.

Se conoce su presencia en Cuba, justo antes de la toma del poder en la Isla por parte de Fulgencio Batista. A partir de su fuga de la URSS, su anticomunismo fue creciendo; con la llegada de la democracia a España, tras la muerte de Franco, publicó una carta en Cambio 16, donde renegaba de su pasado, al tiempo que ponía en jaque tanto al comunismo como al fascismo, apostando por un modelo de convivencia en democracia y, recomendaba votar a la formación socialista de Felipe González.

Poco después regresaba a España, donde muere, en Madrid, el 20 de octubre de 1983, sin abandonar su idea de lograr una Tercera República Española.

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