El café licor

 

Cada año se celebran en la ciudad de Alcoy, sus tradicionales fiestas de Moros y Cristianos, por lo que quiero aprovechar que, aunque este año se han suspendido por la terrible pandemia que nos asola, es un momento tan bueno como otro cualquiera para hablaros sobre la bebida típica de la localidad, el café licor o aperitivo de café. Es una bebida muy popular por toda la zona norte de la provincia de Alicante y su consumo está muy ligado a estas fiestas. La bebida también es producida y consumida en Galicia o Murcia, aunque con algunas diferencias basadas en su sabor y graduación. 

No están muy claros los orígenes de esta bebida, aunque según el historiador Josep Tormo, el café gelat, denominación por la que es conocido en Alcoy, data del año 1844. Parece ser que, en esa época, los vendedores ambulantes de café añadían un toque de aguardiente u otro licor para así mantener mejor el calor en invierno. Pasadas unas horas, el café se enfriaba, cambiando su sabor, por lo cual empezó a popularizarse a la hora del aperitivo. A partir de entonces, comienza a conocerse por las localidades cercanas, produciéndose artesanalmente por las clases trabajadoras de la época. Con el paso de los años se convirtió en una bebida típica que crecía en popularidad al mismo ritmo que algunas fiestas como la de los Moros y Cristianos de Alcoy. 

Según la tradición, el aperitivo de café se prepara cuidando al máximo su principal ingrediente, el café de tipo Arábica de Colombia y Brasil, que es el más indicado para su elaboración. El café crudo en grano se tuesta lentamente justo antes de la preparación, para así aprovechar la mayor cantidad de aromas y sabores. Tras este proceso, el café se pasa a macerar en alcohol neutro durante, al menos, diez días hasta que está listo para embotellarse. El café licor debe contener una graduación alcohólica entre 15 y 25 % vol.

Aunque suele consumirse solo, a veces, puede consumirse combinada con otras, siendo las más conocidas el burret o plis-play y la mentira. Algunas de estas pueden considerarse auténticas bombas de relojería, tanto por su contenido en cafeína como por sus conocidos efectos laxantes.