Granja M. Viader en Barcelona

 


Seguro que muchos de los que leemos este artículo, hemos consumido, o consumimos aún, ese batido de leche y cacao, conocido por Cacaolat. Dediquemos unos minutos a conocer sus orígenes. 

Nos hemos trasladado a Barcelona, al Raval. Allí en el número 4 de un estrecho callejón (calle Xuclá), justo detrás de la Rambla de Barcelona, encontramos la Granja M. Viader, que cuenta con 150 años de historia, y es donde nacería el Cacaolat. 

En 1870, Rafaela Coma decide abrir una vaquería, con el consiguiente despacho de leche y nata frescas. En estas fechas, al derribarse las murallas de la ciudad, la ciudad se va transformando en una ciudad más industrial. A ella van llegando de las comarcas cercanas, gentes ávidas de encontrar trabajo, cansadas de un campo empobrecido. Uno de ellos es Marc Viader Bas, de Cardedeu, que llega en 1895 para incorporarse a trabajar en la lechería de la Sra. Coma. Viader, aprende pronto el negocio de la leche, y nueve años después, en 1904 la Sra. Coma le alquila la tienda. Tienda que, seis años más tarde Viader comprará, cambiando el nombre por Granja M. Viader. 

Pronto hace cambios en el negocio. Es consciente del problema que supone para la higiene, el tener las vacas en la trastienda de un establecimiento donde se vende comida, por lo que decide sacar la vaquería y hacer, en su lugar, un obrador para elaborar sus productos. La leche y los huevos que necesita los trae de su pueblo y otros cercanos y empieza a servir leche fresca por la ciudad, al tiempo que elabora nata (servida en hojas de col), requesón, crema, flanes, arroz con leche y otros derivados de la leche, mientras su esposa, Matilde Roger Canals, también natural de Cardedeu, despacha en la tienda.


Con el paso del tiempo, los hijos empiezan a trabajar en el negocio familiar, ya que, como era habitual en aquellos tiempos, Viader creía que la mejor formación es la experiencia. El matrimonio tuvo siete hijos, y pronto el primogénito José, deja los estudios, se pone a trabajar en la granja, ayudado por sus hermanos.

El negocio, gracias al trabajo de la familia, va prosperando y en 1925 fundan la que llegará a ser la mayor productora de leche del país, Letona, S.A. Viader que, desde sus comienzos había tenido una gran preocupación por la higiene y la seguridad alimentaria, comienza a tratar la leche con los procesos innovadores, para posteriormente distribuirla a las lecherías que no tenían producción propia. Por este motivo, construyen una Granja agropecuaria en Cardedeu con los últimos avances de la época, que pronto se convierte en una de las mejores granjas del país. Con afán de mejorar acuden a ferias y congresos de toda Europa e introducen en su explotación, la vaca holandesa para aumentar, con ella, la producción de leche. Fueron unos de los primeros ganaderos en sacar las vacas para que pastaran en los prados. 

Con las experiencias obtenidas en las ferias y congresos, empiezan a hacer yogur, leche condensada. En uno de sus viajes llegaron a Hungría donde conocen a un químico, con el que elaboran el que será su producto estrella, el Cacaolat, con una fórmula secreta que aún se mantiene inalterable. El Cacaolat, que se elaboraba en la fábrica de Letona, fue presentado al mercado en 1931. Fue tan grande el éxito obtenido que, en 1934 montaron un stand en la VI Feria de Muestras de la ciudad. 

En 1931 José, el hijo mayor y su esposa se hacen cargo de la granja de la calle Xuclà y el padre se reúne con otros empresarios del sector para estudiar la posibilidad de industrializar productos alimenticios, como después serían las marcas Danone, Letona o Cacaolat. Mientras tanto, otros hijos abren nuevas granjas en Barcelona, en la plaza San José Oriol, calle Cardona, Urgell, etc., el negocio se va expandiendo por toda la ciudad y uno de ellos se hace cargo de la granja agropecuaria de Cardedeu. 


Al comenzar la Guerra Civil, llegan momentos complicados, pues todas las granjas son socializadas por la CNT y los hijos varones tienen que ir a la guerra, menos uno que continúa trabajando en Letona, pero como un trabajador más y la mujer de José, la Dolores que sigue regentando la granja, aunque intervenida de la calle Xuclà. Mientras los abuelos van a Cardedeu y se hacen cargo de cuidar los nietos. Termina la guerra y pueden recuperar sus propiedades, pero continúan años de dificultades en la posguerra. Los abuelos deciden quedarse a vivir definitivamente en Cardedeu. 

Al morir Matilde en 1946 y Marc en 1954, los hijos cogen las rentas del negocio familiar, que pasará a los nietos al morir estos. En la actualidad, al frente del negocio, se encuentra la cuarta generación de Marc Viader y Matilde Roger y aquella pequeña granja de la calle Xuclà se ha convertido en una de las chocolaterías más reconocidas internacionalmente. En los años 70 Letona y Cacaolat pasaron a manos de Clesa, que después irá a manos de Parmalat y desde el año 2007 pertenecen al Grupo Dhul, división de alimentación del grupo Nuevo Rumasa. 


Mientras, la Granja Viader ha experimentado algún que otro cambio: en sus orígenes no era una granja, ya que Viader montó una lechería, que como todas tenía su origen en las antiguas lecherías. El sitio en el que comprabas la leche para llevártela a casa terminó por ser el sitio en el que consumías le leche. Al tomar las riendas su hijo, bautizó la lechería con su propio nombre: Marc Viader y amplió el concepto. Ya no era una lechería, sino que también era una cafetería. Años más tarde, fundó Letona S.A., que sería una central de tratamiento lácteo, que se dedicaba a refrigerar, pasteurizar, esterilizar y envasar productos derivados de la leche. Siendo, sin duda, el Cacaolat el producto más famoso. 

Cinco generaciones han pasado por las paredes de la Granja Viader desde que en 1870 abriera sus puertas. 

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