Calle de Alcalá en Madrid



A medida que Madrid ha ido creciendo, esta castiza calle madrileña, protagonista de muchos de los acontecimientos más significativos de nuestra Historia, fue creciendo también. En la actualidad comienza en la Puerta del Sol, para acabar su recorrido en El Barrio de Rejas, junto al nudo Eisenhower, ya en la M-14. Anteriormente acababa en la Puerta de Alcalá, denominándose desde allí, Carretera de Aragón. Posteriormente su recorrido se alargó hasta las Ventas del Espíritu Santo, y el término Carretera de Aragón se trasladó hasta allí. Un nuevo crecimiento trasladaría la Carretera de Aragón al cruce de la Calle de Alcalá con la Ciudad Lineal, para en otro intento llegar a la situación actual. 

La Calle de Alcalá se ha mantenido siempre con este nombre, exceptuando una corta temporada, en que llevó el de Duque de la Victoria. En ella se conservan antecedentes de construcciones particulares desde 1624. 

Cuenta la tradición que el sitio donde se encuentra la calle, se llamaba antiguamente Caños de Alcalá, por una fuente que allí había, rodeada de olivares, que fueron mandado arrancar por la reina Isabel I de Castilla, ya que en dichos olivares se cobijaban gentes que acometían a paseantes y viajeros. 

Sobre el arroyo que originaba la mencionada fuente, se construyó, en tiempos de Felipe II, el palacio de doña Eufrasia Pignatelli, principiando las edificaciones de la calle. 

Nos cuenta León Pinedo que, en la noche del 26 de marzo de 1623, llego a Madrid el príncipe de Gales, que venía en secreto a tratar su casamiento con la infanta doña María. Se instaló en la casa del embajador de Inglaterra, el barón Higini, situada en nuestra calle. Llego el príncipe a eso de las 11 de la noche, mandando a un criado que avisase al conde, de la presencia de dos caballeros que le querían hablar. Bajo el conde, y reconoció al príncipe y al marqués de Buckingham. 

Fallecido el conde-duque de Olivares, su viuda, tras una estancia en Toro, se trasladó el 21 de julio de 1645 a su villa de Loeches, desde donde pidió permiso para trasladarse a una moderada casa en la Calle de Alcalá, cerca Del Prado.


Algunos edificios de la calle


En el número 5 de nuestra calle está el Ministerio de Hacienda, edificio que fue construido por Sabatini, destinado a Aduana. Instalándose el Ministerio de Hacienda, el 21 de diciembre de 1845. 


El desaparecido Palacio de Torrecilla, estaba situado en el número 9, junto a la Real Casa de la Aduana, posteriormente, Ministerio de Hacienda, fue destruido por los bombardeos realizados por el ejército sublevado, durante el infructuoso intento de conquistar Madrid. Solo se conserva la portada barroca. 


En el número 13 de nuestra calle estuvo el Real Gabinete de Historia Natural. Instalado en sus principios en el Palacio de Saceda o Palacio de Goyeneche, por decreto de Carlos III, de 17 de octubre de 1771. En el edificio obra de don Pedro Rivera. Se destinaron los pisos bajo y principal a las dependencias de la Academia de San Fernando y el segundo para el Gabinete. A la primitiva colección se agregaron las alhajas y vasos heredados por Felipe V de su padre el Delfín. 


En el número 14, encontramos uno de los edificios emblemáticos de la ciudad. Me refiero al Edificio de la Equitativa, Fue construido por una empresa de seguros, y tras pasar por las manos de dos entidades bancarias, acabó siendo un hotel. Toda una vida dentro de la ciudad. 


En el número 15 se encuentra el Casino de Madrid, que en un principio estuvo ubicado en el Edificio de la Equitativa


Un Banco del País Vasco llega a Madrid, y el edificio que será su sede, es realizado por artistas llegados de allí. Estamos hablando del edificio del Banco de Bilbao, situado en el número 16 de la calle. 


En el número 20 se encuentra el Teatro Alcázar, donde anteriormente estaba el Trianon Palace, que fue destruido por un incendio. 


El edificio de la Unión y el Fénix Español, en el número 23 de la calle, destinado a ser la sede de la antigua compañía de seguros, fue uno de los primeros rascacielos de la ciudad. Desde 2006 alberga el hotel Petit Palace Alcalá Torre, de la cadena High Tech. 


Seguimos el sentido de la calle de Alcalá y en el número 25 se encuentra la Iglesia de Las Calatravas, formaba parte del antiguo Monasterio Real de la Concepción, y tiene una curiosa leyenda. 


En donde se encuentra el Café de Fornos (número 27), estuvo el Convento de Nuestra Señora de la Piedad, conocido por Las Monjas de Vallecas, ya que había sido fundado en Vallecas en 1473 por Alvar Garcidíez de Rivadeneira, maestresala de Enrique IV. Se instalaron las monjas en este sitio de nuestra calle, a mediados del siglo XVI, cuando la calle era aún arrabal. En la actualidad es sede del Banco Vitalicio. 


Realizado por el arquitecto pontevedrés, Antonio Palacios, como sede del Banco Mercantil e Industrial, alberga en la actualidad diversos organismos, algunos dependientes del gobierno de la Comunidad de Madrid. En el número 31. 


Siguiendo la numeración, llegamos al número 34 donde se encontraba la Casa de Los Heros, que fue Sede de la Presidencia del Gobierno, hasta el año 1914. 


Situado en el número 34 de la Calle de Alcalá, encontramos las dependencias de la Sede del Ministerio de Educación La sede también se compone del edificio situado en el número 36 de la citada calle, habilitado para albergar las dependencias del Ministerio durante los años 1931 y 1932. 


En el número 36, también estuvo ubicado el Teatro Japonés, en el iniciaron su carrera, artistas como Amalia Molina, Pastora Imperio y la Fornarina. 


El Edificio Metrópolis Edificio Metrópolis es uno de los más admirados de Madrid, situado en el número 39 de la Calle de Alcalá, tiene una gran cantidad de elementos curiosos, pequeños secretos y una larga historia que merece conocerse. 


El convento de la Natividad y San José, denominado popularmente convento de las Baronesas, fue un convento de monjas carmelitas, ubicado en el número 42 de la calle de Alcalá. 


El Círculo de Bellas Artes, es una entidad cultural privada sin ánimo de lucro con sede en el número 42 de la madrileña calle de Alcalá, donde estuvo el convento de la Natividad y San José. Es un centro multidisciplinar, donde se desarrollan actividades que abarcan desde las artes plásticas hasta la literatura pasando por la ciencia, la filosofía, el cine o las artes escénicas. 


Del antiguo convento de san Hermenegildo, que era de Carmelitas Descalzas, fundado por iniciativa de santa Teresa de Jesús, derribado en tiempos de la Revolución, solo queda la iglesia, que fue construida en 1742 y sirve de parroquia de San José, aunque conocida popularmente por la advocación del Carmen. Está situada en el número 43 de la Calle de Alcalá. 


Al lado de la Iglesia de San José, en el número 45, se halla el Teatro Apolo, que debió llamarse de Moratín. Construido bajo la dirección del arquitecto Señor Sureda. 


Edificio del Banco de Vizcaya, En el número 45 de la Calle de Alcalá. El arquitecto bilbaíno Manuel Ignacio Galíndez Zabala, recibió el encargo del Banco de Vizcaya para su nueva sede en Madrid. 


El palacio de Lorite o edificio de Banca Calamarte, fue un edificio ubicado en el número 46 de la Calle de Alcalá, esquina con la calle del Marqués de Cubas. Fue proyectado por el arquitecto José de Lorite Kramer y construido entre 1923 y 1924 a raíz del encargo de la Banca García-Calamarte.


Siguiendo la Calle de Alcalá, en su bajada hacia la Fuente de la Cibeles, en la plaza del mismo nombre, en el número 48, haciendo esquina con el Paseo del Prado, encontramos el edificio del Banco de España.


Justo al otro lado de la Plaza de Cibeles, en el número 50 de la Calle de Alcalá, nos encontramos con un imponente edificio, se trata del Palacio de Cibeles, actual sede del Ayuntamiento de la ciudad. 


En el número 51 se encuentra el Palacio de Buenavista, que Ministerio de la Guerra y hoy Cuartel General del Ejército de Tierra de España. Los jardines integrados en el solar que ocupa el edificio corresponden con lo que fue la Huerta del Corregidor Juan Fernández. 


Frente al Palacio de Buenavista, nos vamos a encontrar con el Palacio de Linares, con su famosa leyenda. 


Hemos conocido los cuatro edificios que están situados en las cuatro esquinas que formar los ejes de la Calle de Alcalá, con el Paseo de Recoletos y el Paseo del Prado. Pero se forma una plaza, el lector sabe que nos referimos a la Plaza de Cibeles, que recibe su nombre de la diosa Cibeles, que se enseñorea de la Plaza y posiblemente de Madrid entero. 


Subiendo por nuestra Calle, camino de Alcalá, llegamos al Palacio del marqués de Portugalete fue un gran palacio construido en la década de 1860, ubicado en el número 56 de la Calle de Alcalá, en la esquina con la calle Alfonso XI. También conocido como el Palacio de Bailén, perteneció a la familia de Castaños, descendiente del General Castaños, el vencedor de la batalla de Bailén. 


El Palacio de Alcañices, fue un edificio, actualmente desaparecido, que estaba situado en el número 74 de la Calle de Alcalá, sobre los terrenos que ocupó la vivienda de don Luis de Haro. 


La Iglesia de san Manuel y san Benito, ubicada en el número 83 de la Calle de Alcalá, Es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura neobizantina madrileña, junto con el Panteón de Hombres Ilustres, también obra de Arbós. 


Entre el espacio que ocupa el Palacio de Linares y la Puerta de Alcalá, números 55 en adelante, se hallaba el Real Pósito de la Villa de Madrid, que fue construido en 1745, para controlar las exigencias de los panaderos y contaba con el suficiente suministro de trigo y harinas, contando asimismo con los correspondientes hornos. A mediados del siglo XVIII, El Barrio de Villanueva, se componía de 42 casas, habitadas en su mayoría por panaderos que suplían la carestía de este artículo en determinadas épocas. En 1743, la Junta de Abastos, quitó los referidos hornos de Villanueva, protegiendo así a los panaderos particulares de la Corte, con lo que la famosa panera llamada de la Santísima Trinidad se dedicó a almacén para los telones y enseres de los teatros De la Cruz y del Príncipe. Dedicándose posteriormente a cuartel de Ingenieros, siendo derribado en tiempos de la Revolución. 


Una vez pasada la plaza de la Independencia, donde se encuentra la Puerta de Alcalá, se construyó un edificio destinado a escuelas, que fue inaugurado el 18 de octubre de 1886. Y en la glorieta que se halla delante de este edificio, se encuentra la estatua ecuestre del general Espartero, obra del escultor Alfred Gibert. 


La Calle de Alcalá y las plazas de Toros: Es posible que el origen de las corridas de toros sea el siglo XII. Desde sus comienzos, cualquier lugar de la ciudad céntrico y amplio era válido para el toreo; es por ello que las plazas mayores de las diferentes villas se convirtieron, en los primitivos cosos. En el caso de Madrid, hasta comienzos del siglo XVIII, fue la Plaza Mayor la que celebró las principales corridas, aunque compartiendo su uso con otras tradiciones y actos públicos de la villa, como el comercio o los actos de fe. 


En 1737 comenzó a construirse la primera plaza de toros de la ciudad bajo una estructura circular y en madera, aunque con carácter provisional. Estaba situada junto al río Manzanares y era conocida bajo el nombre de Casa Puerta, con una capacidad de 10.900 espectadores. Acogió tan sólo tres corridas y estuvo funcionando cerca de doce años, hasta que el rey Fernando VI financió la obra de la primera plaza permanente, la de la Puerta de Alcalá


Aunque sus tendidos eran de madera, fue rodeada por una base de cal y canto, con una fachada de mampostería enfoscada carente de decoración. Su aforo era de 12.000 espectadores, aunque en 1833 se sustituyeron las gradas de madera por piedra. Se ubicaba donde actualmente se encuentran las calles Claudio Coelho y Conde de Aranda. Con las obras del ensanche de la ciudad, tuvo que ser derruida a comienzos de 1.870. 


Fue sustituida por la Plaza de Toros de Goya; situada en donde en la actualidad se encuentra el Palacio de los Deportes. Fue diseñada bajo un estilo mudéjar, tenía un ruedo de 60 metros de diámetro y un aforo para 14.867 espectadores. Fue inaugurada el 4 de septiembre de 1874 y durante sesenta años, testigo de una de las épocas más brillantes del toreo en Madrid. 


Por su popularidad y años de gloria, se necesitó preparar una monumental adaptada a los tiempos. Es así como en 1931 comienza a construirse la actual Plaza de Las Ventas, respetando el estilo de la de Goya, pero ampliando sus localidades hasta cerca de 25.000. Se inauguró finalmente en 1.934. 


El apellido Alcalá es ilustre en los anales de Madrid, constando que uno de los doce regidores que puso el rey Alfonso XI, fue Vicente Pérez Alcalá. Don Garcías-Fernandez de Alcalá fue secretario del rey Juan II; Juan de Alcalá, alcalde Mayor de su alteza; Alfonso de Alcalá fue el firmante, el tiempo de los Reyes Católicos, por comisión de los mismos, la concordia entre el regimiento y los caballeros, escuderos e hijosdalgos de esta Villa; Luis de Alcalá fue regidor en 1841; Francisco Alcalá desempeñó igual cargo en 1516. El mayorazgo de Alcalá vino a parar en don Antonio de Mendoza, caballero de la Orden de Calatrava, el año 1627.

 

Para la realización del presente artículos se ha consultado: NOTICIAS Tradiciones y Curiosidades – LAS CALLES DE MADRID de Hilario Peñasco y Carlos Cambronero.

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