Navío Montañés de España



    Construido por Julián de Retamosa sucesor de José Romero Landa como constructor de barcos para la Armada Española. Tomó como base, para la construcción, los planos de Romero Landa, a los que hizo algunas variantes, con lo que logró un buen resultado como navío de línea, siendo con el Neptuno y el Argonauta los navíos de esta clase, pudiendo compararse a los mejores extranjeros.

    Era más rápido que sus contemporáneos, llegando a navegar a 14 nudos con viento fresco a un largo y 10 ciñendo, además, su batería baja, se encontraba a una altura idónea, 1,89 m. sobre la flotación.

    Su primer comandante fue el capitán de navío don José Jordán, quien, tras apresar la fragata francesa Efigenia consiguió burlar a ocho navíos franceses y dos fragatas, logrando fondear en San Feliú de Guíxols, donde pudo acoderarse, y repeler el ataque. Manteniendo el combate a larga distancia con todos los navíos fueron pasando por su costado. Los españoles solo tuvieron que lamentar, la pérdida del condestable y dos marineros y varios heridos. Los franceses se retiraron y regresaron a Menorca.

    El 14 de mayo de 1795 llega de arribada a Mahón, con los prisioneros franceses que tenía de la fragata Efigenia, apresada. Ese mismo año es insignia de la escuadra del jefe de escuadra don Ignacio María de Álava, destinada a Filipinas para reforzar la presencia española en la zona; estando compuesta por tres navíos y cinco fragatas. Durante la travesía del Pacífico las dotaciones se ejercitaron en el uso de la artillería. 

    Durante los ocho años siguientes, se mantuvo con la misión de hostigar el comercio británico en los mares de China. No era una labor muy destacada, pero la escuadra española se encontraba preparada para combatir a los británicos, logrando ser una fuerza disuasoria ante un hipotético ataque a las Filipinas por estos, que preferían atacar posiciones francesas, menos férreamente defendidas. Álava sorprendió en una ocasión a dos navíos y una fragata británicos en las costas de China cerca de Cantón. Los ingleses tuvieron que aparejar picando cables y abandonando botes y pertrechos, pudiendo huir porque el Montañés hacía agua y tenía daños en el aparejo. Luego los ingleses publicaron que los dos navíos y la fragata habían dado caza a los españoles.

    Volvió en 1803 a Cádiz, donde estaría fuera de servicio en reparaciones.

    En junio de 1805 se decide su alistamiento y en un tiempo récord de seis horas y media se le forró el casco de cobre. En Trafalgar pierde a sus dos comandantes, don Francisco Alsedo y don Antonio Castaños, pero el teniente de navío don Alejo Gutiérrez de Rubalcava logró llevarlo a la bahía de Cádiz, con 20 tripulantes muertos y 29 heridos.

    El 25 de febrero de 1806, una vez reparadas sus averías, efectuó diversos viajes, tocando tierra en Baleares y Canarias.

    En junio de 1808 participa en la captura de la escuadra francesa de Rosilly en Cádiz.

    Al mando de José Quevedo el 1 de mayo de 1809, en conserva del navío San Lorenzo y dos ingleses conducen a prisioneros franceses a Canarias, regresando a Cádiz el 18 de septiembre. En diciembre parte a Puerto Rico a llevar prisioneros y presidiarios y recoger caudales.

    Tuvo su final en un violento temporal frente a la bahía de Cádiz estando mandado por José Quevedo, el 6 de marzo de 1810. Fue parcialmente quemado por los franceses, que sitiaban la ciudad, pero pudo ser recuperado, siendo vendido en subasta pública el 12 de marzo de 1822. 

    Tenía 190 pies de Burgos de Eslora, 51 de Manga y 25,6” de Puntal. En su botadura se le armó con 28 cañones de a 24 libras, en su primera batería, 28 de a 18 en la segunda, 10 de a 8 en el Alcázar y 6 de ese mismo calibre en el Castillo. Durante la batalla de Trafalgar, armaba 28 cañones de a 36 libras, 30 de a 18, 8 de a 8 y 10 obuses de a 30 libras. Durante dicha batalla, llevaba una dotación de 749 hombres, de los cuales 275 era tropa de Infantería (167 de Infantería de Marina y 108 del Batallón de Voluntarios de Cataluña): los artilleros eran 53 (33 de artillería de marina y 20 del ejército). Posteriormente, en 1806, la dotación se redujo a 686 hombres, y en 1808 a 607.
Ramón Martín

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