Universidad Literaria de Valencia
Se trata de un edificio que ocupa
una manzana, con sus dependencias ordenadas alrededor de un gran claustro de dos
plantas. Se le conoce con el nombre de "La
Nau", por estar en la calle de la Nave. Calle que debe su nombre a un
antiguo mesón que llevaba ese nombre.
El 28 de febrero de 1410 el "Consell General" insta a los
jurados, para que se pongan de acuerdo, y unificar todos los estudios que se
encontraban desperdigados por la ciudad. Llamamiento que no tuvo ningún efecto.
Las primeras noticias que se tienen de un "Estudi
General" se remontan al 7 de Octubre de 1411, fecha en que el "Consell" decreta la reunión
definitiva de todas las escuelas de la ciudad, en la propiedad de mosén Pedro
Vilaragut y su esposa Martina Pérez Dorries. La casa había sido adquirida el 20
de marzo de 1408 y se encontraba en el lugar que hoy ocupa el Palacio de Benicarló. En dicha casa, se
instalaran los estudios de Gramática y Artes de la ciudad y en 1412 las del
Cabildo Eclesiástico.
Pero la institución no cumplía las
expectativas requeridas, así los Jurados propusieron el 28 de septiembre de
1490 la construcción de un "Estudi
General" con aulas suficientes para las diversas enseñanzas. La idea
tuvo una excelente acogida y el 1 de abril de 1493 la ciudad compra a Isabel
Saranyó una casa situada en la parroquia de San Andrés, provista de dos huertos
y dos patios. Las obras comenzaron inmediatamente, aunque no adquirieron el definitivo
impulso hasta el año 1498, en que el célebre maestro de obras Pere Compte, autor de La Lonja de los Mercaderes, fue
contratado para construir y habilitar el edificio. El edificio del "Estudi General" comienza su
andadura en su emplazamiento que ocupa en la actualidad.
El 30 de abril de 1499 fueron
aprobados por los Jurados de la Ciudad los "Capitols"
para el establecimiento de la institución, en ellas se recogía el régimen jurídico.
Con estas constituciones se pretendía elevar el rango de los estudios
impartidos y poder conceder títulos y grados académicos de bachilleres y
doctores. Un mes más tarde se procedió a la bendición del nuevo centro de
enseñanza. El pontífice Alejandro VI, por bula de 23 de enero de 1501 y
el rey don Fernando el Católico, por
privilegio de 16 de febrero de 1502, concedieron a la Universidad de Estudios Generales de Valencia, los privilegios de
poder enseñar todas las facultades y ciencias, licenciando y doctorando, tal y
como hacían las universidades de Roma, Bolonia y Salamanca.
El Justicia y los Jurados comunicaron
a la ciudad y al Reino las concesiones por medio de una crida, el 13 de octubre
de 1502, donde se explicarían todas las ciencias y facultades. Se impartirían
cátedras de Lenguas sabias, Artes, Leyes y cánones, Medicina, Astronomía,
Matemáticas, Teología, Ciencias filosóficas y políticas y Arte de Notaría. La
nueva Universidad seguía el modelo de la Corona de Aragón, en el cual el "Consell General de la Ciutat"
asumía el patronato y derecho de nombramiento de sus componentes y se encargaba
a su vez de la financiación de la institución. Desde un principio, la
Universidad, dio excelentes resultados y alcanzó justa fama por el
florecimiento en el desarrollo de todas las enseñanzas, saliendo de sus aulas verdaderas
lumbreras, cuyos nombres brillaron en todas las ramas del saber.
En los siglos XV y XVI fue la
Facultad de Medicina de más relieve e importancia en el contexto universitario.
Personajes de la talla de Lluís Alcanyis, Pere Ximeno y
Lluís Collado dieron justa fama a la Universidad de Valencia. Alrededor de ella
surgieron diversos colegios mayores: el Colegio de la Presentación o de Santo
Tomás de Villanueva, para favorecer a diez pobres que aspirasen al sacerdocio;
el Colegio de la Asunción o de Na Monforta y el de la Purificación o de
Rodríguez; aunque el de mayor dotación económica era el del Corpus Christi
dotado por el arzobispo San Juan de Ribera en
1594. En 1563 Felipe II estableció el colegio de San Jorge
para religiosos de la orden de Montesa y en 1643 el doctor Melchor de Villena
creó el colegio mayor de los Santos Reyes para estudiantes de teología y
medicina. En 1765 se instala en las dependencias de la Universidad la Real Academia de Bellas
Artes de San Carlos, en las salas recayentes a la
calle Salvá y la esquina de la calle Universidad. La Academia de San Carlos
ocuparía la Universidad hasta 1850 en que la abandona para ocupar el
desamortizado Convento del Carmen.
Entre 1790 y 1795 el arquitecto
Joaquín Martínez construye la Biblioteca, formada por dos pisos, la planta baja
con seis aulas, mientras que el piso superior era ocupado por la colección de
libros que iban siendo donados o comprados por la Universidad, como la donación
del erudito Francisco Pérez Bayer. La sala estuvo presidida por un busto en
mármol de Pérez Bayer realizado por el escultor José Esteve Bonet.
Al comenzar la Guerra de la
Independencia, la Universidad cerró sus puertas, sus profesores y alumnos se
alistaron y crearon batallones que, fueron enviados a la defensa de Zaragoza y
Barcelona. El 7 de enero de 1812 durante uno de los asedios a la ciudad, una
bomba cayó en la Biblioteca de la Universidad destruyéndola. Algunos libros habían
sido puestos a salvo previamente. Cuando el general Suchet entró en la plaza, lamentó
profundamente aquel desastre y dispuso que el antiguo y despoblado convento del
Carmen fuera hogar provisional de los suspendidos estudios. La Universidad,
paso a ser, durante un corto periodo de tiempo hospital de prisioneros. Finalizada
la guerra, el edificio comenzó a ser reconstruido con lentitud.
Referente al edificio, se planteó
acabar con la diversidad de salas que la formaban, por lo que se encarga un
plan que diera unidad al conjunto de la Universidad. El encargado de este plan,
fue el arquitecto académico Timoteo Calvo Ibarra, que lo realizó en 1839. Se
toma como modelo la fachada realizada en la calle de la Universidad por el
arquitecto Joaquín Martínez. En 1840 comienzan las obras de reconstrucción, que
no acabaran hasta finales del siglo XX. El 12 de mayo de 1932 la Universidad sufre
un incendio fortuito, quedando destruidos los laboratorios de Física y Química,
el Museo de Historia Natural y el Observatorio Astronómico, todo en la fachada de
la calle Salvá. En 1987, abandonado el edifico de todas las enseñanzas, al instalarse
el nuevo campus de la zona de Blasco Ibáñez, es rehabilitado el Paraninfo, en
1991 es inaugurada la rehabilitación de la Capilla de la Sapiencia y en 1999 se
dan por terminadas las últimas obras de rehabilitación integral del edificio.
En cuanto a las fachadas del edificio, debemos destacar
las obras realizadas en 1790 por el arquitecto Joaquín Martínez que levanta
parte de las fachadas de las calles de la Nave y de la Universidad, en 1840
Timoteo Calvo termina la fachada de la calle de la Nave y un trozo de la actual
plaza del Patriarca, Antonio Martorell realiza hacia 1886 el resto de la
fachada de la calle Universidad y gran parte de la calle Salvá, Javier Goerlich
en 1954 termina la fachada de la calle Salvá y parte de la plaza del Patriarca
y por fin en 1965 el arquitecto Emilio Rieta levanta la fachada que
quedaba pendiente en la plaza del Patriarca para lo que hubo que derribar
en 1954 unas casas adosadas a la misma. Todos ellos mantienen la misma
estructura neoclásica siguiendo el plan director que había sido elaborado en
1839 por el arquitecto Timoteo Calvo Ibarra.
En 1964, Javier Goerlich, junto a Octavio Vicent, construyen
la fuente adosada a una de las paredes exteriores, concretamente la que da a la
Plaza del Patriarca. En ella están representados al que fue rector de la
Universidad Vicente Blasco García, el papa Alejandro VI y los reyes Fernando el Católico
e Isabel la Católica. En el centro una figura femenina
desnuda, en mármol, que representa a la Sabiduría. En la parte superior de la
fuente a modo de cenefa una inscripción que dice: S.P.Q VALENTINVS acrónimo de
"Senatus Populusque Valentinus". Todo un guiño al antiguo emblema de
las legiones romanas (SPQR).
La puerta principal se halla en la calle de la Nave,
frente al Real Colegio del Corpus Christi, llamado popularmente
del Patriarca. Al penetrar en la Universidad por esta puerta, se accede a un
profundo zaguán, a mano derecha se encuentra la Capilla. Al frente se entra
directamente en el claustro. Junto a la Capilla de la Sapiencia se encuentra el
patio rectoral, donde una amplia escalera conduce a la gran sala rectoral
situada en el primer piso. Desde aquí se accede al claustro alto.
Claustro Mayor En 1844 comienzan las
obras, realizadas por el arquitecto Sebastián Monleón Estellés, que terminará
en 1871, sobre un anterior claustro del siglo XVIII, se levanta este nuevo
claustro con columnas de orden toscano que sostenían una galería
descubierta con aulas. Entre 1943 y 1944 el arquitecto Javier Goerlich Lleó levanta
la columnata jónica del segundo piso, manteniendo los antepechos de balaustres
de la parte inferior y construyendo una nueva balaustrada en la parte superior
y cubriendo la galería superior. En 1880 a instancias del rector de la Universidad
don José Monserrat, se coloca en el centro del claustro una escultura en bronce
de Juan Luis Vives, realizada por el escultor José Aixá Iñigo;
fundida en una sola pieza por el maestro Ríos en los Talleres de "La
Primitiva Valenciana".
En 1902, con motivo de la
celebración del IV centenario de la creación de la Universidad, los estudiantes
de Bellas Artes colocan en las paredes del claustro diecisiete grandes
medallones en bajorrelieve vaciados de escayola que nos recuerdan a grandes
figuras relacionadas con la Universidad valentina. Así vemos a los jurados de
la ciudad de Valencia que acordaron la creación del "Estudi General" en 1499: Juan de Villarrasa, mosén Jaime
Valles, Damián Bonet, Luis Almenrich, Bernardo Vidal, Sebastián Vila, Pedro
Belluga, Bartolomé Figuerola, Enrique de Sacra, Pedro Esplugues, Simón Sanchis,
Juan Albert y del racional Gaspar Amat. Junto a ellos, encontramos al
catedrático Pedro Juan Núñez, al rector Vicente Blasco; a Antonio José
Cavanilles, y al dominico fray Vicente Ferrer.
La construcción del observatorio meteorológico es obra de
Sebastian Monleón, en 1861 y el salón rectoral, en 1864. En la actualidad dicho
observatorio ya no existe al construirse uno nuevo en la actual Avenida de
Blasco Ibáñez.
Por este claustro bajo se entra en la Biblioteca de la
Universidad. A pesar del destrozo que supuso la bomba que cayó sobre la
biblioteca durante la guerra de la independencia, esta dispone de más de cien
mil volúmenes de gran valor, códices miniados, manuscritos de gran interés,
incunables y libros de un valor histórico incalculable. Allí encontramos el
único ejemplar que se conoce de "Les
obres o trobes en lahor de la Verge Maria" primer libro que se
imprimió en España en 1474. También encontramos el libro de caballería "Tirant lo Blanch", una Biblia
del Papa Luna Benedicto XIII con notas autógrafas de San Vicente Ferrer y
varias ediciones de los Fueros valencianos.
Teatro Académico o
Paraninfo El
teatro académico, Paraninfo o Salón de actos se construyó hacia 1659 por el
maestro de obras Vicente Fos según trazas del padre Tosca. Hacia 1733 el
arquitecto Felipe Rubio Mulet ampliará el teatro y en 1869 Sebastián Monleón
efectuó reformas, abriendo una nueva puerta y cerrando las dos existentes. De
planta casi cuadrada, cubre todo su espacio con una gran bóveda de cañón de dos
tramos, divididos por un gran arco fajón de casi 16 metros de diámetro, dos
enormes lunetos a cada lado completan esta cubierta y proporcionan luz al interior.
Un grade río ciñe la disposición cuadrilonga del teatro. Domina en todo el
recinto la lógica estructural de sus distintos elementos. Esta severidad
decorativa sólo solo se ve aliviada por la colocación en todo su perímetro de
la galería de retratos de personajes históricos vinculados a la Universitat de
València, que circundan todo el recinto. El nombre de Teatro Académico le viene
por la costumbre que existía durante los siglos XVII y XVIII de representar,
los estudiantes, obras de teatro en latín y griego, con el objetivo de adquirir
destreza y soltura en el manejo de esas lenguas.
Capilla de Nuestra
Señora de la Sapiencia Su puerta adintelada
tiene una leyenda en la parte superior que dice: "Omnis sapientia a Domino Deo est" (“Toda sabiduría
proviene de Dios"). Consta de una sola nave
rectangular, de cuatro tramos con dos tribunas en el tercer tramo y coro alto a
los pies. Cubre sus tramos con bóveda de cañón sobre arcos fajones atravesada
por lunetos de perfil agudo. Bóveda que descansa sobre pilastras adosadas al
muro. Al presbiterio se abre un arco triunfal de amplio abocamiento que da paso
a la cúpula oval sin tambor. La cúpula se levanta sobre cuatro arcos torales y
presenta óculos que permiten la iluminación interior. La cabecera adopta planta
rectangular con una amplia sacristía por detrás. De comedida decoración
barroca, la capilla, ofrece un alzado con apilastrados corintios adosados a los
muros, entablamento con resaltos en los ejes de las pilastras y guirnaldas representadas
en el friso, intercolumnios planos formados por arcos que albergan nichos con
estatuas y altos zócalos de azulejos.
La capilla de la Sapiencia, en origen, fue una estructura
gótica proyectada por Pere Compte entre 1498 y 1499, y reedificada en su
totalidad entre 1735 y 1737 por el maestro de obras Miguel Martínez que la dotó
de un aire clasicista. La cabecera está presidida por la tabla tardogótica
o protorenacentista de la Virgen de la Sapiencia, pintada por Nicolás Falcó
hacia 1516, instalada hoy día en un retablo barroco de madera dorada del siglo
XVII. En la predela del retablo encontramos dos pinturas de San
Buenaventura, y Santo Tomás de Aquino y en el ático a San
Vicente Ferrer como arcángel, las tres atribuidas al pintor Evaristo Muñoz
Estarlich. La tabla de la Virgen de la Sapiencia fue costeada por Luis Navarro,
rector que fue de la Universidad en 1521. En la tabla de Nicolás Falcó se puede
ver a la Virgen de la Sapiencia entre San Lucas y san Nicolás. Algún autor la
ha denominado en tono poético "Soberana Aurora de la Sapiencia".
Los muros se articulan
por pilastras corintias que sostienen un entablamento volado que
sirve de andador. En ellos las arcadas de medio punto se adornan con pinturas y
esculturas sobre altos zócalos de azulejos del siglo XVIII. Destacan
los lienzos: del Beato Gaspar Bono de José Camarón
Bonanat pintado en 1788. Junto al ángel podemos ver un casco con cimera y
plumaje, alusivo a la condición de soldado del beato antes de su profesión
religiosa. Otro lienzo representa a San Vicente Ferrer en la fundación del "Estudi General", es obra
anónima del siglo XVII; San Luis Bertrán de Luis Antonio Planes pintado en
1789, el Ángel Custodio de Manuel Moreno Gimeno, pintado en 1945, San
José de Calasanz de Manuel Camarón Meliá, pintado en 1788, a los pies
figuran la mitra y el báculo rechazados; el Beato Nicolás Factor de José
Vergara Gimeno pintado en 1788. En el primer tramo de la nave en sendas
hornacinas abiertas en el muro esculturas de: San Isidoro de Sevilla, obra en
piedra de 1944 firmada por Vicente Benedito Baró en 1944 y San
Bruno en piedra caliza de Ignacio Vergara Gimeno. Esta escultura
procede de la Casa Procura que tenía de la Orden cartuja de Vall de Crist por
la calle Serranos y que fue donada a la Universidad por el rector José Pizcueta
Donday propietario que era del inmueble en ese momento.
La decoración se reduce a los elementos moldurados y elegantes golpes de talla en el intradós de los arcos fajones y enmarcaciones de las ventanas. Abundan los escudos de la ciudad, que ejerció el patronato de la Universidad; los encontramos en el remate del retablo, en la clave de la cúpula y el centro de cada uno de los tramos de la bóveda de cañón. La capilla ha sido utilizada desde su fundación, no sólo para la celebración de actos religiosos: en ella tenían lugar toda clase de actos académicos solemnes, como la colocación de grados. Desde 1987 se procedió a su restauración integral, reabriéndose en enero de 1990.
La decoración se reduce a los elementos moldurados y elegantes golpes de talla en el intradós de los arcos fajones y enmarcaciones de las ventanas. Abundan los escudos de la ciudad, que ejerció el patronato de la Universidad; los encontramos en el remate del retablo, en la clave de la cúpula y el centro de cada uno de los tramos de la bóveda de cañón. La capilla ha sido utilizada desde su fundación, no sólo para la celebración de actos religiosos: en ella tenían lugar toda clase de actos académicos solemnes, como la colocación de grados. Desde 1987 se procedió a su restauración integral, reabriéndose en enero de 1990.
Patio rectoral Realizado hacia 1842 en
estilo renacentista por Timoteo Calvo, sigue las trazas de los palacios romanos
del siglo XVI. Así junto a los arcos de medio punto, encontramos la decoración
típica de esa época como son: nichos con esculturas, medallones en relieves y
vanos abiertos en los muros a la mas pura estética clásica. Estructurado con
tres alturas, en el piso alto podemos encontrar cuatro medallones realizados
por Bernardo LLácer Viana con representaciones simbólicas de Isaac Newton (Ciencias),
Hipócrates (Medicina), Petrus Lombardus (Letras) y Justiniano (Derecho), las
cuatro enseñanzas o facultades que se impartían en la Universidad. Por debajo
de cada uno de ellos en el interior de un nicho encontramos esculturas de puttis
alados que exhiben útiles específicos de cada una de las disciplinas antes
descritas. También encontramos en este patio diversas lápidas conmemorativas de
grandes patricios o benefactores de la Universidad, así la lápida del
doctor don Carlos Pastor Mompie, decano de la Facultad de Ciencias que al morir
dejó parte de su fortuna a la Universidad. Fue colocada en 1922 y realizada por
el escultor Francisco Paredes García. En zonas abiertas al público podemos
encontrar hasta nueve lápidas conmemorativas distribuidas entre el patio
rectoral, el claustro y la entrada por la calle Universidad.
En el vestíbulo de entrada de
la calle Universidad, el suelo es de metacrilato transparente, ya que por
debajo del mismo podemos observar restos de las antiguas murallas árabes que dispuso la ciudad en los siglos
de dominación musulmana.
Fuentes:
Historia
de la Universidad Literaria de Valencia... / por Francisco de P. Vilanova y Pizcueta
La
Universidad Literaria de Valencia y sus obras de arte / Felipe M. Garín Ortiz
de Taranco
J. Diez Arnal
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