Renault FT-17
Fabricado en Francia, estuvo en servicio desde finales de
la Primera Guerra Mundial, llegando a usarse por los alemanes, durante la
Segunda Guerra Mundial, como vehículo policial en la Europa ocupada. Fue el
primer tanque con una torreta, que incluía el armamento principal. Debe ser
considerado como el primer tanque moderno.
Cierto que, los franceses, no pudieron tener el mismo
éxito que los británicos, en cuanto a fabricación de grandes carros blindados,
aunque hicieron una importante aportación, en carros ligeros. Siendo
revolucionarios en cuanto a distribución, con una torreta giratoria sobre un
casco que, se dividía transversalmente en: compartimientos de conducción, de
combate y del motor. Distribución que se ha mantenido hasta nuestros días. Con
las experiencias del carro Schneider, Estienne decidió diseñar un carro ligero
específico de apoyo a la infantería y armado con ametralladoras. Esta vez es la
firma Renault la que se interesa en el proyecto, y en diciembre de 1916 el
modelo estaba acabado. El proyecto fue desarrollado por el coronel Jean
Baptiste Estienne que, como base, escogió el tractor de artillería Holt, con el
propósito de asegurar una buena protección a la infantería y con un sistema de
tracción capaz de superar obstáculos a una velocidad de 7 km/h. El primer
vehículo, en colaboración con Schneider, fue el Schneider CA-1, inferior a los modelos británicos.
A pesar de su poca potencia de fuego, se pidieron 150
carros. Surgió un problema al fabricar la torre, que fue rediseñada, pasando de
ser cilíndrica a tener una forma octogonal (torreta Berliet). Cuando se terminó
el estudio de la torre, se dieron cuenta de que, con algunas modificaciones, se
podía instalar una ametralladora, manera unos modelos montaban una ametralladora
Hotchkiss y otros cañones Puteaux de 37 mm. Asimismo se construyeron modelos de
reconocimiento, sin armamento. Posteriormente, Estienne diseñó un nuevo modelo con
un cañón de 75 mm, modelo que empezó a producirse en febrero de 1918.
La primera unidad que pudo disponer de estos carros fue
el 501° Regimiento de Carros de Combate participando, en su primera acción en
el bosque de Retz el 31 de mayo de 1918. Actuaban como apoyo de la infantería,
consiguiendo frenar la ofensiva alemana del verano. A pesar de quedar
obsoletos, Francia los siguió usando hasta la Segunda Guerra Mundial.
En el periodo de entreguerras fue uno de los carros de
combate más utilizados. Fue construido con licencia en los Estados Unidos para
su ejército en tres fábricas diferentes, al que denominaron Light Tank
M-1917, transfiriendo 236 al ejército canadiense en 1940. Los soviéticos
construyeron con licencia una versión que denominaron KS (Krasnoye Sormovo) "Russki
Reno". El Regio Esercito italiano compró cuatro para pruebas en mayo
de 1918; en 1920 se construyeron 153 bajo licencia, con el nombre de Fiat 3000. Otros países compraron estos
carros a Francia, e incluso, los alemanes emplearon carros capturados, como una
especie de vehículo policial, entrenamiento y algunos fueron entregados a la
Luftwaffe para protección de aeródromos; todos ellos como: PanzerKampfwagen 17R/18R 730(f).
Ante las pérdidas y las lecciones aprendidas en la guerra
del Rif, el gobierno español determinó que los tanques eran necesarios. Decidido
a dotar al ejército de carros de combate, contactó con el francés, y el 23 de
junio de 1919 llegó a España el primer Renault FT-17, con torreta octogonal,
para ser probado. Satisfactorias las pruebas, se decide adquirir ocho FT-17
armados con ametralladoras Hotchkiss calibre 7 mm y dos con cañón Puteaux de 37
mm, pero la operación es cancelada por el gobierno francés. A pesar de esto en
agosto de 1921 se compraron diez Renault FT-17 armados con ametralladoras
Hotchkiss de 7 mm, que fueron a prestar servicio en la Sección de Infantería de
la Escuela Central de Tiro; semanas más tarde se adquirió otro FT-17 y un
FT-17TSF de transmisiones como carro de mando para formar una compañía (dos
secciones de cinco carros cada una) que tendría como destino Marruecos.
Posteriormente se compraron seis nuevos carros para reponer las bajas, lo cual
permitió formar una nueva sección para el desembarco de Alhucemas.
Los Renault FT-17, junto con los carros Schneider CA-1, fueron los primeros vehículos blindados del
ejército español. Su primera acción tuvo lugar el 14 de marzo de 1922 contra
las posiciones de Ambar y Tuguntz, sin cosechar ningún éxito. También fueron
utilizados en el Desembarco de Alhucemas, donde tampoco fueron útiles. Acabada la campaña en
Marruecos, los FT-17 volvieron a la península, donde fueron integrados en el
"Grupo de Carros de Asalto", y en 1931 se crearon dos regimientos de
infantería (Regimientos Ligeros de Carros de Combate), compuestos de cinco
carros cada uno. Uno era el Regimiento de Carros Nº 1 de Madrid y el Nº 2 de
Zaragoza, formados por un batallón con tres compañías y tres secciones de cinco
carros cada una, tres con cañón y dos con ametralladoras.
Participaron en las acciones de Cuatro Vientos de 1930,
mayo de 1931 y en Oviedo durante la revolución de Asturias, de 1934. Cinco de
estos carros quedaron en el bando republicano, al estallar la guerra civil; dos
de éstos tomaron parte en los ataques al Cuartel de la Montaña y de Campamento;
además apoyaron a las milicias enviadas al puerto del Alto del León hasta ser
relevados el 27 de julio. Intervinieron también en la defensa de Mérida, Don
Benito y en el contraataque contra Mérida. El 5 de septiembre se perdieron dos
de los FT-17 en Talavera de la Reina, y los tres que quedaban fueron utilizados
en los ataques contra Maqueda, entre los días 22 y 24 de septiembre. Una vez de
vuelta a Madrid, participaron activamente en la defensa de Madrid en los
combates desarrollados en la Casa de Campo, donde los tres supervivientes
resultaron destruidos durante el invierno de 1936.
En el Frente del Norte, el 9 de agosto de 1936 llegaron a
Bilbao tres FT-17 armados con cañones Puteaux procedentes de Francia, a los que
se añadieron tres más desembarcados por el buque Cristóbal Colón en Santander
armados con ametralladoras. Ya en marzo de 1937, el Autom desembarcó en Santander,
16 FT-17, nueve de ellos armados con cañones Puteaux, procedentes de Polonia.
Estos tanques fueron usados en la batalla de Santander.
El Renault FT-17 es un carro de combate
ligero. Estaba dotado de un cañón Puteaux SA 18 de 37 mm. El casco
del carro FT-17 era una simple caja blindada con un estrechamiento en la parte
de atrás. El motor, cuatro cilindros en línea de 4534 cm³, de 35 caballos,
estaba situado en la parte trasera. La alimentación se hacía con ayuda de
bombas, y sus dos depósitos tenían una capacidad de 95 litros.
La transmisión estaba compuesta por embrague y caja de
velocidades Renault, con cuatro marchas y marcha atrás. La refrigeración se
hacía por agua y se podía acceder al motor por un portón trasero encima del
casco. La cámara de combate y la de conducción ocupaban la delantera, y la
tripulación accedía al interior por dos puertas situadas en la parte anterior.
También había una salida detrás de la torre, el conductor estaba sentado en la
delantera, justo detrás de la puerta de entrada. Su asiento estaba a nivel del
suelo y podía ver a través de tres mirillas con una contraventana abatible. Sus
mandos eran una palanca de cambios a la derecha y dos de dirección a la
izquierda. El jefe del vehículo-tirador se encontraba en la torre, en el centro
del vehículo, y podía estar sentado sobre un pequeño asiento. Tenía cinco
mirillas para la visión y podía girar la torre manualmente. La cámara del motor
estaba separada de la de combate por un mamparo cortafuegos. La munición estaba
alojada debajo de la torre y a lo largo de las paredes de la misma.
Las orugas se regulaban por dos poleas de tensión en la
parte delantera, y para ello tenía cuatro conjuntos de ruedas en sus trenes de
andadura: el primero de tres y los tres siguientes de dos. Todos iban montados
sobre una viga longitudinal. La tracción se realizaba por una rueda dentada en
la trasera, y en la parte superior tenía seis pequeños rodillos de vuelta.
El blindaje era de entre 6 y 16 mm. Medía 6 m de largo, 1.70m
de ancho y 2 m de alto, su peso era de 7 toneladas, y alzaba una velocidad
máxima de 8 km/h, con una autonomía de 8 horas o 35 km en carretera. Podía cruzar
trincheras de 1,50 m de ancho, superaba pendientes de 50°, y vadear un río
de 80 cm de profundidad. Además era capaz de derribar muros de 40 cm de
espesor.
Fuentes Varias
Imágenes de Pinterest
No sabía que le debíamos el diseño del tanque moderno a los franceses. Gracias por el artículo. Saludos.
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