Amelia de Orleáns, esposa de Carlos I


            Nacida en Londres el 28 de septiembre de 1865, Amelia de Orleáns es la última reina de Portugal, una figura de lo más interesante por su fuerte posición de defensa y amparo de los más desfavorecidos, así como la tragedia que se vio obligada a afrontar con la muerte de su marido, Carlos I de Portugal y de su propio hijo, el príncipe Luis Felipe, heredero de la corona lusa. Era hija de Felipe, conde de París, y su esposa María Isabel de Orleans, infanta de España, tuvo una infancia feliz. No obstante, muy pronto se encontró con la cara más amarga de la vida, pues dos de sus tres hermanos varones fallecieron aun siendo niños, algo que marcó fuertemente el carácter de esta mujer.

            Destacó por su belleza, siendo una importante candidata a ocupar el corazón de alguno de los monarcas europeos del momento. Su tía, la duquesa Clementina de Sajonia-Coburgo-Gotha, era consciente de su potencial. Así, fue ella misma quien enseñó la foto de su sobrina al príncipe heredero Carlos en la corte real de Lisboa. Así, en 1886, el Príncipe, completamente prendado con Amelia, se trasladó a Francia para conocerla.

            Los primeros años fueron felices, la entonces futura reina de Portugal mostró su interés por los problemas sociales de su país. Con frecuencia visitaba los barrios más marginales, algo que no gustó demasiado a la aristocracia del momento. No obstante, ella jamás cambió su postura, llegando incluso a fundar dos organizaciones sociales: el Instituto Princesa Doña Amelia y la Asociación Nacional contra la Tuberculosis.

            Fue proclamada reina consorte junto a su marido. No obstante, la felicidad pronto se esfumó. Las tensiones en el país desembocaron en un atentado en 1908 contra la Familia Real en la Plaza del Comercio de Lisboa. Dos republicanos atacaron y dispararon contra el carruaje real. El rey murió al instante, su hijo mayor fue herido de muerte y el hijo menor sufrió heridas en su brazo. La reina logró escapar de las garras de la muerte, pero en su interior algo había muerto.

            Intentó por todos los medios que su hijo pequeño fuera preparado para convertirse en el futuro rey, pero finalmente la Familia Real fue obligada a abandonar el país tras proclamarse la República de Portugal en 1910. Moriría en Le Chesnay (Francia), el 25 de octubre de 1951 con 87 años y una amplia lista de tragedias vividas.


Fuentes; WikipediA, Sobreportugal
Imagen: Pinterest

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