Muhammad XII el Zagal, sultán de Granada desde 1485 a 1486
Allah Muhammad b. Sa´d b. Ali, hermano
de ABU I-HASAN y tío de BOABDIL,
era llamado por sus compatriotas al zagal, el valiente, el poderoso en la
guerra. Su rostro era grave y digno, de singular blancura, aunque algo pálido;
el cuerpo de regulares proporciones, ni flaco ni grueso; elevada su estatura.
Era el duodécimo sultán nazarí que llevaba el nombre de Muhammad.
Las fuentes cristianas aseguran que fue
proclamado por los granadinos, mientras que, un anónimo nazarí dice que, se apoderó
del trono, en una fecha situada poco después de la pérdida de Ronda, el 23 de
mayo de 1485. Aunque llegó a acuñar moneda, su futuro como sultán no era muy
esperanzador. Ese año de 1485 en que Muhammad al Zagal comenzó a reinar había
sido nefasto para los granadinos, ya que en dos meses habían caído las citadas
Coín, Cártama, Ronda y Marbella. Entre tanta pérdida, al Zagal volvió a conseguir
una victoria en Moclín. El 3 de septiembre de 1485, destrozó la avanzadilla del
ejército castellano que, por una imprudencia del conde de Cabra, se
había anticipado al grueso de las fuerzas. Los musulmanes se apoderaron de los
pertrechos y artillería.
Entonces, los cristianos decidieron
atacar Cambil y Alhabar. La fortaleza de los dos castillos y su emplazamiento inexpugnable
exigió a los castellanos la instalación de tres reales y doce días de asedio
con uso de artillería pesada para que en ramadán de 1485 se rindieran los musulmanes cambileños. A cambio de la entrega, el alcaide
Mahomed Lentin, consiguió que los
habitantes pudieran salir libres y trasladarse con sus bienes a Granada. La
caída de esta plaza avanzada, pieza clave en la frontera y la defensa de Granada,
originó la evacuación de los castillos de Arenas, Montejícar e Iznalloz.
Mientras tanto, MUHAMMAD XI-Boabdil, que con el apoyo de FERNANDO V se había instalado en la región oriental del reino, había ido
consiguiendo que diversas fortalezas de la zona lo reconocieran como sultán
gracias a la promesa de paz que el rey castellano le había realizado y que
amparaba a todos sus súbditos y a aquellos que le acatasen. Esto animó a sus
seguidores en Granada, que consiguieron convencer a los habitantes del
Albaicín, ganaderos y campesinos deseosos de paz y tranquilidad en el
territorio, para que proclamaran a BOABDIL y
alcanzaran así la paz con los enemigos. La guerra estalló en pleno corazón de
la capital. Los partidarios de Muhammad al Zagal, llegaron a utilizar
artillería y almajaneques con los que lanzaban piedras a los del Albaicín desde
las murallas de la alcazaba vieja. Los adictos de BOABDIL resistían
a la espera de la llegada de éste. La lucha se desarrolló durante más de dos meses,
entre marzo y mayo de 1486. Finalmente tío y sobrino llegaron a un acuerdo, presionados
por los alfaquíes, que se quejaban diciendo que por las diferencias de los
reyes se perdía el reino. BOABDIL renunció
al reino en favor de su tío y se fue a Loja.
Entonces los Reyes Católicos tomaron Loja tras un violento ataque de artillería
que, obligó a los lojeños a abandonar la resistencia y capitular el 30 de mayo
de 1486. Todos los habitantes salieron libres con sus bienes, armas y caballos.
En ese momento BOABDIL estableció
un segundo acuerdo con FERNANDO V con el cual el castellano le concedía la región oriental de Granada
como señorío en vasallaje de Castilla si el nazarí conseguía en seis meses apoderarse
de esta región. Para facilitarle la labor, los Reyes Católicos concedieron el 5 de junio de 1486 tregua y paz
por tres años a Granada y las ciudades y villas que se alzasen por MUHAMMAD XI-Boabdil.
Tras la conquista de Loja, la
artillería castellana hizo capitular a Elvira, Íllora, Colomera, Moclín y
Montefrío, todas en el espacio de un solo mes, además de otras aldeas de la
zona que se entregaron. Paras mantener viva la guerra civil nazarí, FERNANDO envió
de nuevo a BOABDIL,
hacia la región oriental para que se estableciera en los castillos de la zona.
Sus habitantes lo reconocieron y se sometieron a él buscando la paz y seguridad
que el tratado con los cristianos les prometía. Una vez consolidado, el pretendiente
se dirigió a Granada el 15 de octubre de 1486 y entró secretamente en el Albaicín,
donde sus partidarios le esperaban. Los restantes granadinos se mantuvieron fieles
a su tío, el emir Muhammad XII al Zagal, y la lucha fratricida volvió a las calles
de la capital.
BOABDIL contaba
con el apoyo militar de Castilla en hombres, artillería y suministros, pero al
Zagal decidió, el 23 de enero de 1487, entrar por la fuerza en el Albaicín y masacrar
a los rebeldes, convocó a la gente de Baza y Guadix para que desde el camino de
Alfacar entraran por la puerta de Fajalauza. El ataque simultáneo permitió a
los de al Zagal apoderarse de varias puertas del barrio, aunque sus defensores
consiguieron rechazar el ataque. Mientras tanto, el rey FERNANDO se
dirigió a asediar Vélez-Málaga, por lo que Muhammad XII al Zagal, tuvo que
dividir sus fuerzas y enviar un contingente a socorrer la ciudad, cosa que no
consiguió, y los de Vélez-Málaga tuvieron que cejar en su dura resistencia y
capitular el 4 de mayo de 1487.
Los vencidos pudieron emigrar con
sus bienes a donde desearon y algunos fueron trasladados por los cristianos al
Norte de África. Esta conquista, como sucedió en otras ocasiones, llevó
aparejada la entrega de otras alquerías y plazas menores de los alrededores,
como Bentomiz o Comares. De regreso hacia Granada de la fallida expedición de
socorro de Vélez, al Zagal recibió la noticia de que su sobrino MUHAMMAD XI con sus partidarios del Albaicín se habían apoderado de la
ciudad y había sido proclamado nuevamente el domingo 29 de abril de 1487.
Ante ello, al Zagal se dirigió a la Alpujarra y a continuación se estableció en
Guadix.
Fuentes; WikipediA,
Nubeluz
Imagen:
Pinterest
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