Leonor de Castilla, esposa de Alfonso IV


Sello de Leonor de Castilla

Nacida en 1307. Era hija de Fernando IV de Castilla y de su esposa Constanza de Portugal. A los cuatro años fue comprometida con el infante Jaime de Aragón, primogénito de Jaime II de Aragón, en las Vistas de Calatayud. Celebradas entre Fernando IV y Jaime II en 1311, al mismo tiempo se acordaba el matrimonio entre María de Aragón, hija de Jaime II, con el infante de Castilla Pedro, hermano de Fernando IV. 

    En 1312, cuando contaba con cinco años de edad, murió su padre Fernando IV, un año después, falleció su madre, la reina Constanza. La infanta Leonor continuó residiendo junto a su hermano, el rey Alfonso XI. Sin embargo, el heredero de la corona aragonesa, Jaime, a pesar de su compromiso matrimonial, se encontraba deseoso de recibir las órdenes sagradas, entonces se produjo la intervención del papa Juan XXII, que le recordó los compromisos contraídos. En vista de lo cual, Jaime II y su hijo, cuyas relaciones iban deteriorándose, firmaron en octubre de 1319, ante notario un acta, por la que Jaime se comprometía a contraer matrimonio, aunque, posteriormente, acordaron que el infante debería estar presente en la misa nupcial. ​ 

    El 18 de octubre de 1319 se celebraron los esponsales, terminada la ceremonia, oficiada por el arzobispo de Tarragona, el infante Jaime volvió a transmitir a su padre su deseo de renunciar a sus derechos e ingresar en un convento, el infante huyó a caballo, dejando abandonada a su esposa. En diciembre de 1319, renunció a sus derechos, tomó el hábito de la Orden de San Juan de Jerusalén, en el Convento de Santo Domingo. 

    Tras la renuncia de Jaime, fue proclamado heredero del trono el infante Alfonso, el futuro rey Alfonso IV. El rechazo del infante Jaime hacia Leonor pudo ocasionar graves incidentes diplomáticos entre castellanos y aragoneses, aunque Jaime II de Aragón, transmitió a la reina María de Portugal su pesar por las acciones de su hijo. En la primavera de 1320 la infanta Leonor, que se encontraba en Tortosa, junto a Jaime II y su hijo, el infante Alfonso, tuvieron conocimiento de que el infante Jaime planeaba recuperar a su esposa y sus derechos al trono, aunque la conspiración fue abortada por su padre el rey. 

    Tras la huida del infante Jaime, la infanta Leonor posteriormente, habitó en Zaragoza, Calatayud y Ateca, desde donde se trasladó a Castilla. Una vez allí, se recluyó en el Monasterio de Santa María la Real de las Huelgas en Burgos, aunque no profesó como religiosa. El 5 de febrero de 1329 contrajo matrimonio en la iglesia de San Miguel de Tarazona con el rey Alfonso IV de Aragón, hermano del infante Jaime, e hijo de Jaime II de Aragón. En la ceremonia, estuvo presente, su hermano Alfonso XI. Alfonso IV entregó a su esposa la ciudad de Huesca, junto a otras villas y castillos. Con este matrimonio, se procuraba mejorar las relaciones entre Castilla y Aragón, además de reparar los agravios causados en el pasado por la Corona de Aragón, al incumplir varios preacuerdos matrimoniales. 

    Tras su matrimonio con el rey de Aragón, la reina Leonor le persuadió para que consintiese en hacer donaciones territoriales a los hijos nacidos de ambos, los infantes Fernando y Juan, ya que no llegarían a ocupar el trono de Aragón, por estar delante los otros hijos del rey. El rey se mostró generoso y el 28 de diciembre de 1329, concedió a su hijo Fernando el marquesado de Tortosa, Albarracín, Orihuela, Callosa, Guardamar, Alicante, Monforte, Elda, La Mola, Novelda y Aspe, además de las ciudades de Játiva, Alcira, Sagunto, Morella, Burriana y Castellón, todas ellas en el reino de Valencia, Pronto surgieron las protestas en el reino de Valencia, y Alfonso IV tuvo que revocar estas últimas donaciones. 

    Estas donaciones menguaron el patrimonio de la corona y perjudicaron al infante Pedro, heredero de Alfonso IV, originándose un clima de resentimiento en la corte del reino. La nobleza se dividió en dos bandos, uno de ellos se mostró partidario de la reina Leonor y de sus dos hijos, y el otro, defendió las prerrogativas del infante Pedro y sus hermanos. 

    Tras la muerte de Alfonso IV, en Barcelona el 24 de enero de 1336, la reina Leonor se trasladó a Castilla y León donde reinaba su hermano, Alfonso XI, acompañada por sus dos hijos, por temor a Pedro IV, el nuevo rey de Aragón quien se mostraba resentido con su madrastra y hermanastros, debido a la postergación sufrida desde el segundo matrimonio de su padre. 

    El infante Juan, fue asesinado en Bilbao en 1358 por orden de su primo, el rey Pedro I, el cual, en 1359, mando asesinar a Leonor en el castillo de Castrojeriz, donde se hallaba prisionera, cuatro años después, en 1363, sería asesinado en Burriana su otro hijo, el infante Fernando de Aragón por orden de su hermanastro, Pedro IV de Aragón. 

    Los historiadores no se ponen de acuerdo sobre el paradero final de los restos de la reina Leonor. Existen tres lugares que se adjudican la posesión de sus restos: la Catedral de la Seu Vella de Lérida, la iglesia de Nuestra Señora del Manzano de Castrojeriz, en Burgos, y por último, el monasterio de las Huelgas de Burgos, lugar donde están enterrados numerosos miembros de la realeza castellano-leonesa. 

    Leonor de Castilla, no hubo descendencia de su primer matrimonio con el infante Jaime de Aragón, mientras de su segundo matrimonio con Alfonso IV de Aragón nacieron: Fernando de Aragón, marqués de Tortosa y Juan de Aragón. 




Fuente de WikipediA y Real Academia de la Historia 
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