Los Puentes sobre el río Turia en la ciudad de Valencia

Vamos a conocer los 18 puentes principales que atraviesan el hoy seco cauce del río Turia a su paso por la ciudad de Valencia. El cauce no lleva agua puesto que a raíz de las continuas riadas y los destrozos materiales y humanos que estas hicieron, sobre todas la de 1957, se decidió construir un nuevo cauce. Con lo que se dejó este sin servicio.


-PONT NOU D'OCTUBRE (PUENTE NUEVE DE OCTUBRE): Se debe su construcción al arquitecto valenciano Santiago Calatrava, que lo realizó en una época en la que aún no era el arquitecto de fama mundial. La obra se desarrolló entre los años 1986 y 1989. El puente está formado por dos tableros, uno para cada sentido de la circulación, más la acera peatonal, quedando entre ellos un espacio descubierto. Los apoyos son, por una parte triángulos de hormigón imitando los tajamares clásicos y por la otra parte esbeltos pilares metálicos simplemente apoyados, lo cual le da una sensación de gran ligereza. Esta imagen de levitación se ve aumentada con el diseño de las farolas, como agujas con una pequeña bola en un extremo. A cada lado del puente dos esculturas sobre pedestales que representan dos águilas con las alas desplegadas. Recibe el nombre en conmemoración del día que el rey Jaime I el Conquistador entró en la ciudad de Valencia, tras la capitulación musulmana el año 1238.


-PUENTE DE CAMPANAR: Construido entre 1932 y 1937 (fue inaugurado en plena guerra civil), une las Avenidas de Pérez Galdós y del Maestro Rodrigo. Después de la riada de 1957, hubo de ser reconstruido en 1937. Es un puente funcional con simples vigas rectas de hormigón colocadas sobre apoyos transversales. Es quizás el puente más feo de todos. Su construcción se debe al ingeniero municipal Arturo Piera.


-PUENTE DE ADEMUZ: En un principio se le llamó Puente de las Glorias Valencianas, pero tal denominación dio paso a su actual nombre, une la Gran Vía de Fernando el Católico con la Avda. de Pio XII, salida hacia la carretera de Ademuz (de donde toma su nombre), pasando por el Palacio de Congresos, la cerrada Canal Nou (Televisión Valenciana), la Feria de muestras y llegando antes de su final en Ademuz, por poblaciones como Paterna, Puebla de Vallbona y Liria. Fue construido en 1958 por el ingeniero riojano Carlos Fernández Casado, siendo su inauguración oficial el 23 de diciembre de 1963. Construido en hormigón con protecciones de hierro. Si observamos con atención los pilares del puente, vemos que aparecen serrados por una grieta en su mitad, el motivo no es otro que convertir cada pilar en dos pilares unidos por una rotula, disminuyendo así su longitud de pandeo y transmitiendo menor momento flector a los apoyos, consiguiendo así aligerar las zapatas de sustentación. Como anécdota comentar que hace unos años era lugar de acampada de gente sin techo, con lo que el ayuntamiento tomó la decisión de convertir esa zona en un gran estanque, evitando así que la cosa fuera a mayores, con sus temidas consecuencias de falta de higiene e inseguridad en esa parte del Jardín del Turia.


-PUENTE DE LAS ARTES: Inaugurado a finales de 1990. es obra del arquitecto Norman Foster, autor también del Palacio de Congresos. Une la calle Guillem de Castro con el barrio de Marchalenes. Hay dos tableros de circulación con cuatro carriles mas la acera peatonal, separados por un hueco de 20 metros. Están apoyados sobre las ménsulas simétricas de cuatro piezas de hormigón. El diseño es original, pero el color gris del hormigón no hacen al puente atractivo visualmente, destacando las enormes farolas centrales que equilibran la gran anchura del puente. Sin embargo, visto desde abajo se aprecia la originalidad de la forma de las ménsulas con esa curvatura casi rasante al lecho del río, llevando al límite la resistencia a la tracción del hormigón. Junto a él está situado el IVAM (Instituto Valenciano de Arte Moderno), de ahí su nombre.


-PUENTE DE SAN JOSÉ: La primera noticia sobre la existencia de un puente en este lugar data de 1486, el comienzo de las obras del actual puente de piedra es de 1604. Es obra de Jerónimo Negret y Sebastián Gurrea y las obras finalizaron en 1607, según costaba en una lápida, hoy perdida, sobre la imagen de San Luis Beltrán que estuvo en el puente. Posee trece arcos escarzanos de menor anchura que los otros puentes y sobre los dos tajamares existían sendas esculturas de San Luis Bertrán y Santo Tomás de Villanueva obras del italiano Jacobo Antonio Ponzanelli realizadas en 1693 y retiradas en 1906 al ensancharse el puente y colocar en el una barandilla de hierro, que posteriormente fue sustituida por otra de piedra. Entre esta fecha y 1942 en que se trasladaron al Puente de la Trinidad estuvieron depositadas en el Museo de Bellas Artes de Valencia, sustituyendo en dicho puente de la Trinidad a sendas cruces. En 1951 se colocó, patrocinado por las Fallas, una escultura de San José, obra de Octavio Vicent, que representa a San José como carpintero y a un niño que golpea una gubia.


-PUENTE DE SERRANOS: Hay constancia de un puente anterior a este, que daba paso a los viajeros que procedían del interior de la comarca de Los Serranos. En época musulmana recibía el nombre de Al-Qántara (el puente) y ya en la época cristiana de Roteros y posteriormente de Serranos. Las sucesivas riadas y sobre todo la de 1517 arruinaban los puentes de madera o de mampostería por lo que se decidió que la Fábrica de Murs i Valls construyera bajo la dirección de Juan Bautista Corbera (pedrapiquer y Mestre de la Ciutat), este nuevo puente. Las obras duraron desde 1518 a 1550, es por lo tanto el segundo en antigüedad después del Puente de la Trinidad, y dispone de nueve arcos de medio punto rebajados sin clave, ejecutados sobre sillares de piedra picada. Este puente dispone de una amplia rampa escalonada para bajar al lecho del río. Tenía dos casalicios, uno colocado en 1538 llamado de la Santa Cruz, representando la cruz patriarcal de la cercana y hoy desaparecida iglesia de San Bartolomé, adorada por un ángel en presencia de tres niños, estaban también representados San Vicente Ferrer y San Luis Beltrán; esta obra también fue realizada por Corbera, asistido por el imaginero Juan Gilart. El otro casalicio fue colocado en 1670, representando a San Pedro Nolasco y cuatro figuras más pequeñas que representan a Pedro Pascual, fray Gilabert Jofré, la reina doña Teresa Gil de Vidauré y en el centro Nuestra Señora de la Merced; la obra corrió a cargo de Pere Leonart Esteve (cantero); no todas las imágenes fueron colocadas al mismo tiempo. En 1771 se sustituyó la Cruz Patriarcal por una Virgen de la Merced, obra de José Puchol, a la vez que se retiraban las de San Vicente Ferrer y San Luis Beltrán. Todas estas imágenes fueron tiradas al río en 1809, por parte de las autoridades para evitar que las tropas francesas colocaran en los casalicios piezas de artillería. En la actualidad el puente no cuenta con ninguna imagen ni adorno en la balaustrada. Fue ampliado en el siglo XIX en la margen derecha del río formándose un amplio espacio ajardinado denominado Alameditas de Serranos que abarca desde el puente de San José hasta el de la Trinidad, ocupando unos antiguos almacenes de madera. En el año 2012 se ha convertido en totalmente peatonal, haciéndose unas reformas ornamentales en la balaustrada, en mi opinión de dudoso gusto.


-PUENTE DE MADERA: El puente que vemos en la actualidad fue construido en 2012 por el arquitecto valenciano José María Tomás Llavador. Es un fuente de estilo funcional sin ningún detalle decorativo, cumpliendo así su función a la vez que es lo más barato posible. Pintado totalmente de blanco siguiendo así la tónica general de todos los puentes construidos últimamente en la ciudad. Tiene dos tableros, el principal permite el paso de vehículos y el secundario a peatones; este consta de una superficie de madera de teca que nos recuerda su nombre histórico: Pont de Fusta; son también de madera los laterales y pasamanos del puente. Al final del puente una pequeña ampliación de la plataforma peatonal se abre al cauce del rio y cumple las funciones de mirador sobre el antiguo cauce. En este lugar existió hasta la riada de 1957 un puente realizado parcialmente en madera, que daba servicio a las personas que llegaban de la Estación Pont de Fusta; reconstruido tras la riada se hizo en hierro y hormigón. No tenía la categoría de puente y siempre se le conoció como pasarela. Al dejar el Puente de Serranos peatonal, hubo que reordenar el tráfico, decidiéndose la construcción de un puente sobre el mismo lugar de la antigua pasarela, poniendo una superficie de madera para recordarnos su origen. El Puente de madera fue abierto al tráfico el 18 de febrero de 2012 mientras que el paso peatonal lo fue el 9 de marzo del mismo año.


-PUENTE DE LA TRINIDAD: Este puente recibe su nombre por su cercanía al Monasterio de La Trinidad. Une la calle del Salvador con la calle Alboraya. Es el más antiguo de la ciudad y el primero realizado en piedra sillar sustituyendo a otro anterior de madera. Esta obra de ingeniería fue construida entre el 1401 y el 1407 por Mateu Texidor y reedificado en el siglo XVI tras la riada de 1517. Reedificación realizada Fábrica de Murs i Valls, también ha recibido el nombre "dels Catalans" porque en su entorno se instalaron los repobladores de Lérida. De factura gótica estuvo adornado desde 1722 con unas esculturas bajo casalicios del mártir mozárabe Bernardo (a la izquierda) y las hermanas mártires María y Gracia (a la derecha), patrones de Alzira. Estos casalicios fueron costeados por el canónigo de la Catedral don Jaime Cervera. Parcialmente destruidos en el asedio de los franceses durante la Guerra de la Independencia fueron definitivamente derribados en 1823 durante el asedio carlista de la ciudad. En 1942 se reemplazaron por las esculturas que originalmente estaban en el Puente de San José, del que fueron retiradas en 1906 y guardadas en el Museo de Bellas Artes, y que representan a San Luis Bertrán realizada en 1693 y a Santo Tomas de Villanueva realizada en 1694 por el escultor italiano Jacobo Antonio Ponzanelli. El puente lo forman diez grandes arcos apuntados de estilo gótico de 16,30 metros de luz y en la parte que mira al mar, disponía de dos escaleras que servían para bajar al lecho del río. En el año 2.009 se procedió a la restauración total de dichas escaleras que estaban interrumpidas. La longitud del puente es de 158,31 metros.


-PUENTE DEL REAL: Se tiene constancia de diversos puentes y pasarelas de madera en este lugar, en un documento datado en 1332 el rey de Aragón Pedro IV el Ceremonioso le denominaba Puente del Temple por su cercanía al portal del mismo nombre que se abría en la muralla cristiana; cuando se construya totalmente en piedra pasará a llamarse Puente del Real por comunicar con el Palacio Real. Las continuas riadas del Turia lo destruían una y otra vez; las de los años 1340 y 1406 obligaron a hacer reparaciones, y la de 1427 lo destruyo totalmente; en 1445 se levantó uno nuevo que continuaba siendo de madera, pero la riada de 1590 hizo tomar conciencia de construir un puente totalmente de piedra, así en este mismo año la Fábrica Nova del Riu se decide a construir un nuevo puente totalmente de piedra. Las obras comienzan en 1595, finalizando tres años después con motivo de la boda en la Catedral de valencia entre el rey Felipe III y la reina Margarita de Austria el 18 de abril de 1599 "Al temps del casament ja estava finaliçat lo pont". La fecha oficial de finalización de las obras se sitúa el 18 de febrero de 1599.El 3 de mayo de 1528, cuando el puente aún era de madera y mampuesto, agolpada la gente en el puente para ver pasar al emperador Carlos I de España en su visita a Valencia, el frágil puente se hundió y cerca de mil personas cayeron al río ante los mismos ojos del emperador. 

En el plano de Anthoine van der Wijngaerde de 1563 el puente en ese momento contaba con soportes y tajamares en piedra, aunque la pasarela y las barandas eran todavía de madera, disponiendo de ocho vanos. Comenzaron las obras Guillem Salvador, Hierony Negret y Françesc Anthon pero no consiguieron su propósito y así tuvo que ser Joan Pasqual (mestre de fer molins) quien lo llevara a cabo, ya que habían surgido problemas en la cimentación, utilizándose en su construcción arena, piedras e incluso lápidas con inscripciones procedentes del antiguo cementerio del Convento de Santo Domingo, actual sede del Cuerpo General de Maniobra. El puente tenía una longitud de 167 metros y una anchura de 9,50 metros y estaba compuesto por diez arcos escarzanos de trece metros de luz, los tajamares, el paseo y las barandas con adornos de esferas eran totalmente de piedra. Disponía de gárgolas para el desagüe de las aguas de lluvia. Tenía una escalera aguas abajo de acceso al río, pero desconocemos si la misma se corresponde con el momento de su construcción o es de construcción posterior.


En el plano del padre Tosca de 1704 ya la podemos ver por lo que lógicamente para esa fecha ya estaba construida. Además disponía de dos rampas de acceso al cauce situadas una a cada lado del puente. Se adorna con dos casalicios, uno a cada lado, dedicados a San Vicente Ferrer y a San Vicente Mártir. Las esculturas fueron obras realizadas en 1602 por Vicent Leonart Esteve, e instaladas en 1603, aunque los templetes que las debían proteger no se realizarían hasta 1682 y 1683 estando hasta ese momento las imágenes al descubierto. La construcción de los templetes se realizó a expensas del arzobispo de Valencia Juan Tomás de Rocaberti (entre 1676 y 1699). Realizados en estructura triangular se cubren con tejado a tres aguas y tejas vidriadas. En los casalicios hay unas lápidas, que por su extensión no voy a tratar en este trabajo, dejándolo para uno posterior. En 1750 la Fabrica Nova del Riu encarga al cantero Bautista Pons obras de adecentamiento del puente con la construcción de dieciséis bancales o asientos, así como adornos de bolas piramidales gallonadas en la balaustrada. En 1773 José Puchol Rubio restauró la escultura de San Vicente Ferrer que había resultado dañada por un rayo. En 1936 durante la Guerra Civil las estatuas son destruidas. Al finalizar el conflicto son repuestas, Carmelo Vicent Suria realiza una nueva escultura de San Vicente Ferrer e Ignacio Pinazo Martínez, la de San Vicente Mártir. La escultura de San Vicente Mártir se instalaría en diciembre de 1945 y la de San Vicente Ferrer en enero de 1946. A partir de 1966 el puente, dañado en la riada de 1957, fue reconstruido y ampliado por el ingeniero Alberto Oñate. Se aumentó la anchura del puente estableciéndose en los 27.30 metros actuales con idéntico aspecto lateral del anterior. Fue inaugurado el 28 de febrero de 1968. En esta remodelación se eliminó la escalera de bajada al puente. De entre las incidencias habidas en este puente, cabe destacar que en 1609 se encargaron hacer en Génova cuatro esculturas en mármol con destino a este puente, representando a San Vicente Mártir, San Vicente Ferrer, San Luis Obispo y San Luis Bertrán. Las mismas fueron acabados y embarcadas rumbo a Valencia, pero antes de tocar tierra, el barco que las llevaba fue asaltado por piratas argelinos y nunca mas se supo de las esculturas. Estas esculturas vendrían a sustituir a las realizadas por Vicent Leonart en 1603 ya que al parecer no eran del agrado de los jurados de la ciudad.


-PUENTE DE LA EXPOSICIÓN: Enlaza la Alameda con la plaza Porta del Mar. Fue inaugurado el 22 de mayo de 1909, con motivo de la Exposición Regional Valenciana del mismo año, de la que toma su nombre. Se trataba de un bello puente de hormigón armado, el primero que se construía con este material en la ciudad, pero para su desgracia fue destruido por la riada del 14 de octubre de 1957. Había sido construido por el ingeniero José Aubán. En su lugar se levantó una pasarela que fue sustituida entre los años 1991 y 1995 por el actual puente, obra de Santiago Calatrava y que se conoce por el Puente de la Peineta. En su base se encuentra la estación del Metro de Alameda realizada al mismo tiempo que el puente y por el mismo arquitecto. El puente se construyó unos metros más allá, y una vez que acabaron las obras del puente y de la estación, este se movió hasta su emplazamiento definitivo. Está construido en acero pintado de blanco, siguiendo la costumbre de todos los puentes nuevos, tiene un solo vano y una descomunal viga arqueada que va de un lado a otro del cauce y sostiene el peso del puente. Tiene una longitud de 131 metros y una anchura de 26 metros. Tiene un arco inclinado de 14 metros de altura con una inclinación de 20 grados sobre el plano horizontal, que ayuda a la estabilidad del puente. Entre el arco y el tablero hay 20 elementos metálicos que hacen la función de cables sustentadores del puente, los apoyos laterales del tablero curvado están desplazados cada uno, unos 12 metros respecto de los pretiles, para así disminuir la longitud del arco. Este arco es el que recibe el nombre de peineta. El puente junto a su carga de trabajo se autosustentaría sin necesidad de la "peineta", pero esta actúa como la firma del arquitecto Calatrava.


-PUENTE DE LAS FLORES: Con las obras de construcción del nuevo puente de La Exposición y la estación del Metro de Alameda, surgió la necesidad de construir una pasarela para suplir el dicho puente. Fue inaugurado en diciembre de 2002 y enlaza la Plaza de América con La Alameda. Recibe el nombre de Las Flores porque existe un denso muro de flores separando las cuatro calzadas de circulación de las vías peatonales. Llama la atención la ligereza de sus apoyos, un tablero totalmente horizontal sostenido solamente por catorce apoyos en forma de ligeras columnas hexagonales de sección variable. Esto se consigue con una estructura atirantada de acero paralela al tablero por su parte inferior. Hay que destacar la existencia en la embocadura del puente por la parte de la Plaza de América, de una estructura cilíndrica de ladrillo y que es una toma de agua utilizada para llenar las cisternas de los camiones que se encargaban del baldeo de las calles. Esta estructura es mas antigua que el puente, no guardando ninguna relación con el mismo.


-PUENTE DEL MAR: Conecta La Alameda con la Plaza de América, antiguo Llano del Remedio. Recibe el nombre de por ser el camino natural hacia el Grao, de donde procedían muchas de las mercancías que llegaban a Valencia por mar. La riada del Turia de 1589 destruyó el puente de madera aquí existente, con lo cual se iniciaron, a instancias de la Fabrica de Murs i Valls, y dirigidas por el canterano de Xátiva Francisco Figuerola (lapicida sive architector), as obras de este con piedra de sillar. Fue construido siendo virrey don Francisco de Sandoval y Rojas, futuro duque de Lerma, valido de Felipe III. Duran las obras desde 1592 a 1596, en que se acuerda la instalación de un casalicio al maestro Figuerola, en su interior se coloca la Creu del Pont del Mar y sobre el tejado unas imágenes de San Vicente Ferrer, San Vicente Mártir y San Juan Bautista. Hacia 1677 se colocó, frente a este, un segundo casalicio con una imagen de San Pascual Bailón. En 1709 un rayo destroza parcialmente el casalicio, al restaurarlo se cambia la Cruz por una imagen de la Virgen de los Desamparados, obra de Francisco Vergara el Mayor o tal vez de su discípulo Gerónimo Sanchis en 1721, a la vez que se retiran el resto de las imágenes. Otra riada, esta vez el 24 de octubre de 1776, deterioró ambos casalicios, por lo que la Fábrica Nova del Riu ordenó al escultor Francisco Sanchiz que restaurara la imagen de San Pascual y construyera otra nueva imagen de la Virgen de los Desamparados, siendo estas repuestas en 1782. La anterior imagen de la Virgen de los Desamparados fue a parar al Colegio Imperial de los Niños Huérfanos de San Vicente Ferrer, donde sería destruida durante la Guerra Civil de 1936. El puente sufre constantes destrozos por las riadas, por lo que los casalicios son constantemente reparadas; en 1936 ambas esculturas son destruidas. La imágenes actuales son sustituidas, en 1943 el escultor de Vila-Real, José Ortells López talla la nueva imagen de San Pascual Bailón, mientras que Vicente Navarro Romero hace en 1946 la de la Virgen de los Desamparados; debajo de esta última imagen hay una lápida que dice: En 24 de octubre de 1776, reinando Carlos III Pio, Feliz, Augusto, padre de la patria, tuvo el Turia una inmensa avenida, y aglomerándose hacia el puente de la Zaida los grandes maderos que arrastraba el río, obstruyeron el paso de las aguas, las que se desbordaron por la orilla izquierda, inundando el próximo arrabal llamado de Sagunto, y subiendo el agua más de seis pies, con grande perdida de cosechas, casas y reses. No fue menor la avenida que ocurrió luego en 4 de noviembre, arrastrando el agua los mismos maderos que dejara poco antes en las calles, encrucijadas y caminos, los cuales fuertemente trabados entre si, y hacinados sobre este puente del mar impidieron el libre curso de las aguas que, estancadas y creciendo desmedidamente, abriéndose paso a través del mismo, arrastrando en su furiosa corriente e inmensa balumba cuatro pilares con los arcos, cornisa, templetes, chapiteles, sagradas estatuas de Ntra. Sra. y San Pascual Bailón y demás que colocados sobre el puente estaba. Los seis obreros de la fábrica muros, valladares, puentes, calzadas y caminos de la ciudad procuraron que a expensas públicas se reedificase y se restituyese a su primitiva forma. Habiéndolo terminado felizmente en el año 1782. Entre junio de 1933 y enero de 1935 se transforma el puente en peatonal, realizando Javier Goerlich Lleó las dos grandes escalinatas formadas por 17 escalones cada una y los dos pináculos con bancadas que adornan ambos lados del puente. El puente es obra de cantería, con diez arcos ojivales rebajados de 15,50 metros de luz. El tablero tiene una longitud de 160 metros y 8,35 metros de ancho. Llama la atención un recurso ingenieril que se repite en todos los puentes antiguos, salvo en el de San José. La presencia de unos huecos de sección cuadrada, de unos 45 cm de lado que perforan de parte a parte los muros de sustentación del puente. Concretamente 5 huecos en cada muro y además perfectamente alineados. Se puede ver una orilla del río desde la otra orilla a través de esos huecos. El motivo es igualar la presión hidrostática a un lado y al otro de cada muro para así evitar empujes laterales en caso de fuerte crecida del río con régimen turbulento lo cual provocaría indefectiblemente presiones distintas a la derecha y a la izquierda de cada muro.


-PUENTE DE ARAGÓN: Este puente situado a escasos 150 metros del Puente del Mar, une la Gran Vía Marqués del Turia con la Plaza de Zaragoza. Recibe su nombre de la antigua estación de ferrocarril, a la que accedía, y que cubría la línea hacia Aragón. Se comenzó a construir en 1926, inaugurándose el mes de agosto de 1933. De estilo racionalista en su construcción intervinieron Arturo Monfort, José María Burguera y Gabriel Leyda. Consta de seis arcos parabólicos que le confieran un tono elegante y majestuoso, con una longitud de 167 metros y una anchura de 30 metros. Construido en hormigón armado, en el entronque con los pretiles hay cuatro esculturas alegóricas en piedra de 1933, del escultor valenciano José Terencio Farré. En el lado de la Gran Vía Marqués del Turia representa a La Fama o Sabiduría y al Labrador, y en la parte de la Plaza de Zaragoza, al Pescador o Marinero y a Valencia o la Mujer Valenciana. En 1966 el escultor Jesús Castelló Mollar repuso de nuevo las esculturas pues se encontraban totalmente deterioradas.


-PUENTE DEL ÁNGEL CUSTÓDIO: Situado entre la Avenida de Peris y Valero y la de Eduardo Boscá, es obra del ingeniero municipal Arturo Piera, realizado 1941 y 1948, tiene una longitud de 150 metros y una anchura de 31,60 metros, fue seriamente dañado en la riada de 1957, siendo restaurado y ampliado en 1967. Construido en hormigón armado, tiene seis apoyos de piedra sobre los que descansan vigas rectangulares de canto, sosteniendo el tablero, tramos rectos centrales y dos extremos sobre bóvedas de medio punto peraltado. El entronque con los pretiles del río está resuelto con pequeñas glorietas rectangulares. Dispone de farolas de hierro fundido de marcado carácter parisino del siglo XIX.


-PUENTE DEL REINO: Une la Avenida del Regne de Valencia con la de Francia, por lo que se le conoce también como Puente de Francia. Construido por el catedrático de la Universidad Politécnica de Valencia, Salvador Monleón Cremades, fue abierto al tráfico el 1 de diciembre de 1999. Tiene una longitud de 220 metros, siendo el más largo de la ciudad, Dispone de cuatro figuras, una a cada lado del puente, llamadas "los guardianes alados del puente", hechas en bronce de tradición gótica, realizadas por el escultor valenciano Juan Martí, representan al ángel caído con cabeza de felino. Visto desde el interior parece como una catedral gótica, con numerosas gárgolas de cabeza de águila, los pilares a todas luces excesivos, la decoración lateral con esas falsas puertas o ventanales ojivales. Realmente es sorprendente y muy original. No todo iba a ser estilo Calatrava y Monleón ha sabido crear un puente muy personal, con un estilo armonioso, muy acertado estéticamente.


-PUENTE DE MONTEOLIVETE: Recibe este nombre por encontrarse situado en la citada barriada. Formado por dos tableros para vehículos y otros tantos para peatones, cruza el cauce del Turia, formando conjunto con la Ciudad de las Artes y las Ciencias, de hecho a su izquierda y derecha quedan situados el Hemisferic y el Palacio de las Artes Reina Sofía.

Es obra del arquitecto valenciano Santiago Calatrava Valls y del ingeniero Fernández Ordóñez, fue inaugurado en 2007. Este puente son en realidad dos puentes, el primero debido a Santiago Calatrava es el más hermoso de los puentes nuevos que cruzan el Turia y debido al notable arco que describe, el más complicado de resolver ingenierilmente; el segundo perfectamente disimulado por un muro-escalera, está formado por arcos parabólicos sobre soportes rectangulares de hormigón. En la embocadura del puente, en su medianera central, podemos encontrar una columna de piedra caliza de tipo romano. Se trata de una regalo del arquitecto Calatrava a la ciudad de Valencia, con ocasión de la visita del Papa Benedicto XVI. Dicha columna de 6,20 metros de altura, realizada en piedra caliza de las canteras de Canals fue diseñada por el escultor Jesús Castelló, está situada en el mismo lugar donde se levantó el Altar desde el cual el papa Benedicto XVI dijo misa el 9 de julio de 2006 en nuestra ciudad. Una inscripción traducida del latín dice: Aquí clausuró el V Encuentro Mundial de las Familias el Papa Benedicto XVI. 9 de julio de 2006”.


-PUENTE L'ASSUT D'OR: Comunica la Avenida de Francia con la Autovía del Saler, y se sitúa entre el Museo Príncipe Felipe y el Oceanográfico de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Realizado entre 2004 y 2008 por el arquitecto Santiago Calatrava. Fue inaugurado el 11 de Diciembre de 2008. Se trata de un puente atirantado de hormigón blanco y acero. De 180 metros de longitud, 39 metros de ancho y un mástil curvado de 125,62 metros de altura, en su culminación la curva del mástil es tangente a la vertical; es la estructura más alta de la ciudad de Valencia. El mástil por medio de 29 cables en forma de arpa, aguanta un tablero con tres carriles para cada sentido de la circulación, además de los correspondientes pasos para peatones. El nombre "L'Assut d'Or" en castellano "Azud de oro", es un homenaje a un antiguo azud o "escalón" artificial dispuesto sobre el cauce original con el fin de "laminar" la corriente del río antes de la desembocadura; este tipo de estructuras también permitían elevar el nivel del agua del río Turia para regar las huertas de Valencia. El Azud se debe entender como una pequeña presa que cumple el fin mencionado.


-PUENTE DE ASTILLEROS: Construido entre 1928 y 1931 por los ingenieros Federico Gómez de Membrillero y Luis Dicenta Vera, este último director facultativo junto a Marcelo de Azcárraga. Fue inaugurado el 14 de noviembre de 1931 y une el Puerto de Valencia y la Comandancia de Marina con el cercano barrio de Nazaret. En origen se construyó para acceder al Puerto de Valencia. Construido en hormigón armado y piedra artificial, las barandillas son de hierro forjado ornamentado con pilastras de hormigón para apoyo de las farolas, estas se sitúan sobre los estribos del puente. En su origen tuvo una zona central con adoquines y raíles para el paso de los tranvías, posteriormente sería reformado con la ampliación de dos aceras y un total de seis carriles para vehículos. Tiene una longitud de 175 metros y se sustenta sobre soportes de hormigón armado que en algunos momentos llegan a profundizar 12 metros sobre el terreno debido a la naturaleza fangosa de la superficie sobre el que se levanta.



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