Leonor I de Navarra, durante el año 1479


 

Leonor nació en Olite, el 2 de febrero de 1426; fue la cuarta descendiente y tercera hija de la infanta Blanca de Navarra y de su segundo esposo, el también infante Juan de Aragón, duque de Peñafiel. Al morir su hermana mayor, Juana, el 22 de agosto de 1425, y su abuelo, el rey Carlos III de Navarra apodado el Noble, unos días más tarde, el 8 de septiembre, su madre pasa a ser la reina Blanca I de Navarra y a su padre rey consorte Juan II.

    Hija predilecta de su padre, este consigue que sea jurada sucesora al trono navarro por las Cortes en Pamplona el 9 de agosto de 1427, siendo reconocidos como herederos legítimos a la corona sus hermanos: Carlos príncipe de Viana, y Blanca. En 1434 Leonor es comprometida con el conde Gastón IV de Foix, compromiso ratificado por su padre el 30 de julio de 1436. El matrimonio se celebrará tras la muerte de la reina Blanca I, en 1442, pasando Leonor a residir en Béarn desde entonces. En 1455, al desheredar Juan II a su hijo Carlos, príncipe de Viana, heredero de la Corona navarra a la muerte de Blanca I, y caer en desgracia la otra hija, Blanca, Leonor, con 30 años de edad, pasa a ser el instrumento del rey aragonés contra sus hijos, ya que éste hizo que se proclamaran herederos del reino a Leonor y a Gastón de Foix. Durante estos años la guerra civil impidió una gobernación que fue ejercida por Martín y Pierres de Peralta, jefes de los agramonteses. El 12 de abril de 1462 Juan II firmó con su hija y yerno el Tratado de Olite por el que se reconocía rey a Juan, al que sucedería Leonor, para lo cual era indispensable la desaparición de Blanca, la legítima heredera, que fue entregada al de Foix para ser encerrada en la torre Moncada donde falleció en 1464; asegurándose Leonor la lugartenencia del reino.

Al año siguiente Leonor firmó una tregua con los beamonteses, autotitulándose «princesa primogénita, heredera de Navarra, infanta de Aragón y de Sicilia, condesa de Foix y de Bigorra, señora de Béarn, lugarteniente general por el serenísimo rey mi muy reduptable señor e padre en este su reino de Navarra». En ese momento Leonor y Juan II protagonizan una pugna por el trono navarro, apoyándose la primera en los beamonteses y el segundo en los agramonteses; estos últimos encabezados por los Peralta. En 1468 Juan II se atrevió a asesinar al obispo de Pamplona, Nicolás de Chávarri, primer consejero de la gobernadora. Pero Juan II aún se atrevió a más; destituyó a Leonor del cargo de lugarteniente instituyéndolo en el hijo de esta, Gastón, con lo que el caos llegó a sus extremos límites. Pero la muerte de Gastón obligó a Juan II a retroceder y a volver a designar, esta vez de forma perpetua, a doña Leonor como gobernadora, el año 1471, aunque renunciando a Aragón, cosa que apenas aminoró el estado de guerra en el que se hallaba sumido el reino.

Gastón de Foix murió el 10 de julio de 1472 cuando traía ayuda bearnesa a su mujer. Acosada por Francia, Aragón y Castilla, siente que su reino, del que ni siquiera es titular, se halla amenazado, así como sus derechos sobre el mismo. Fernando el Católico se atrae a los beamonteses con lo que no le queda otro remedio que apoyarse en su enemigo Piarres de Peralta. El 19 de enero de 1479 muere Juan II siendo jurada reina Leonor el 28 del mismo mes en Tudela donde murió el 12 de febrero de 1479. Al morir reivindicó en su testamento todos los títulos de su hermano Carlos, a tenor con lo dispuesto por su madre Blanca I. Dispuso asimismo que fuera su heredero Francisco I el Efebo, su nieto, recomendándole que adoptara la protección del rey de Francia.

 

 

 

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Ramón Martín


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