Hildegarda, tercera esposa de Carlomagno, rey de Francia
Hildegarda
de Anglachgau, nació el año 758, hija del conde Gerold von Anglachgau y
de Irma. En 771, con solo 13 años, contrajo nupcias con Carlomagno,
quien había repudiado a su esposa Desiderata
de Laon, con quien se había casado unos meses antes. Fue así la tercera de las esposas que tuvo Carlomagno.
Carlomagno
sentó las bases de lo que sería Europa Occidental, tanto en la Edad Media, como
en la actualidad, siendo considerado no solo como el fundador de las monarquías
francesa y alemana, que le nombran como Carlos I, sino también como el padre
de Europa, Hildegarda, por su parte, fue la madre de Europa debido a sus
abundantes hijos e hijas en tan solo doce años de vida que compartió con su
esposo.
Hay
poca información sobre su vida, ya que, como todas las mujeres de Carlomagno,
ella estaba en el trasfondo político y solo fue mencionada sobre su boda, su
muerte y como madre. La fecha de su nacimiento no está clara. Acompañó a
Carlomagno en muchas de sus campañas militares. Dio a luz a Adelaide,
durante el asedio de Pavía, capital lombarda, entre septiembre de 773 y junio
de 774, pero la niña murió durante el viaje de regreso a Francia. En 778, acompañó
a su esposo hasta Aquitania, donde dio a luz a los gemelos Louis y Lothair.
En 780/781, viajó con Carlomagno
y cuatro de sus hijos a Roma, donde Louis y Carlomán (este último
renombrado Pipino tras ser bautizado por el papa Adrián I) fueron
nombrados sub-reyes de Aquitania e Italia, respectivamente. Esto contribuyó al
fortalecimiento entre los carolingios y el papado.
Hildegarda
gozaba de la amistad de quien luego fuera santa Lioba, con quién
promovió la construcción de varias iglesias, así como del monasterio de
Reichenau y de la abadía de Kempten. Además de apoyar generosamente a estos y
otros conventos. Murió por los efectos posteriores de su último parto, y fue
enterrada al día siguiente, 1 de mayo de 783 en la abadía de Saint-Arnould
en Metz. Siguiendo los deseos de Carlomagno,
cerca de su tumba ardían velas y se rezaban diariamente por su alma. Disfrutó durante
su vida, de una alta reputación, aunque los cumplidos recibidos, deben considerarse
con escepticismo.
Aunque
Carlomagno ya tenía un hijo mayor, Pipino el Jorobado, fruto de
su primera unión con Himiltruda,
no fue considerado un heredero. En su testamento de 806, dividió su dominios
entre los tres hijos sobrevivientes de su matrimonio con Hildegarda.
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