Fusil Máuser Mod. 1893
En los finales del
siglo XIX, la mayor parte del Ejército Español utilizaba el Fusil Remington
71/89 de 11 mm, que estaba ya obsoleto en comparación con otras armas, ya
que había servido en la Tercera Guerra Carlista. Por lo que, el año 1888 se
crea una comisión, con el objetivo de encontrar un fusil repetidor que tuviera
menor calibre. Una de las más prestigiosas fabricas del momento era Máuser, y
allí se seleccionó el que conocemos como Fusil Máuser Español modelo 1893,
que fue el primer fusil de cerrojo del Ejército Español, decidiendo hacerlo
reglamentario, para ello encargó su fabricación a la fábrica Loewe de Berlín y
a la Máuser de Obendorf, mientras se prepara la fábrica de Oviedo para la producción
en España.
El primer que nos suministraron
las fábricas alemanas, fue el modelo 1892, que tras sufrir diversas
modificaciones, como la colocación de los cartuchos al tresbolillo, se declaró
reglamentario por Real Orden de 7 de diciembre de 1893, denominándose a partir
de entonces Fusil Máuser Español, modelo 1893. La fábrica de armas de
Oviedo sufre un importante auge, debido a la creciente demanda industrial. Asociada
a la fábrica se creó la Escuela de Aprendices, con el objetivo de formar
obreros cualificados. En 1896 saldrá el primer Máuser español, que demostrará su
eficacia en la Guerra de Cuba, donde los españoles, causaron tantas bajas al
ejército americano que al finalizar esta guerra, decidieron cambiar el diseño
de sus armas largas, por un sistema parecido al de Máuser. En las Lomas de San
Juan, 700 españoles se enfrentan a 15.000
norteamericanos. Al replegarse los españoles, dejan tras ellos a más de 1.400
bajas de la infantería de los EE. UU. La precisión de los fusiles Máuser modelo
1893 ha causado estragos. Acabada la contienda en Cuba, esta
arma probó su eficacia en Filipinas, en el Norte de África y por supuesto
también en la Guerra Civil, dejando de ser reglamentario durante los años
cincuenta.
Este fusil, estaba diseñado para durar 25
años y su cañón podía disparar, conservando una precisión aceptable hasta
10.000 cartuchos. Era capaz de soportar un fuego continuo sin ver afectada su
precisión, aún en las peores condiciones climatológicas. Su mantenimiento era
sencillo y podía pasarse largos periodos de tiempo sin limpiar ni engrasar. Tan
resistente era ideal para la infantería.
El Máuser modelo 1893, tenía una
longitud de 1235 mm, siendo su cañón de 738 mm, con 7 estrías; su peso era de 4
kg y tenía una capacidad de 5 cartuchos de 7X57, hasta que en 1943 se sustituyó
por el 7,92X57. El cartucho original de 7X57, creado como el fusil por Paul
Máuser, para dotar el diseño del modelo español, será conocido mundialmente
como 7 mm Spanish. Era un cartucho de gran precisión, que originaba un
culatazo moderado, lo cual permitía realizar muchos disparos sin que el hombro
del tirador se resintiera. España se decantó por este cartucho, aunque en un
principio se pensó en reducir el calibre a 6,5 mm, que era el utilizado por
Italia, Portugal y otros paises, aunque la idea no cuajó, y sería utilizado el
original por varios paises. Aunque ha dejado de tener utilidad como cartucho
militar, se sigue utilizando como cartucho de caza.
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