Unión Radio de Valencia, ocupada por falangistas
¿De verdad hubo una guerra?
Nos
encontramos en julio de 1936, en Valencia. Tras las elecciones de febrero de 1936,
la convivencia en España se había ido deteriorando, y Valencia no iba a ser una
excepción. La sociedad española se encontraba dividida y la violencia se abría
paso cada día con más virulencia. Uno de los hechos destacados en la ciudad fue
la ocupación, el 11 de julio, de la emisora de Unión Radio por parte de un
grupo de falangistas y su posterior proclama golpista contra la República.
La
Falange en Valencia
En Valencia, las JONS se habían creado
en 1931, aunque con anterioridad ya existían pequeñas células ultraderechistas.
La más conocida era La Conquista del Estado, que estaba dirigida por
Bartolomé Beneyto Pérez, su hermano Juan y Gaspar Bacigalupo, entre otros. En
1932 contaba con un centenar de afiliados, mayoritariamente estudiantes de
Derecho y Medicina, en la Universidad de Valencia. Pero no sería hasta febrero
de 1934 cuando, el Gobierno Civil, aprobó sus estatutos. Un mes después de
produjo la fusión con Falange, siendo los sucesivos responsables: Adolfo Rincón
de Arellano, Rafael Palmí y Enrique Esteve.
Un poco antes del 18 de julio, el jefe
local de Valencia era Rincón de Arellano, y a partir de la primavera la FET y
de las JONS, tenía una sólida implantación en toda la provincia. Además de la
Falange, la extrema derecha valenciana contaba con el Sindicato Español
Universitario (SEU) y el sindicato Central Obrera Nacional Sindicalista (CONS),
asociaciones que aunque no tenían influencia en el entramado social valenciano,
destacaban por su propaganda y sus acciones violentas contra la democracia y
los grupos de izquierda. Una de sus primeras acciones violentas, tuvo lugar con
motivo de la aprobación del Estatuto de Catalunya, cuando uno de sus grupos
entró violentamente en el Centro Catalán, destrozando muebles y enseres. Pero
su mayor actividad se situaba en la Universidad, donde eran continuos los
enfrentamientos con los grupos progresistas.
Otro incidente tuvo lugar el 14 de
abril de 1934 en la plaza de Emilio Castelar (actual del Ayuntamiento), día en
que provocaron altercados con motivo del desfile conmemorativo de la
instauración de la República. Los incidentes eran continuos, recrudeciéndose a
partir de febrero de 1936, cuando el Frente Popular ganó las elecciones
generales. Entre marzo y junio, muchos afiliados a las juventudes de Acción
Popular de la CEDA y de la DRV, pasaron a integrarse en grupos más activos,
como es el caso de Falange. La cual cada día adoptaba más las características
de una formación paramilitar.
El
asalto de Unión Radio
El incidente más grave protagonizado
por la Falange valenciana habría de producirse unos días antes del golpe
militar. Era en la noche del 11 de julio cuando una de sus escuadras asaltó la
emisora de Unión Radio, situada en la calle don Juan de Austria, en pleno
centro de la ciudad, con el único objetivo de emitir una consigna a favor de
una insurrección contra la República. Esto suponía la ocupación violenta de un
medio de comunicación y la consiguiente implicación en el delito de rebelión,
pero tendría consecuencias más difíciles de medir.
Estos fueron los hechos: Una
escuadra de falangistas, mandados por Manuel Ortuño, que era el responsable de la
Primera Línea de la Falange valenciana desde primeros de julio. se dirigió,
pasadas las nueve de la noche, a las instalaciones de la emisora. Dos
falangistas se quedaron apostados para cubrir la retirada de los asaltantes,
los cuales, nada más entrar, procedieron a cortar los cables de teléfono,
amenazando con unas pistolas de madera a los presentes, entre ellos el pionero
de las ondas Vicente Peris Piquer. Poco después Ortuño cogió el micrófono y
ante la sorpresa de los trabajadores de la emisora, se dispuso a leer por
antena el siguiente mensaje: “En estos momentos Falange ocupa militarmente
el estudio de Unión Radio. ¡Arriba el corazón! Dentro de unos días la
revolución sindicalista estará en la calle. Aprovechamos esta ocasión para
saludar a todos los españoles y particularmente a nuestros correligionarios”
Terminada la arenga, los asaltantes se dieron a la fuga.
Horas después, el gobernador civil
interino de Valencia que, era además, alcalde de la ciudad, José Calvo Coloma y
destacado dirigente de Izquierda Republicana, se veía en la obligación de
personarse en los mismos estudios, anunciando a la población que, todo había
sido una provocación de la extrema derecha, al tiempo que pedía a la población
que mantuviera la calma. Pero esto y las manifestaciones de adhesión al
Gobierno por parte del Frente Popular, no consiguió calmar los ánimos entre las
filas del Frente Popular. Esa misma noche sobre las 11:30 un grupo de
desconocidos asaltó la sede de la Derecha Regional Valenciana, situada en la
plaza de Tetuán, quemando documentos y arrojando muebles por las ventanas.
En pocas horas, también sufrieron
ataques el edificio de la Federación Industrial y Mercantil, sede de la
patronal valenciana, así como los talleres de la redacción de La Voz
Valenciana, portavoz de la ultraderechista Renovación Española, que fueron
incendiados. Era la respuesta violenta a la ocupación de la emisora.
Consecuencias
posteriores
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