Yusuf IV


            El 1 de enero de 1432, acompañado de unos seiscientos partidarios, entre los que se encontraba el adelantado Diego Gómez de Ribera y sus tropas castellanas, Yusuf IV tomó posesión de la Alhambra, aún no perteneciendo a la rama principal nazarí.
            Tenía la kunya de Abu l Hayyay y era conocido como Ibn al Malw. Su primer acto de gobierno, fue ratificar el 27 d enero de 1432, el tratado de vasallaje con Juan II, que había firmado el 16 de septiembre de 1431. Mediante las cláusulas de dicho tratado, se exigía a Granada el vasallaje vitalicio de Yusuf IV, la liberación de todos los cautivos cristianos, no permitir la conversión al Islam de cristianos, un tributo anual de veinte mil dinares/doblas de oro baladíes, ayuda militar y asistencia a las cortes castellanas. A cambio recibía ayuda militar de Castilla frente a cualquier enemigo interior o exterior.
            Al conocerse, en Granada, dichas condiciones, el descontento fue generalizado. Los ulemas y alfaquíes no podían aceptar la prohibición de la conversión al Islam. También, la liberación de cautivos cristianos perjudicaba a la economía de gran número de familias, tanto por el rescate que podían exigir por ellos como por el canje de cautivos musulmanes en manos cristianas. Además estaba el elevado tributo y la ayuda militar. Todo esto propició una pérdida de apoyo hacia Yusuf IV y la inclinación hacia el destronado Muhammad al Aysar.
            Al Aysar, junto a su sobrino el Cojo, se dirigió a la cora de Rayya, donde fueron acogidos favorablemente en Vélez-Málaga, los alfaquíes y nobles del lugar salieron a recibirlo, posteriormente le ofrecieron que se instalara en su alcazaba, desde donde empezó a prepararse para recuperar el trono. Luego se trasladó a Málaga, aunque los señores que lo acompañaban acordaron que el ejército debía permanecer en Vélez.
            Muhammad al Aysar llegó a controlar Almería, Málaga, Ronda, Gibraltar y otros lugares de la Ajarquía. Al mismo tiempo escribió a su amigo, el sultán tunecino, Abu Faris pidiéndole ayuda y mediación ante Juan II para obtener su neutralidad. El rey aragonés Alfonso V el Magnánimo, que veía perjudicados sus intereses con un sultán nazarí vasallo de Castilla, que aumentaba el poder de Juan II, mantuvo una actitud de colaboración aunque intentando aprovecharse de la situación de debilidad de al Aysar para conseguir la cesión de Gibraltar. Todo esto hacía peligrar la estabilidad de Yusuf IV en el trono. Por lo que, en un intento de evitar la restauración del derrocado así como para terminar definitivamente con él, organizó una expedición a Málaga. Para ello solicitó la ayuda castellana y escribió una carta fechada el 8 de febrero de 1432, al maestre de Calatrava, Luis de Guzmán, en la que demandaba su colaboración militar.
            Pero al Aysar se anticipó y, sus fuerzas se dirigieron a la capital. Una vez allí, se enfrentaron con las tropas castellanas que apoyaban a Yusuf IV. A pesar de producirse un número similar de bajas, el éxito se decantó a favor de los de Muhammad al Aysar. La victoria le abrió las puertas de la ciudad, pues sus habitantes le ofrecieron que volviera de Málaga. Así lo hizo y a su llegada a la Vega una multitud salió a su encuentro, lo aclamó y lo reconoció como sultán. Tras entrar en la ciudad se instaló en la alcazaba más antigua (al qasba al qudma, la vieja alcazaba zirí) y allí comenzó a gobernar, ordenó a un grupo de sus jefes que asediaran la Alhambra desde el Aljarafe, lo que hicieron hasta conseguir entrar en él abriendo, posteriormente, las puertas de la Alhambra, por su parte trasera, y penetrando en ella. De esta manera tomaron la fortaleza, dirigidos por su sobrino, hijo de su hermana, el príncipe Abu I Hayyay Yusuf hijo del Cojo.
            El usurpador, viéndose perdido, se escondió en una alcoba pequeña o una alacena construida en el grosor de un muro y oculta por una alfombrilla. Durante varios días permaneció allí mientras era buscado por toda la Alhambra hasta que, finalmente, fue localizado y muerto. Esto sucedió entre mediados y finales de 1432, por lo que su reinado no alcanzó los tres meses de duración. Ridwan Bannigas y los partidarios del depuesto sultán huyeron entonces a Granada y buscaron refugio en Castilla.
Fuentes Nubeluz y WikipediA
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