Cultura Vikinga: Los Barcos


Situados los vikingos en una península fría y con tierras poco fértiles, necesitaban del mar para sobrevivir. Con sus barcos surcaron los mares, para pescar, para comerciar y para saquear. La escasez de recursos, el pobre rendimiento agrícola y la sobrepoblación, fueron las causas de los saqueos vikingos. En algunos casos establecían colonias en las tierras saqueadas, mientras que en otros se volvían a casa. Gracias a un avanzado diseño y a las nuevas técnicas de navegación, los vikingos pasaron de pescar a dominar las aguas. Las piraguas y botes de piel dieron paso a barcos de madera nunca antes vistos. 

Se convirtieron así, los vikingos, en los mejores navegantes de la Alta Edad Media. Se adentraron por el Mediterráneo hasta el Imperio Bizantino, pero también navegaron a territorios como Islandia, Groenlandia, y la actual Canadá. Sin estas embarcaciones, la era vikinga nunca podría haberse producido. 


Hacia el siglo VII, los escandinavos comienzan a implementar la vela en sus embarcaciones, probablemente por influencia de los frisios, pueblo del norte de las actuales Alemania y Holanda. Las primeras referencias de barcos vikingos con vela las encontramos en estelas funerarias de finales del siglo VI, hasta entonces utilizaban los remos para impulsarse. Recurso que siguió empleándose cuando no había viento, pero la vela permitía realizar trayectos más largos y veloces. La era vikinga arranca en el año 793, cuando se produjo el ataque y saqueo al monasterio de Lindisfarne (en el norte de Inglaterra). Durante siglos, el diseño y la construcción de barcos vikingos fueron perfeccionándose, experimentando con nuevas técnicas de navegación. 

Pero no sólo fueron pioneros en adentrarse en mar abierto, también fueron especialistas en recorrer ríos para atacar ciudades tierra adentro. Para ello, el barco debía contar con una gran maniobrabilidad y unas dimensiones adecuadas, por eso, los drakkar y snekkar eran largos y estrechos, con poco peso y calado, lo que permitía seguir el curso de los ríos y bordear las costas con precisión; además, podían empujar sus naves por tierra cuando era necesario. La gran navegabilidad de sus navíos les permitió establecer rutas comerciales por toda Europa y realizar ataques y saqueos a poblaciones recónditas, como cuando atacaron Sevilla remontando el Guadalquivir, y tambien llegaron hasta París navegando el río Sena. 

Tipos de barcos vikingos:

Existían distintos tipos según sus funciones, con tamaños y características adecuados a cada propósito. Por un lado los navíos destinados al comercio y el transporte de mercancías, por otro los barcos de guerra. En ambos casos, el barco vikingo era una embarcación de casco trincado, es decir, que las tablas que conforman el casco se superponen unas a otras en lugar de mantenerse al mismo nivel; de esta manera, los buques nórdicos no utilizaban cuadernas. Para soldar las juntas, los constructores utilizaban musgo impregnado de brea. Los barcos vikingos de guerra más conocidos eran los drakkar y los snekkar, que literalmente significan “dragones” y “serpientes”. Estas embarcaciones sembraron el terror en el Atlántico Norte durante siglos. 

El drakkar, también conocido como långskip, es el barco vikingo que mejor representaba el poderío naval de los escandinavos. Se utilizó tanto en ataques costeros como en el interior. La palabra drakkar hace referencia a los mascarones que estos barcos vikingos lucían en su proa. Además de estética, la función de estas figuras era intimidar. Los drakkar eran ligeros, veloces y estrechos, contaban con tan poco calado que podían navegar en aguas de un metro de profundidad. Eran, por tanto, perfectos para realizar incursiones río arriba. Si era necesario se podía transportar el barco por tierra. Los laterales estaban recorridos por remos. La vela era el método de propulsión utilizado en largos trayectos, pero en combate había que recurrir a la fuerza de los remeros. Al ser embarcaciones estrechas, no eran precisamente habitables, y sin embargo, se las apañaron para cruzar el Océano Atlántico. Su velocidad alcanzaba los 14 nudos, todo un hito para la época. Curiosamente, en las Islas Lofoten (Noruega) se siguen fabricando barcos de pesca siguiendo las mismas técnicas de construcción que los drakkar. 

El snekke, en plural snekkar, era uno de los mayores barcos de guerra construidos por los vikingos. Presentaba un mayor calado que los drakkar, ya que estaba concebido para navegar el Atlántico Norte. En cuanto a las dimensiones, estos buques podían alcanzar los 30 metros de eslora, con espacio para 40 remos y capacidad para 90 guerreros. Igualmente, los snekkar estaban diseñados para ser ligeros, pudiendo ser transportados por tierra cuando fuera necesario. 


Las embarcaciones mercantes son los knarr, también llamados knorr o knörr. No olvidemos que el comercio fue una de las principales actividades de los vikingos. Eran buques robustos y lentos, con espacio para albergar pieles, esclavos o productos lácteos. Alcanzaban los 16 metros de longitud y contaban con una capacidad de hasta 24 toneladas de carga. Durante la época vikinga, los knarr cruzaron habitualmente el Atlántico Norte intercambiando mercancías entre las colonias vikingas y sus metrópolis. 

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