Hispano Nieuport 52 C-1
En un concurso
convocado por el Gobierno español, se seleccionaron tres proyectos: el Nieuport-Delaye
52, el Dewoitine D-27, por Francia y el Loring C-1, por España. Tras realizarse
las pruebas iniciales, fue seleccionado el que había sido presentado por la
casa Nieuport, que sería construido en serie por Hispano Suiza en
su factoría de Guadalajara desde 1929, iniciándose así la construcción de
aviones metálicos. Se convertía en el único monoplano de caza en servicio en la
Aviación Militar al estallar la guerra.
El Nieuport 52
era un avión sesquiplano, totalmente metálico, salvo el entelado del plano
superior. Un plano, de una gran superficie, que presentaba un diedro de 2º en
el cual se alojaban dos depósitos de combustible de 362 litros. Solo este plano
disponía de alerones y representaba la casi totalidad de la superficie
sustentadora. Además del pequeño plano inferior, contaba con un carenado en el
eje de las ruedas. El fuselaje, de sección elíptica, estaba estructurado por
dos cuadernas y varios anillos que le daban forma y resistencia. Entramado
mediante largueros, el conjunto quedaba revestido por bandas longitudinales de
duraluminio. El tren de aterrizaje tenía un ancho de vía de 2,10 m., y se unía
al fuselaje mediante dos juegos de montantes en forma de “N”, y al plano
superior por otros dos en forma de “Y”, que atravesaban el plano inferior.
Tenía un patín de cola de tipo ballesta, como complemento o tercer punto de
apoyo del avión.
En su tiempo fue
un buen avión de caza. Al incorporarle el motor “Hispano-Suiza” 12Hb, con un radiador
frontal “Corominas” debajo del morro, que sustituía a los “Lamblin” laterales, con
lo que superaba, en rendimiento, al original francés. El motor en “V”,
accionaba una hélice bipala de madera de 2,70 m. de diámetro, y desarrollaba una
potencia de 500 CV. Su armamento consistía en dos ametralladoras “Vickers” de
7,7 mm., sincronizadas con el motor y que disparaban a través de la hélice.
Su actividad fue
breve, puesto que en 1935 fue presentado para sustituirle el monoplano
americano “Boeing P-26” y el biplano inglés “Hawker Fury”, decidiéndose la
construcción de éste último, cosa que no pudo llevarse a efecto por el comienzo
de la guerra. En esta fecha el “Nieuport-52”, estaba encuadrado en el Grupo 11
de Getafe, el Grupo 13, en el Prat de Llobregat y una Escuadrilla del Grupo
Mixto Nº 12, en Tablada (Sevilla). Por lo que, se hallaban en servicio cinco
escuadrillas, con un total de 40 o 45 aviones, la mayoría de ellos en la zona
leal al Gobierno de la República. Poco a poco, este avión, ya por entonces
anticuado, fue sustituido por cazas más modernos en ambos bandos enfrentados.
En el bando republicano pequeñas cantidades de aviones de origen francés: “Dewoitine
372, 500 y 510”. “Loire 46” y “Bleriot Spad 510”. Fueron bajas por combate y
desgaste de material una docena de estos aviones en el lado de la República.
Tenía una
longitud de 7,64 m, una altura de 3 m, una superficie alar de 12 m, con una
superficie alar de 29,34 metros cuadrados. Su peso, en vacío era de 1.360 Kg.
En cuanto a su
armamento, montaba 2 ametralladoras Vickers de 7,7 mm.
Alcanzaba una
velocidad de crucero de 220 Km/h, pudiendo alcanzar los 260 Km/h. Subía hasta
5.000 metros en 13 min y 30 seg, siendo su techo máximo de 8.200 m.
Su reserva de
combustible le permitía una autonomía de 3 h y 30 min.
En el lado
nacionalista, los viejos “Nieuport 52” fueron rápidamente sustituidos por los
modernos aviones enviados por Italia y Alemania: “Heinkel He-51”, “Fiat CR-32”,
“Romeo”, etc. Para poder compensar ésta desproporción la fábrica “Hispano- Suiza”
de Guadalajara, durante los meses de agosto y septiembre, procuraba entregar un
“Nieuport”, nuevo o reparado por día. Al final de la guerra no quedaba ninguno
de estos aviones. Sus prestaciones fueron sobrepasadas, ya desde el principio,
por el moderno material de guerra aportado por Alemania, Italia y la U.R.S.S.
Texto de la
Asociación de Aviadores de la República.
Imágenes de
varias paginas.
Curiosa e interesante historia.
ResponderEliminarGracias por compartir.