Plaza de Cibeles en Madrid
La plaza de Cibeles es, sin duda, una de las plazas más populares de Madrid. Ocupa el centro de dos ejes fundamentales en la fisonomía de la ciudad. Por un lado, el eje Prado-Recoletos, con el Museo del Prado a un lado y la plaza de Colón al otro; y por otro el eje constituido por la calle de Alcalá, con la puerta del Sol a un lado y la de Alcalá y el parque del Retiro, al otro.
En su punto central alberga la Fuente de Cibeles, que da nombre a la plaza. En el vértice de cada uno de los ejes encontramos, edificios tan representativos como son: el palacio de Buenavista, el edificio del Banco de España, el palacio de Cibeles, y el palacio de Linares, configurando las cuatro esquinas de la plaza.
Ya en tiempos de los primeros Austrias, el lugar ya era el punto de unión de dos paseos muy frecuentados los días de buen tiempo por los madrileños, uno era el Prado de los Recoletos Agustinos (en la actualidad paseo de Recoletos) y el otro era el Prado de San Jerónimo (hoy paseo del Prado). La zona tras la construcción del Sitio del Buen Retiro, por parte del conde-duque de Olivares, como regalo a su rey Felipe IV, constituía el límite oeste del parque.
Durante el reinado de Carlos III, gran impulsor de mejoras en la ciudad, tuvo lugar una remodelación del espacio, encaminada a embellecer la zona, con jardines, fuentes y algún edificio dedicado a la cultura; al que se llamó Salón del Prado, que estuvo a cargo de los arquitectos Ventura Rodríguez y José de Hermosilla. Es entonces, 1782, cuando se construye la Fuente de Cibeles, que fue instalada en el lado occidental, junto a la finca denominada Altillo de Buenavista, mirando hacia la Fuente de Neptuno, que se estaba construyendo.
Hablemos ahora de la Fuente
Construida en 1782, el autor del diseño fue Ventura Rodríguez, y tanto la diosa como los leones fueron esculpidos en mármol, mientras que el resto se hizo en piedra. La diosa es obra de Francisco Gutiérrez. Mientras que los leones fueron esculpidos por el francés Roberto Michel. Inicialmente fue diseñada para ser instalada en los jardines del Palacio de La Granja de San Ildefonso en Segovia.
En un principio había un dragón y un oso con un caño, aunque casi un siglo después se añadió un grupo de angelotes en la parte posterior de la fuente, realizados por Miguel Ángel Trilles y Antonio Parera.
La diosa está sentada en un carruaje rodeada de plantas y flores y diferentes tipos de animales (serpientes y lagartos). La imagen simboliza el continente asiático, donde la diosa Cibeles era adorada. La estatua lleva una túnica, el chitón, al estilo griego cubierta por un himatión, que era una especie de abrigo que se llevaba sobre la túnica.
Cibeles era considerada la reina de la tierra, por lo que lleva un cetro, en la mano derecha. En la mano izquierda, una llave que simboliza su poder como madre de todos los dioses. Hay quienes dicen que no se trata de una llave, sino de un tipo de flagelo, tal y como usaban sus adoradores, los coribantes, que organizaban orgías para flagelarse y finalmente se castraba.
El origen de la diosa es frigio, siendo más tarde, identificada como la diosa griega Gaia, que representa la tierra, la naturaleza y los animales salvajes. Por lo general las historias relativas a diosas y dioses son una mezcla de diferentes culturas y, por lo tanto, pueden variar. Una de estas leyendas dice que Cibeles se enamoró de Attis y le convirtió en su sacerdote. Éste estaba obligado a la castidad, pero fue infiel a la diosa con la hija del rey de Pessino. Justo antes de casarse, Cibeles apareció en la ceremonia. Attis, presa de la locura, se cortó los genitales, y entonces la diosa le convirtió en un pino.
El famoso rey Midas que convertía todo lo que tocaba en oro, era hijo de Cibeles.
Los dos leones que tiran del carro son Hipómenes y Atlanta. Atlanta era la hija de Jasso. Este sólo quería hijos, por lo que al nacer Atlanta, la abandonó en las montañas. Primero fue criada por un oso y después por unos cazadores, por lo que ella misma se convirtió en cazadora. Algunos años después Jasso, quiso que se casara, a lo que ella se negó. Finalmente accedió a casarse, pero solo con aquel que consiguiera vencerla en una carrera, y los que perdiesen serían quemados.
Hipómenes había acudido a Afrodita para que le aconsejara, ya que quería casarse con Atlanta. Afrodita le dijo que portara tres manzanas de oro y que las dejase caer durante la carrera. Entonces Hipómenes retó a Atlanta y durante la carrera hizo lo que le había aconsejado Afrodita. Cada vez que dejaba caer una manzana, Atlanta se paraba a recogerla, y así Hipómenes pudo ganar la carrera y casarse con ella. Al parecer una noche, la pareja, hizo el amor en uno de los templos de Cibeles, razón por la cual, la diosa les castigó, convirtiéndoles en leones.
Pero hay otra historia, según la cual fue Zeus, el que los convirtió en leones, y que Cibeles apiadándose de ellos les hizo tirar de su carro para que pudieran permanecer siempre juntos. En cualquier caso, los dos leones que vemos en la estatua son machos, de forma que Cibeles tampoco parecía tenerles mucho cariño.
Durante cierto tiempo las mujeres solían bañarse en el agua de la fuente, la noche de San Juan (solsticio de verano), ya que creían que era milagrosa.
La fuente, desde el principio, tuvo una utilidad para los madrileños, ya que tenía dos caños que, se mantuvieron en funcionamiento hasta 1862. De uno se surtían los aguadores oficiales, que llevaban el agua hasta las casas y, del otro, se abastecía el público general. Del pilón bebían las caballerías. El agua de la fuente procedía de un viaje de aguas que, según la tradición databa de la Edad Media, cuando Madrid era musulmán. Tenía fama de poseer buenas propiedades curativas. Pero los caños eran incómodos y de difícil acceso y estaban situados en el lugar. donde hoy, saltan los surtidores. En la remodelación de 1895 fueron eliminados, pero con este cambio no se perdió la traída de aguas del antiguo viaje y para suplir la fuente como tal, se construyó una fuentecilla con caño en la esquina, del lado del Palacio de Cibeles. Fuente que siguió siendo todo un símbolo para los madrileños que, allí acudían a llenar cántaros, botijos y botellas.
A mediados del siglo XX, la fuente se hizo más artística, al añadir surtidores y diversos chorros, formando cascadas y agregando la iluminación que hizo las delicias del pueblo madrileño. En el estanque superior hay dos surtidores verticales que alcanzan los cinco metros de altura, acompañados de una serie de chorros inclinados que, envían el agua desde la diosa al exterior.
La Fuente ha sufrido varios actos vandálicos: En 1994, durante la celebración de una victoria de la Selección Española de Futbol, desapareció la mano izquierda, teniendo que encargar el Ayuntamiento de Madrid, una nueva mano. Mano que volvió a desaparecer el 21 de septiembre de 2002.
La Cibeles es clave para la seguridad del Banco de España. Parece ser que en caso de que las alarmas de la Cámara de Oro del cercano Banco de España, saltasen por intento de robo, todas las habitaciones de la sala se inundarían, en segundos, con el agua de la Fuente. Esto es posible gracias a la canalización de las aguas que van desde el subsuelo de los leones, hasta la habitación acorazada que protege los lingotes y las monedas a 35 metros de profundidad.
En la ciudad de México, existe la Plaza de Cibeles, y en su centro una réplica exacta de la Fuente madrileña. Fue donada por la comunidad de residentes españoles en México, como símbolo de hermandad entre ambos países. Siendo inaugurada el 5 de septiembre de 1980, con la presencia del entonces alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván.
Durante la Guerra Civil Española, la Fuente fue cubierta por una estructura enladrillada, en forma de pirámide, rellenada con arena y sacos terreros. El 2 de abril de 1939, los propios madrileños, comenzaron a descubrirla.
En algunas ocasiones, la diosa, apareció arropada con una capa. Al parecer, el primero en hacerlo fue el empresario y diputado Felipe Ducazcal, en el siglo XIX, por una apuesta entre amigos. En 1929, el dueño de la tienda Capas Seseña, fue acusado de colocar una capa sobre los hombros de la diosa, por motivos publicitarios, aunque él siempre lo negó.
En 1966, siendo alcalde Carlos Arias Navarro, la Fuente se cubrió de gorras de taxistas, que las arrojaban allí como protesta por la orden municipal que les obligaba a llevar gorra azul de plato.
Ya antiguamente, era punto de reunión al final de las fiestas de Carnaval, arrojándose a ella a los borrachos que, encontraban a su paso los que asistían al baile de disfraces del Teatro de la Zarzuela.
Desde hace décadas, los seguidores del Real Madrid se concentran en los alrededores de la Fuente para, celebrar los nuevos títulos de su equipo. Costumbre que fue compartida con los seguidores del Atlético de Madrid, hasta que estos trasladaron dicha costumbre a la cercana Fuente de Neptuno, por estar las aguas de Cibeles contaminadas por la presencia de sus eternos rivales.
Para la realización del presente artículos se ha consultado diversas publicaciones referidas a esta plaza y su fuente. Las imágenes de WikipediA
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