Antigua Facultad de Medicina de Valencia

Tras la desamortización de 1836, fueron muchos los edificios religiosos que pasaron a ser propiedad del Estado, es el caso del Convento de Santa María de Jesús, situado extramuros, y que fue adquirido por la Excma. Diputación Provincial para el traslado del manicomio de la ciudad en 1867, iniciándose los trámites necesarios entre la Universidad Literaria de Valencia y la citada Diputación, para construir una Facultad de Medicina, utilizando para tal fin el solar que había abandonado el conocido por “Hospital dels Folls de Sancta María del Ignoscents”, establecido allí de 1409 a 1867, y aprovechando, a su vez, los terrenos aledaños por los que discurría la muralla demolida en 1865.
En julio de 1875 la Universidad de Valencia encomendó al arquitecto Sebastián Monleón Estellés, un proyecto de Facultad de Medicina, que debía ubicarse en terrenos anejos al Hospital General, donde, próximo a la Ermita de Santa Lucía y cocinas del mencionado centro asistencial, había construido en 1859, la Sala de Disecciones.
El proyecto inicial de la obra, que Monleón no llegaría a acabar, evidenciaba sobre un gran plano rectangular, una construcción de dos plantas en la que se integraban una crujía principal y edificaciones accesorias, con fachada principal recayente a la ronda de Guillén de Castro, con los muros almohadillados y perforados por grandes huecos rectangulares sobre el alto zócalo de piedra, en la que se ubicaba la portada principal, conformada por un pórtico tripartito, rematado por una colosal estatua de Esculapio, dios griego de la medicina.
Tras el fallecimiento de Sebastián Monleón en 1878, le sucedería en la dirección de las obras, desde 1882, su discípulo Antonio Martorell Trilles, quién las concluiría en 1885, introduciendo algunas modificaciones respecto del proyecto del primero, que subrayaría todavía más si cabe la impronta academicista del conjunto edificado y que concernería a los dos pabellones laterales, ahora más amplios, de planta cuadrada, con cubiertas a cuatro vertientes, más la anexión de otros dos pabellones llevados a los extremos, destinados a aulario y Museo Anatómico.
Este proyecto final, ganó en regularidad y simetría, adquiriendo, si cabe, un corte más académico.
Docencia en las viejas aulas, se vino impartiendo desde 1885  hasta el año 1949, fecha esta última en la que la Facultad de Medicina, por escasez de espacio, se trasladó a un nuevo edificio de la Avda. Blasco Ibáñez, obra de impronta neoclásica del año 1935 de Alfonso de Fungairiño, realizado sobre un proyecto anterior de José Luis Oriol, de 1918. Fue uno de los más importantes edificios públicos levantados durante el último tercio del siglo XIX, junto con la Casa de la Beneficencia y el Asilo de San Juan Bautista.

Restos de aquellas edificaciones lo constituyen la fachada de la Facultad, clásica, compuesta por tres arcos de medio punto con medallones en las enjutas y la estatua de Esculapio, del XIX, obra de José Aixa Iñíguez, de quién también eran otros relieves escultóricos de la fachada, ya perdidos; todo ello descontextualizado y falto de su función, ubicados en el anejo jardín del antiguo Hospital General.

Comentarios

Entradas populares